La importancia de cometer errores
BILL GATESDe los errores se aprende m¨¢s que de los ¨¦xitos. El autor aborda la cuesti¨®n en este art¨ªculo y lo ilustra con varios ejemplos.
En el mundo empresarial cuando alguien comete un error todo el mundo se apresura a protegerse. En Microsoft, intent¨¦ poner fin a esa manera de pensar. Est¨¢ bien celebrar el ¨¦xito, pero es m¨¢s importante prestar atenci¨®n a las lecciones del fracaso. La forma en que una empresa se enfrenta a los errores da una idea de c¨®mo aprovechar¨¢ las mejores ideas y aptitudes de su gente y lo eficazmente que responder¨¢ ante el cambio.El mensaje que quiero que comunique un alto cargo es: "No culpo a nadie en especial por este problema. Lo que me importa es c¨®mo trabajamos juntos para dar con una nueva estrategia que permita solventarlo".
En 1984, despu¨¦s de que Microsoft sacase Ja versi¨®n de unas hojas de c¨¢lculo llamadas Multiplan para Apple Macintosh, descubrimos que conten¨ªa un virus que pod¨ªa da?ar los datos.
Cuando miembros del equip¨® de Multiplan me informaron del problema, me preguntaron si deb¨ªamos enviar una versi¨®n corregida gratis a los 20.000 clientes del producto. Dije que s¨ª. No hubo ninguna discusi¨®n, ni debate. La respuesta era obvia. Antes de marcharse, el director del equipo dijo: "Pero esto va a costar mucho dinero". Fueron casi 250.000 d¨®lares (algo m¨¢s de 32 millones de pesetas),
"El que sea malo no significa que no se pueda discutir" contest¨¦. "Un d¨ªa vienes a trabajar y pierdes un cuarto de mill¨®n de d¨®lares. Al d¨ªa siguiente llegas e intentas hacerlo mejor".
Aparentemente, la gente esperaba una reacci¨®n mayor por mi parte, pero una reacci¨®n mayor no ten¨ªa sentido. Ni siquiera ten¨ªa sentido perder m¨¢s de un minuto en la reuni¨®n.
Reaccionar tranquila y constructivamente ante un error no es lo mismo que tomarlo a la ligera. Todos los empleados deben entender que a los altos cargos les preocupan los errores y tratan de solucionarlos. Pero los contratiempos son normales entre individuos y empresas que prueban cosas nuevas.
Cuando los empleados saben que los errores no se traducen en un castigo, se crea una atm¨®sfera en la que la gente est¨¢ deseando proponer ideas y sugerir cambios. Esto es importante para el ¨¦xito a largo plazo de una empresa. Y aprender lecciones de las equivocaciones reduce la posibilidad de que los errores se repitan o se agraven.
Yo tambi¨¦n he cometido errores que han salido caros. Uno de ellos tambi¨¦n ten¨ªa que ver con Multiplan (la primera versi¨®n que sali¨® en 1981 y que pronto estuvo funcionando en m¨¢s de 100 ordenadores diferentes, entre ellos el IBM-PC).
Mi error fue insistir en que Multiplan sirviese para el Apple II, un ordenador popular pero de, poca potencia. Para conseguir que sirviese, eliminamos algunas opciones que requer¨ªan m¨¢s potencia. Lotus no cometi¨® el mismo error. Lotus 1,2,3 fue especialmente dise?ado para el IBM PC, que ten¨ªa m¨¢s potencia. La hoja de c¨¢lculo de Lotus calculaba m¨¢s deprisa que Multiplan e inclu¨ªa opciones simples de gr¨¢ficos y base de datos. Mi error -aspirar a un Multiplan demasiado sencillo- la ech¨® de la carrera de las hojas de c¨¢lculo.
Hace poco, contribu¨ª a cometer el error opuesto. Microsoft sac¨® una nueva versi¨®n de Word para Macintosh que exig¨ªa m¨¢s recursos mec¨¢nicos de los que dispon¨ªan muchos usuarios. tuvimos que matamos por sacar una versi¨®n modificada.
Afortunadamente, la junta directiva de Microsoft no me va a despedir por participar en ese error (por los menos , no creo que lo haga). Pero no todos los jefes ejecutivos se pueden seguir sintiendo tan seguros. En los ¨²ltimos a?os, muchos ejecutivos han sido sustituidos porque las juntas empresariales se han vuelto m¨¢s activas, entre como respuesta a la presi¨®n de los accionistas.
Hace poco, por ejemplo, a Maurice Saatchi le echaron de su cargo de presidente de Saatchi & Saatchi; a Joseph Antonini le despidieron como presidente y jefe ejecutivo de Krnart Corporation y a William J. Agee le destituyeron como presidente, director y jefe ejecutivo de Morrison Knudsen Corporation.
Aunque uno puede discutir estas acciones concretas de las juntas directivas, por lo general suele ser bueno que los jefes ejecutivos est¨¦n en peligro. Son los que m¨¢s cobran, y es vital contar con la persona adecuada. Pero incluso a los jefes ejecutivos les deber¨ªa estar permitido cometer algunos errores.
John Roach, jefe de Tandy Corporation, soport¨® cr¨ªticas hace unos a?os por una actuaci¨®n poco afortunada en relaci¨®n con los almacenes Radio Shack. Conozco a John desde los primeros a?os de la industria del PC, cuando sol¨ªamos negociar entre nosotros. Me alegr¨¦ cuando los miembros de su junta ejecutiva se pusieron de su lado y estoy seguro de que ellos tambi¨¦n se alegran, porque bajo su direcci¨®n Tandy ha vuelto a triunfar con dos nuevas cadenas nacionales de grandes almacenes de tecnolog¨ªa, Circuit City e Increible. Ambos son grandes ¨¦xitos y es m¨¦rito de John.
Sinceramente, uno de los retos a los que se enfrenta Microsoft es que muchos de sus empleados no han sufrido muchos fracasos todav¨ªa. M¨¢s de uno no ha participado nunca en un proyecto que no haya tenido ¨¦xito. Como consecuencia, el ¨¦xito se puede dar por sentado, cosa que es peligrosa.
Con esto en mente, hemos reclutado deliberadamente a unos cuantos ejecutivos con experiencia que han fracasado. Por ejemplo, contrat¨¦ a Craig Mundie a finales de 1992 para supervisar muchos de nuestros esfuerzos por desarrollar la autopista de la informaci¨®n. Una d¨¦cada antes, Mundie hab¨ªa fundado con otros socios Alliant Computer Systems, que acab¨® cerrando cuando el mercado de los superordenadores se qued¨® seco.
Mundie comprende sus errores y aprendi¨® lecciones interesantes. Creo que esa es una de las razones de que haya resultado ser uno de nuestros vicepresidentes m¨¢s capaces. Contratar¨ªa 10 m¨¢s como ¨¦l si pudiera.
Cuando alguien ha dirigido una empresa que estuviera perdiendo dinero, esa persona ha tenido que preguntarse: "?Porqu¨¦ tenemos tantos ingenieros? ?A qui¨¦n vendemos? ?Con qui¨¦n nos podr¨ªamos aliar?".
Cuando fracasas, te ves obligado a ser creativo, a profundizar y a pensar mucho, d¨ªa y noche. Todas las empresas necesitan gente que haya pasado por eso. Todas las empresas necesitan gente que haya cometido errores. Y que luego hayan sacado el mejor partido de ellos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.