El gancho del pirata
Una exposici¨®n sobre el mundo de los corsarios anima las compras en un centro comercial
,Barbanegra, los hermanos Barbarroja, Henry Morgan, Francis Drake, John Hawkins... Si ¨¦stos y otros de los m¨¢s temibles piratas, corsarios, bucaneros o filibusteros levantaran la cabeza para verse a s¨ª mismos en la exposici¨®n que se muestra estos d¨ªas en El Centro de La Moraleja, se morir¨ªan del gusto.
Las tiendas lujosas de este recinto comercial reci¨¦n inaugurado se han convertido por unos d¨ªas en marco inusitado para ense?ar de forma somera pero entretenida la vida y milagros de aquellos personajes. El objetivo es, seg¨²n los organizadores, convertir el espacio comercial en un a zona de recreo para todos los p¨²blicos.
Sin duda en un sitio tan bien abastecido habr¨ªan querido operar muchos de los miembros de la pirater¨ªa. O, al menos, terminar sus d¨ªas. Unos lo consiguieron: nadaron en la abundancia hasta su muerte y fueron nombrados caballeros o parlamentarios; otros acabaron decapitados tras campar a sus anchas por los oc¨¦anos y saquear mil ciudades y barcos. De todo ello se van enterando los curiosos que se mueven entre los paneles informativos. All¨ª se habla de la influencia que han tenido sus aventuras en el mundo de la literatura y los tebeos. En una esquina cuelgan los versos de Espronceda: "Con diez ca?ones por banda...". Y en otro, trozos de vi?etas de El Capit¨¢n Coraje, El Corsario de Hierro, Sandokan, El Cachorro... Hasta los mism¨ªsimos Ast¨¦rix, Tint¨ªn o Tarz¨¢n han tenido que v¨¦rselas alguna vez con estos bandoleros del mar.
Los adultos echan una ojeada a los escaparates, entran y salen de las tiendas, y luego se detienen a contemplar las archiconocidas banderas negras con calaveras, tibias cruzadas, corazones o relojes de arena (cada pirata usaba sus s¨ªmbolos), y abren la boca, un pel¨ªn impresionados, al leer que los m¨¢s sanguinarios izaban banderas rojas cuando iban a por todas, sin tregua y sin piedad. Mientras, los m¨¢s peque?os disfrutan con las peleas, espada en mano, de dos monitores disfrazados de Capit¨¢n Garfio o se fabrican con cartulina parches de ojos y patas de palo. Maquetas de fragatas, veleros o fal¨²as, proyecciones y charlas de especialistas completan esta multiexposici¨®n, en la que han colaborado la Biblioteca Nacional y distintas instituciones del Ej¨¦rcito.
Piratas, corsarios y bucaneros. Centro de La Moraleja. Del 21 al 30 de abril. Entrada gratis.
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