"No quiero ser el verdugo de la compa?¨ªa"
Nacho Duato, 38 a?os, director art¨ªstico de la Compa?¨ªa Nacional de Danza desde 1990, estrena hoy en el Teatro de Madrid un nuevo programa integrado por tres coreograf¨ªas en las que se incluye un estreno mundial, Diwano, de Ram¨®n Oller. Los otros dos ballets son Return to the strange land, de Jir¨ª Kyli¨¢n y Ni?os viejos, de Mats Ek. En el segundo programa, a partir del d¨ªa 14, se bailar¨¢n otras tres coreograf¨ªas: Duende, de Nacho Duato; The vile parody of address, de William Forsythe, y Forgotten land, de Jir¨ª Kyli¨¢n. A lo largo de estos a?os, Duato ha trabajado combinando los aplusos exteriores con las pitadas (incluida una huelga) de tel¨®n para adentro. Sus m¨¦todos de trabajo y de selecci¨®n de bailarines han chocado con un sector de la compa?¨ªa (los que no bailan, conocidos como los del banquillo) con los que mantiene una guerra sin cuartel.Pregunta. ?Qu¨¦ balance hace de estos cinco a?os al frente de la Compa?¨ªa?
Respuesta. Desde el 91 la compa?¨ªa nacional de Danza tiene un nombre fuera. Es joven, nueva, y con un core¨®grafo que est¨¢ haciendo cosas a la medida de esos bailarines. Se sabe que tienen buena t¨¦cnica, hay buenos int¨¦rpretes y por eso estoy content¨ªsimo porque tenemos giras concertadas en los escenarios m¨¢s prestigiosos.
P. ?Los conflictos en la compa?¨ªa han deslucido ese balance?
R. No han repercutido en el resultado art¨ªstico. Ha habido una huelga, situaciones cr¨ªticas... Tuve que imponer una disciplina f¨¦rrea y separar en la compa?¨ªa a la gente que baila de la que no baila. Cuando han visto que esto era una decisi¨®n seria, no un capricho, se han ido aplacando, pero tenemos un convenio totalmente pasado de moda y en contra de lo que es un bailar¨ªn.
P. ?C¨²ales son las trabas contra la danza que se recogen en ese convenio?.
R. Un bailar¨ªn pasa a ser fijo en la compa?¨ªa despu¨¦s de tres a?os. Y as¨ª hasta los 65 a?os. Los anteriores directores hicieron contratos que estaban tan mal hechos que con uno o dos a?os pasaban a ser fijos. Desde que yo llegu¨¦ a la direcci¨®n hago unos contratos que el comit¨¦ califica de basura y que son por temporada. De esta manera no se incrementa una plantilla que en estos momentos es de unas cuarenta personas. Esta situaci¨®n es la muerte de la compa?¨ªa porque no puedo renovar, contratar, etc. No tengo dinero. Este a?o he querido hacer una audici¨®n y no he podido. Si traigo un bailar¨ªn tengo que prescindir de una secretaria. Hay unos 52 bailarines de los que 40 son fijos. El ministerio est¨¢ dialogando con ellos para buscar una salida humana. Yo podr¨ªa despedir, pero no quiero poner en la calle a gente que no he contratado. Si aplico uno de los art¨ªculos del convenio, el 16, por el que puedo someter a cualquiera a una audici¨®n, podr¨ªa despedir a m¨¢s de uno aplicando incapacidad f¨ªsica. Pero prefiero no hacerlo. No quiero hacer de verdugo.
P. ?Qu¨¦ salida profesional tienen?
R. Habr¨¢ un reciclaje con cursos de dos a?os. Pero la mayor¨ªa de esta gente no quiere recliclarse. Prefieren tener el contrato hasta los 65 a?os. Vienen a bailar una hora al d¨ªa y se van a sus casas. O consiguen una baja temporal.
P. ?C¨²anto cobran los que no bailan?.
R. Depende de la categor¨ªa. Lo m¨ªnimo son 140.000 pesetas Pero pueden pasar de las 200.000. En cambio tengo secretarias que cobran 90.000 al mes y que trabajan de 9 a 7 de la tarde. Creo que se est¨¢n haciendo da?o a s¨ª mismos. No creo que se sea m¨¢s fuerte por conseguir que te paguen sin venir a trabajar. Algunos se han ido voluntariamente despu¨¦s de pactar con el ministerio.
P. ?Los sindicatos han defendido f¨¦rreamente esta situaci¨®n?.
R. De entrada, ellos no est¨¢n afiliados al sindicato de artistas, que es el que les corresponder¨ªa como bailarines. Est¨¢n afiliados al sindicato de administraciones, como los funcionarios. En el de Artistas no les pasar¨ªan determinadas irregularidades.
P. Mantiene que el conflicto con un sector de los bailarines no ha tenido consecuencias. art¨ªsticas para la compa?¨ªa, pero s¨ª ha afectado a su imagen p¨²blica. Tiene usted tanta fama de dictador como de pesetero.
R. Lo de dictador me da lo mismo, porque la gente lo traduce como trabajador. Es verdad que exijo mucha disciplina porque para dirigir un elenco de estas caracter¨ªsticas tienes que poner firmes a todos. No puedes estar sometiendo las cosas a votaci¨®n permanentemente. Por eso se me ha llamado dictador, aunque es verdad que se ha da?ado mi imagen y tambi¨¦n la de la compa?¨ªa.
P. Tambi¨¦n se le acusa de pesetero. Parece m¨¢s dif¨ªcil saber lo que gana que d¨®nde van a parar los fondos reservados.
R. Lo dicen en ese peque?o grupo con la esperanza de que haciendo una pol¨ªtica de desgaste me voy a cansar y me voy a ir de la compa?¨ªa. Y no piensan que un nuevo director tampoco les pondr¨ªa a bailar.
P. Pero ?cu¨¢l es su sueldo mensual?
R. Medio mill¨®n de pesetas. Se ha dicho de todo. Pero hay bailarines que con dietas y dem¨¢s cobran m¨¢s que yo.
P. Las coreograf¨ªas son otra fuente de ingresos.
R. La gente no sabe que cuando se compra una coreograf¨ªa de fuera es por dos a?os y cuando se vuelve a bailar, hay que volver a comprarla. Cada vez que el ministerio adquiere un ballet m¨ªo lo tiene para siempre. Mientras yo sea el director, pero si me voy en buenos t¨¦rminos, que espero que sea as¨ª, dejar¨¦ mis coreograf¨ªas a la compa?¨ªa. ?Por qu¨¦ hago decorados y vestuarios? Por lo mismo. Tenemos un grave problema de presupuesto y no tengo fondos para contratar a dise?adores. Mis dise?os y decorados los regalo a a compa?¨ªa. No gano un duro. Y he regalado tres coreograf¨ªas en momentos en los que era necesario porque hab¨ªa poco dinero.
P. ?Cu¨¢nto cobra por coreograf¨ªa?.
R. Dos millones. Normalmente cobro m¨¢s cuando las hago para el extranjero y menos si es una reposici¨®n porque en ese caso me pagan dietas, el viaje, un asistente. Me siento en el deber de hacer esas coreograf¨ªas, aunque no me guste desprenderme de ellas. El ¨¢nimo de desprestigiarme incluso por hacer coreograf¨ªas viene de los que est¨¢n en el banquillo, que tienen conexiones con la prensa. Cuando me critican por haber hecho algo mal, lo asumo perfectamente, pero se critica por sistema. Y esta compa?¨ªa es un pastel muy apetitoso del que muchos quieren una tajada.
P. ?Se ha sentido apoyado por sus colegas?
R. S¨ª. Hemos pasado por una huelga, por situaciones duras y he recibido apoyos de gente como Llu¨ªs Pasqual, Nuria Espert, Adolfo Marsillach. Adolfo siempre me dice: no se te ocurra tirar la toalla y marcharte.
P. ?Nunca ha pensado en abandonar?
R. Nunca.
P. Tambi¨¦n se ha sentido apoyado por el Ministerio de Cultura?
R. S¨ª. Creo que podr¨ªan haber resuelto el problema de la compa?¨ªa de una manera m¨¢s r¨¢pida. Pero ellos no viven con el ballet y para ellos somos un peque?o problema dentro de una compa?¨ªa mod¨¦lica por el prestigio que tiene en el extranjero, porque es rentable, devuelve el doble de lo que se nos exige. Han apostado por m¨ª. Y tambi¨¦n s¨¦ que una vez que has firmado un convenio con un sindicato es muy dificil dar marcha atr¨¢s.
P.?Cree que el PP hubiera solucionado ya el problema del convenio?,
R. Creo que ellos solucionar¨ªan el problema de la compa?¨ªa despidi¨¦ndome a m¨ª. Estoy seguro. Su pol¨ªtica cultural en el tema de danza consistir¨ªa en estrenar cuatro coreograf¨ªas con tu-t¨² y a correr.
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