Atlanta puede ser Barcelona

Faltan menos de 15 meses para el comienzo de los Juegos de Atlanta, el 19 de julio de 1996, y el deporte espa?ol encara con un optimismo s¨®lido la nueva cita ol¨ªmpica. Existen argumentos de peso para ello. La preparaci¨®n que se hizo para Barcelona 92 dio resultado y la inercia de aquel ¨¦xito ins¨®lito, e incluso inesperado, se ha mantenido. Por los resultados obtenidos en las altas competiciones m¨¢s similares a los Juegos Ol¨ªmpicos en los dos ¨²ltimos a?os, Espa?a podr¨¢ superar las 10 medallas de oro en Atlanta y rondar las 20 en total, lo que significar¨ªa igualar casi las 22 de 1992, 13 de oro, siete de plata y dos de bronce.

Rafael Cort¨¦s, secretario de Estado para el Deporte, s¨®lo admite p¨²blicamente que Espa?a puede ganar 10 o 12 medallas. Entre 2,5 o 3 veces m¨¢s que lo logrado en los Juegos anteriores a los organizados, es decir, las cuatro medallas (1 de oro, otra de plata y dos de bronce) ganadas en Se¨²l 88. Es, aproximadamente, el promedio de lo conseguido en los siguientes Juegos por los 'distintos pa¨ªses que han sido sedes. Realmente, ya es algo superior, pero el propio Cort¨¦s reconoce en privado que los ¨¦xitos previos permiten esperar unas cifras mucho m¨¢s alentadoras. Otra cuesti¨®n es que no pueda ni quiera hacer triunfalismos.

Hist¨®ricamente, todos los pa¨ªses organizadores han conseguido siempre bastantes menos medallas en los Juegos siguientes. S¨®lo ha habido dos excepciones: la entonces Rep¨²blica Federal de Alemania, que logr¨® 40 (13, 11 y 16) en M¨²nich 72 y una menos 39 (10, 121 17) en Montreal 76, y Corea del Sur, 33 (12, 10, 11) en Se¨²l 88 y 29 (12, 5, 12) en Barcelona 92. Espa?a parece seguir este camino. Se ha quitado el complejo de la ¨¦lite, sabe que puede ganar como los grandes y aunque competir¨¢ en campo ajeno tampoco tendr¨¢ la presi¨®n del ambiente.

Espa?a sigui¨® en 1993 en la ¨¦lite de muchas modalidades. 1994 fue el a?o m¨¢s brillante de la historia y tambi¨¦n muy significativo por ser el ecuador de la olimpiada. En lo que va de 1995, pese a tratarse de un per¨ªodo preol¨ªmpico en el que se guardan muchas fuerzas, y que quedan por celebrarse a¨²n los Mundiales y Europeos de m¨¢s de 20 modalidades, el deporte espa?ol sigue dando la talla. Con la prudencia a que obliga el tiempo que resta y a que incluso hay deportes que a¨²n deben clasificarse para Atlanta, s¨ª se pueden barajar tres tipos de posibilidades: bazas seguras de medalla de oro; de podio (plata o bronce), y de sorpresa de medalla. Tambi¨¦n hay nueve deportes con imposibilidad manifiesta de que Espa?a brille.