La isla de Vitra

Valdebernardo vive. El barrio que mejor resume el mayor fiasco cooperativista de la historia -PSV, con 27 parcelas para 3.002 pisos, no consigui¨® poner ni un solo ladrillo- ha recibido a sus primeros vecinos en silencio. Hace un mes, cien familias asociadas a Vitra, cooperativa de CC OO que entregar¨¢ hasta junio 914 llaves, estrenaron la casa prometida, levantada en una finca que se encaja entre Vic¨¢lvaro, Pavones (Moratalaz) y Palomeras (Vallecas).

Vicente Z¨¢foras, gerente del Consorcio Urban¨ªstico Valdebernardo -organismo participado por la Comunidad de Madrid y las cooperativas-, cree que lo peor ya ha pasado: "Podr¨ªa haber sido un barrio maldito si la gran quiebra de la cooperativa PSV hubiera arrastado al resto de socios. Pero, afortunadamente, no ha sido as¨ª. Hemos conseguido sobrevivir pese a que algunas constructoras amenazaron con detener las obras de urbanizaci¨®n por impago".

A la nueva ciudad, con vistas a la M-40 y a la carretera de Valencia, proyectada para albergar 6.000 viviendas, pero con tan s¨®lo 1.000 construidas, a¨²n no llegan los autobuses, ni los carteros, ni los repartidores de pan. No hay colegios, ni ambulatorios, ni farmacias, ni bares, ni polideportivos, aunque sobra espacio. Las calles no tienen nombre. Los vecinos recurren a los n¨²meros de cada parcela para orientarse. El Ayuntamiento todav¨ªa no ha puesto las placas.

Aquilino Gabald¨®n, residente en Valdebernardo y afectado, dice que vive en la avenida de Indalecio Prieto, pero s¨®lo ¨¦l lo sabe. Cuando tiene que dar su direcci¨®n, prefiere el realismo: "Parcela 25, Valdebernardo". Se queja: "Vivimos en un descampado, y eso crea inseguridad. Hay vigilantes en las obras, pero s¨®lo protegen de las vallas hacia dentro". La comunidad de propietarios de la parcela 251 una de las dos fincas habitadas, ha escrito al comisario del barrio de La Estrella (Moratalaz) para reivindicar su cuota de polic¨ªas. "Algunos han visto patrullas, pero lo ideal ser¨ªa que llegaran parejas a pie", comenta Gabald¨®n.

La ilusi¨®n del nuevo piso -los m¨¢s grandes, de 90 metros cuadrados con plaza de aparcamiento, han costado 10,5 millones- no ha conseguido ocultar la desesperaci¨®n por la falta de servicios. Algunos problemas tienen soluciones comprometidas. Otros tan s¨®lo remitir¨¢n con el tiempo, cuando el barrio deje de ser una isla rodeada de cemento y arena por todos lados.

Transportes. Sin veh¨ªculo propio, el viaje hasta Valdebernardo es imposible. La estaci¨®n de metro m¨¢s pr¨®xima, Pavones, queda al otro lado de la M-40. El autob¨²s de la l¨ªnea 100 deja a m¨¢s de un kil¨®metro de las primeras viviendas habitadas. "Este autob¨²s entrar¨¢ en el barrio de inmediato. Adem¨¢s, el Consorcio de Transportes se ha comprometido a ordenar un servicio especial que comunique el barrio con el metro y, en una tercera fase, acercar¨¢ la l¨ªnea 30 de la EMT hasta aqu¨ª", explica Z¨¢foras. Gabald¨®n, que se ha reunido con los dirigentes de la EMT, mantiene que los autobuses no llegar¨¢n hasta septiembre.

Colegios. Los hijos de Valdebernardo estudiar¨¢n en Vic¨¢lvaro o Moratalaz. Sus padres han empezado a buscar plaza en otros barrios porque los colegios previstos junto a sus viviendas a¨²n no han comenzado a construirse. "El primero se abrir¨¢ en septiembre de 1996", asegura Z¨¢foras. El presidente de Vitra, Antonio Rey, denuncia el retraso: "No es serio que ni el Ayuntamiento ni el Ministerio de Educaci¨®n se hayan preocupado del tema hasta ahora". Seis parcelas del nuevo barrio se reservaron para el uso educativo, aunque no hay ning¨²n suelo previsto para escuelas infantiles, Ias m¨¢s necesarias", seg¨²n Rey.

Correos. Los portales tienen buzones -necesarios para recibir la c¨¦dula de habitabilidad-, pero los carteros no los visitan. "Las cartas que nos env¨ªan tenemos que recogerlas en la estafeta de Vic¨¢lvaro", asegura Gabald¨®n. Un portavoz de Correos explic¨® ayer que mientras las calles sigan sin se?alizar, el cartero no repartir¨¢. "Nuestra obligaci¨®n es no entregar cartas que no est¨¦n direccionadas. Y para eso, necesitamos un informe del Ayuntamiento comunic¨¢ndonos que las calles ya tienen nombre".

Comercios. El nuevo barrio no es buen sitio para ir de compras. Los bajos de los edificios de Vitra, reservados para el comercio, permanecen tapiados. "Dentro de un mes venderemos estos locales", anuncia Rey. "Hemos recibido muchas peticiones para instalar bares y farmacias". Todas las multinacionales, de la distribuci¨®n se han interesado por este barrio, pero las normas impiden abrir all¨ª un hipermercado. "Si se cambian los planes, podremos vender una parcela para este fin", comenta Z¨¢foras. De momento, tan s¨®lo han colocado en el mercado dos de las ocho fincas para oficinas y comercios.

Polideportivos. Nada se sabe del polideportivo municipal previsto en Valdebernardo. De momento, los deportistas de la urbanizaci¨®n s¨®lo pueden correr por un amplio pasillo reservado al uso p¨²blico. El resto del pol¨ªgono est¨¢ en obras. "Hemos aprovechado algunos espacios para construir canchas de baloncesto, tenis y f¨²tbol", afirma Z¨¢foras.