M¨®stoles y Alcorc¨®n: la uni¨®n hace el atasco

Jos¨¦ Tom¨¢s F¨¦lix, conductor de la empresa de autobuses De Blas, que unen M¨®stoles y Alcorc¨®n con Madrid, tiene claro cu¨¢l es el problema de la carretera de Extremadura: "La N-V es la ¨²nica de las autov¨ªas de Madrid con s¨®lo dos carriles". Lorenzo Garc¨ªa, de la misma empresa, destaca como puntos negros la uni¨®n de la M-40 con la N-V y la entrada a M¨®stoles por Parque Oeste.Esta ¨²ltima es una bifurcaci¨®n hacia cuatro destinos. Las retenciones para entrar a M¨®stoles por all¨ª pueden llegar a los dos kil¨®metros. Los veh¨ªculos, que circulan a una velocidad media de 110 kil¨®metros por hora, tienen que frenar bruscamente para evitar el muro situado a la derecha de esta v¨ªa, que la separa del tubo, un carril de desaceleraci¨®n donde los coches paran a la espera de acceder al enlace con la carretera M-506 hacia Villaviciosa de Od¨®n, el casco urbano de M¨®stoles o el centro de ex¨¢menes de Tr¨¢fico.En el carril de desaceleraci¨®n la velocidad obligada es de 40 kil¨®metros por hora, pero en realidad es a¨²n menor a causa de una incorporaci¨®n desde M¨®stoles y por la proliferaci¨®n de coches de autoescuelas. Unos metros m¨¢s adelante, el desv¨ªo hacia M¨®stoles tiene una curva de 360 grados construida tras la apertura de los grandes centros comerciales del Parque Oeste de Alcorc¨®n, y que obliga a frenar de nuevo. El Ayuntamiento de M¨®stoles estudia la eliminaci¨®n del muro de piedra que separa la N-V del carril de desaceleraci¨®n.El director de Seguridad de Alcorc¨®n, Rafael Moro, considera que la M-40 y los t¨²neles de la glorieta de San Vicente han facilitado el llegar a Madrid. "Aunque yo, como t¨¦cnico, s¨®lo hubiera hecho un t¨²nel de salida", comenta Moro, "porque ahora la retenci¨®n de la N-V se introduce en Madrid".