El Grosso y el Goytisolo
Un cielo dif¨ªcilmente azul el de este d¨ªa en que se ha muerto Alfonso Grosso, clasificado por las gacetillas urgentes como "representante del realismo social", sin tiempo para explicar que el realismo social fue nuestra vanguardia civil y literaria situada entre Cela y Mart¨ªn Santos. Realismo social como, ruptura porque Grosso, entre otros, apostaba por testimoniar sobre lo que no dejaban testimoniar y mediante un lenguaje que no pertenec¨ªa a la ling¨¹¨ªstica mistificadora del R¨¦gimen.Alg¨²n d¨ªa habr¨¢ que meter a Grosso, Garc¨ªa Hortelano, Fern¨¢ndez Santos y a tantos otros en el para¨ªso de las vanguardias. Eran tiempos incluso mucho m¨¢s dif¨ªciles que los actuales. para la ¨¦pica y la l¨ªrica, pero hubo ¨¦pica y l¨ªrica, aunque aquella promoci¨®n temiera pecar contra las urgencias de la Historia escribiendo en correctos endecas¨ªlabos (temor de Celaya) o poetizando sobre los ¨¢rboles (temor de Bertolt Brecht).
Pero Grosso no reprimi¨® su portentoso don de fabular hasta el punto de hacerlo cuando escrib¨ªa y cuando viv¨ªa. Coincidimos en algunas mesas redondas algo cuadradas y en varias mesas cuadradas espl¨¦ndidamente redondas y siempre me maravill¨® su imaginaci¨®n. Cuando te encontrabas a Alfonso' en alg¨²n aeropuerto y te dec¨ªa: "Me voy a Estambul", su mirada suger¨ªa que algo importante piara Espa?a iba a pasar en Estambul. 0 tal vez me produjera esta impresi¨®n el condicionamiento de la an¨¦cdota' que me contara Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo sobre sus relaciones con Grosso cuando recorr¨ªan Espa?a para hacer un libro de viajes del "realismo social". Caminaban los dos por las monta?as de Castell¨®n y de pronto Grosso se abalanz¨® sobre Jos¨¦ Agust¨ªn y le oblig¨® a esconders ' e en la cuneta, al tiempo que le ordenaba silencio. Por el camino pas¨® una pareja de. la- Guardia Civil caminera y cuando ya eran dos tricornios en el horizonte, Alfonso resopl¨® aliviado y coment¨®: "?Te imaginas lo que hubiera pensado esa pareja de la Guardia Civil si ve al Grosso y al Goytisolo en plena serran¨ªa?"
Releerle ser¨¢ no s¨®lo un acto de justicia literaria y personal, sino tambi¨¦n de reparaci¨®n de todo el reduccionismo que se aplic¨® por la alianza imp¨ªa de izquierdas y derechas divinas sobre aquellos admirables escritores tan imaginativos y esteticistas que fueron hermosa y generosamente antifranquistas.
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