El Madrid se agarra a Sabon¨ªs

Resucit¨® el Madrid de las peores ocasiones. Tras su ag¨®nico triunfo en el derby ante el Estudiantes, los blancos comparecieron 48 horas despu¨¦s en id¨¦ntico escenario pero con distinta cara. La de ayer fue la de un equipo cansado, con las reservas f¨ªsicas y psicol¨®gicas a punto de extinguirse. De ello intent¨® aprovecharse un Pamesa muy necesitado de puntos y que ya hab¨ªa vencido en Valencia.No tuvo que esforzarse al m¨¢ximo la escuadra de Herb Brown para llevar la iniciativa en una primera parte en la que el Madrid aplic¨® a su juego un ritmo de media intensidad. Ni siquiera fue suya la lucha debajo de los tableros, su punto fuerte. La calidad de Grant y Kidd y el ardor de Rodr¨ªguez decantaban la balanza del lado valenciano.

El Pamesa superaba al Madrid en el rebote (19-13) en la primera parte y contaba, adem¨¢s, con la aportaci¨®n de un buen jugador de per¨ªmetro como es Mason. Era suficiente para abrir hueco en el marcador (17-27) en el minuto 12, aunque las propias limitaciones de los levantinos imped¨ªan un definitivo distanciamiento. Al Real le salvaban las ganas de Henry -¨²nico tirador blanco con el punto de mira ajustado- y los consabidos Arlauckas y Sabonis.

El problema para Obradovic radicaba en la necesidad de dosificar a sus dos estrellas. As¨ª, Sabonis se pas¨® casi la mitad de la primera parte en el banco y Arlauckas le imit¨® en la segunda. En el descanso el Pamesa, relajado sin la presencia del p¨ªvot lituano, todav¨ªa manten¨ªa la delantera (36-43), pero sus s¨ªntomas de flaqueza comenzaban.

Sabonis emergi¨® poderoso en los primeros minutos de la segunda parte y dio el golpe de tim¨®n que precisaba su grupo. Se erigi¨® en el absoluto due?o del juego interior, cerrando los caminos a Kidd y Grant e insuflando a sus compa?eros el ¨¢nimo que les faltaba. A partir de Sabonis creci¨® el Real Madrid, que limaba la desventaja de forma pausada pero segura (42-45, m. 22; 48-48, m. 26; 53-50, m.28). S¨®lo bast¨® que, por momentos, los de Obradovic exhibieran su firmeza defensiva para acabar de derrumbar oposici¨®n del Pamesa, aunque a¨²n dio sus coletazos.

Pero el Madrid recuper¨® aun acertado Henry -estuvo muchos minutos sentado- y, sobre todo, sigui¨® con Sabonis. Sus n¨²meros en la segunda mitad reflejaron lo que fue el partido: 14 puntos, nueve rebotes, dos asistencias y algo que no se mide en d¨ªgitos, su aterradora presencia. Ante Sabonis, el Pamesa no encontr¨® nada que oponer.