El Atl¨¦tico exhibe su impotencia ante el colista
La velocidad del Logron¨¦s puso en apuros a los de Basile?os
"A Segunda con orgullo", rezaba una de las pancartas en Las Gaunas. Lo del orgullo lo salv¨® a medias el equipo riojano que, aunque lo intent¨®, lleva un a?o justo sin ganar en casa. Los atl¨¦tico! salvaron un punto, limpiaron un negativo y basta, aunque la perspectiva de la divisi¨®n de plata a¨²n se interponga con demasiada nitidez en su horizonte inmediato. Para el Atl¨¦tico fue m¨¢s nefasta a¨²n la impotencia exhibida que el resultado.Logro?¨¦s y Atl¨¦tico son equipos que se mueven en la ¨®rbita del decreto presidencial, que suele proponer y nombrar a titulares, suplentes y comparsas. As¨ª, raro es aprenderse una alineaci¨®n de memoria ni saberse un planteamiento de antemano. Ayer, los dos equipos empezaron con un 3-5-2 que promet¨ªa acabar siendo un empaste horizontal de troncos y extremidades, en vista de la poca cabeza que ambos conjuntos vienen exhibiendo a lo largo del campeonato.
El Atl¨¦tico empez¨® subiendo el bal¨®n con arropamienyo completo. El Logro?¨¦s, menos dotado de apellidos con derecho irrenunciable a tocarla, lo hac¨ªa con los justos. L¨®gicamente, la velocidad riojana era superior. Tanto, que el l¨ªnea se comi¨® los primeros minutos se?alando fueras de juego a Markovic y Matute.
Los riojanos estaban jugando c¨®modos. Como nunca de c¨®modos. Y obligando a Abel, gracias a la velocidad de Markovic, a ejercer de l¨ªbero expeditivo. Por contra, Vergara no tuvo su primera intervenci¨®n comprometida hasta el minuto 26, tras un c¨®rner que finaliz¨® con disparo a bocajarro de Caminero. La ocasi¨®n atl¨¦tica, como se cansaban de proclamar los seguidores madrile?os, s¨®lo pod¨ªa llegar enjugada a bal¨®n parado.
Quienes lo segu¨ªan moviendo con sentido eran los de Eguizabal. Aunque, eso s¨ª, con igual de nulo resultado. Lo cual, en Las Gaunas, suele equivaler a derrrota final.
Y a derrota local ol¨ªa el contraataque atl¨¦tico del minuto 3 5, en que el equipo de Gil junt¨® cinco contra tres. Pero Gel? -"vuelve al Barcelona, majo", vocifer¨® . alguno equivoc¨® la ruta de la bola con su disparo.
Tambi¨¦n llevaba aroma irremediable el tuya-m¨ªa entre Valencia y Kiko dentro del ¨¢rea, que el Tren estrell¨® contra Vergara.
Quedaban cinco minutos para regresar al vestuario y parec¨ªa que los atl¨¦ticos se acercaban al tono vital m¨ªnimo. El segundo tiempo qued¨® inaugurado en su minuto 6, con un tiro lejano de ?scar que atrap¨® Abel. Y se reinaugur¨® 13 minutos m¨¢s tarde tras jugada individual con floritura incluida, del canterano debutante Rub¨¦n Ruiz. Su centro, medido, recal¨® en las manos de Abel tras despeinar demasiado levemente a Markovic. El Atl¨¦tico cort¨® la cinta en la jugada siguiente, con un disparo envenenado desde fuera del ¨¢rea a cargo de Manolo. Pero el veneno se qued¨® en los guantes de Vergara.
Cumplida la media hora, el ox¨ªgeno y la glucosa, que, mandan en el caudal sangu¨ªneo, empezaron a mandar en el partido. El Atl¨¦tico, donde Tom¨¢s echaba una vez y otra el cierre, no carburaba. Pero Basile parec¨ªa tener ¨®rdenes de no mover el banquillo. El bando riojano, sin opci¨®n a refresco, dejaba a Markovic solo y se preparaba para aguantar. Aunque el desacierto de Geli y Kiko y la poca ambici¨®n del conjunto auspiciaba poca actividad en el electr¨®nico. El 0-0 estaba cimentado en el agotamiento y por el agotamiento se acab¨® consolidando. Y por la impotencia de ambos equipos que tal vez tampoco saben m¨¢s. Por eso est¨¢n donde est¨¢n.
En el Atl¨¦tico quiz¨¢ no se saben ya demasiadas cosas. El presidente se ha cre¨ªdo que el f¨²tbol son Los ?ngeles de San Rafael o Marbella y este juego no se hace con ladrillos ni hipotecas. Es otra cosa. Se hace con jugadores. y t¨¦cnicos, *que son seres humanos y llega un momento que se pueden poner desde nerviosos hasta desconcertados con tantos cambios y presiones. Y as¨ª no se puede construir nada.
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