Inge Morath retrata la Espa?a de los a?os 50
Por primera vez se exponen las fotograf¨ªas realizadas por la esposa de Arthur Miller
La Espa?a de los a?os cincuenta, vista por la Leica de la fot¨®grafa norteamericana Inge Morath, se expone por primera vez a trav¨¦s de 92 im¨¢genes rescatadas de su propio archivo. La muestra inaugurada ayer en el antiguo MEAC de la Ciudad Universitaria de Madrid (avenida de Juan de Herrera, 2, hasta el 4 de junio) refleja gentes y ciudades que enamoraron a la primera mujer fot¨®grafa de la agencia Magnum de Par¨ªs. "Morath no dispara con la c¨¢mara", dijo ayer la comisaria Lola Garrido, quien record¨® una frase de Cartier-Bresson: "Su mirada est¨¢ a la altura del coraz¨®n".
La fotograf¨ªa que abre la exposici¨®n Inge Morath. Espa?a a?os 50 es Paseo al atardecer, tomada en 1954 en Jerez de la Frontera, una composicion de negros y perspectivas. Era la primera vez que Morath, austriaca de nacimiento (Graz, 1923), viajaba por Espa?a, siendo asistente de Henry Cartier-Bresson y compa?era de Robert Capa, fundadores de la agencia Magnum. En los a?os cincuenta, recorri¨® la geograf¨ªa con su c¨¢mara, testimonio de un pa¨ªs de agricultores y curas con sotana negra, fiestas y piedras. Sus tomas est¨¢n localizadas en Las Hurdes, Mazarr¨®n, Pamplona, ?vila, La Alberca, C¨¢ceres, Ja¨¦n, Barcelona, Vigo, C¨¢diz, Burgos, Navalc¨¢n y otras localidades.Inge Morath no acudi¨® ayer a la apertura de su exposici¨®n, aunque visit¨® la retrospectiva de sus retratos de hombres y paisajes en 1988, en el Canal de Isabel II, de Madrid, montada 1 tambi¨¦n por Lola Garrido. En el mes de mayo visitar¨¢ Madrid junto con su marido, el dramaturgo Arthur Miller -a quien conoci¨® duran-
te el rodaje de Vidas rebeldes, como fot¨®grafa de John Houston-, con motivo de la muestra y del estreno de la obra Cristales rotos, que se presenta hoy en el teatro Mar¨ªa Guerrero.
"No dispara"
"Morath es una documentalista no hace antropolog¨ªa social, y sobre todo una fot¨®grafa que documenta un tiempo", declar¨® ayer Lola Garrido, quien ha se leccionado durante 15 d¨ªas las im¨¢genes expuestas junto con la autora en su archivo de Connecticut. "Morath conoc¨ªa a Balenciaga -le hizo modelos con un pliegue oculto en la espalda para guardar la c¨¢mara-, Picasso y Bu?uel y ante estos genios pens¨® que ten¨ªa que conocer Espa?a. Ella no ametralla al sujeto, no agrede con la c¨¢mara. No dispara, toma fotograf¨ªas, como un documento art¨ªstico. Su marido, Miller, dice que se debe a la solidaridad y respeto por el ser humano desde su propia experiencia de acosada por el nazismo".
Lola Garrido a?ade que su mirada est¨¢ llena de humanidad y belleza. "Como en el cine de Howard Hawks, la c¨¢mara est¨¢ a la altura de la mirada, nunca busca ¨¢ngulos de dramatismo. Es una fotograf¨ªa muy bella, siempre en blanco y negro, que no busca el lado miserable de los a?os cincuenta. Cuando una parte de la exposici¨®n se mont¨® en noviembre en el Spanish Institute de Nueva York, la gente se fijaba en la elegancia del negro y la pana y la dignidad de las personas retratadas".
En las im¨¢genes aparece tambi¨¦n el car¨¢cter, abierto de la fot¨®grafa, "que se mezcla con el pueblo y la aristocracia". Espa?a es uno de los proyectos de Inge Morath, junto con Rusia, China y el actual sobre el Danubio, que ha recorrido con Kundera y Magris. "Ella considera que las culturas madre son la china, la rusa y la espa?ola. Como Cartier-Bresson se interesa mucho por el arte y dice que ha aprendido fotograf¨ªa y composiciones en el Louvre, el Prado y el Ermitage".
M¨¢s fotograf¨ªas de Morath se podr¨¢n ver el 12 de abril en los encuentros Huesca Imagen -junto a otros montajes de Edward S. Curtis, Juan Mora Insa, Andr¨¦ Kertesz, Wols y Emili Godes, talleres, mesas redondas-, y el 12 de mayo en el Museo de Navarra, en Pamplona, con copias vintage, tiradas en la misma ¨¦poca. Para la muestra de Madrid se han tirado copias de 92 fotograf¨ªas representativas de su visi¨®n de Espa?a. En algunas copias se ha mantenido la copia del negativo entero, sin encuadre ni otra manipulaci¨®n. La exposici¨®n tambi¨¦n se conocer¨¢ en otras ciudades, todav¨ªa sin determinar.
Babelia
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