Los populares 'barren' en las capitales
Los socialistas ya dan por perdida la batalla electoral en las tres capitales valencianas. El descalabro en las grandes ciudades est¨¢ tan asumido en Valencia que el PSPV-PSOE s¨®lo aspira a que la alcaldesa del PP, Rita Barber¨¢, no alcance la mayor¨ªa absoluta y se vea obligada a pactar con Uni¨®n Valenciana. Popular y populista, Barber¨¢ desfila en los escaparates electorales del centro-derecha y su imagen puede proyectarse en el futuro en un ministerio.El independiente Aurelio Mart¨ªnez, candidato socialista a la alcald¨ªa y actual consejero de Econom¨ªa, ha relevado a la anterior cabeza de lista, Clementina R¨®denas, que venci¨® en 1991, pero la suma del PP y Uni¨®n Valenciana obtuvo un concejal m¨¢s que la izquierda. Profesor universitario y de talante moderado, Mart¨ªnez "podr¨ªa ser un buen alcalde, pero no es un candidato id¨®neo", en definici¨®n de compa?eros de filas.
En Alicante, el socialista ?ngel Luna s¨®lo espera un milagro para no perder la alcald¨ªa, pero los sondeos apuntan como favorito al popular Luis D¨ªaz Alperi, controvertido ex presidente de la C¨¢mara de Comercio. Desde su responsabilidad empresarial, D¨ªaz rescat¨® los proyectos econ¨®micos de una zona del sureste de Espa?a, que incluir¨ªa a Murcia, Albacete y Almer¨ªa, una iniciativa que recuerda el franquismo. El temor a rebrotes de surestismo y de agravios comparativos con Valencia caus¨® recientemente una de las mayores manifestaciones de los ¨²ltimos a?os en Alicante, convocada por la izquierda social y cultural.
En Castell¨®n, la derecha que representa el alcalde, Jos¨¦ Luis Gimeno, tiene garantizado revalidar su mayor¨ªa absoluta.
Las mayores aspiraciones socialistas se cifran en mantener el control de las ciudades medias, de entre 30.000 y 100.000 habitantes, que representan el empuje econ¨®mico y cultural del Pa¨ªs Valenciano. Josep Sanus, en Alcoy; Pepa Frau, en Gand¨ªa, y los alcaldes con mayor¨ªa absoluta en pueblos de las zonas industriales representan la gran esperanza de la izquierda para que el descalabro no sea total.
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