Chirac hace un llamamiento a la desesperada a acabar con "un aut¨¦ntico peligro socialista
Jacques Chirac hizo ayer el ¨²ltimo esfuerzo ara convencer a los indecisos. Cualquier voto era imprescindible, ante una elecci¨®n que se anunciaba mucho m¨¢s apretada de loque nadie pod¨ªa prever hace unos d¨ªas. 'Nada est¨¢ ganado. Nadie puede hacer un pron¨®stico para la elecci¨®n del domingo. S¨ª, y un aut¨¦ntico peligro socialista. Es imperioso conseguir una fuerte movilizaci¨®n"afirm¨® Chirac en el mitin de cierre de campa?a en Ly¨®n, en el que congreg¨® a unas 12.000 personas, El centrista Raymond Barre, que fue primer ministro de Val¨¦ry Giscard d'Estaing, le acompa?¨® en la tribuna.
Lo que plante¨® Chirac a los franceses fue claro: o ¨¦l, o m¨¢s socialismo. "La elecci¨®n es simple",dijo. "O el verdadero cambio, conmigo, con nosotros. O bien los riesgos y la aventura de un tercer septenato socialista. ?se es el envite del 7 de mayo". "Apelo todos", sigui¨®, "a comprometerse y votar. En circunstancias e tanta gravedad como las locales, votar es un deber moral ara todo franc¨¦s que ame Francia".El centrista Raymond Barre, probable futuro alcalde de Ly¨®n, cuando la se?al de alarma del aIcalde de Par¨ªs: "No os oculto mi inquietud. Existe el riesgo de que venza Lionel Jospin. Hay ue movilizarse y reunir hasta el ¨²Itimo de los votos".
La argumentaci¨®n de ¨²ltima ora sobre el peligro Jospin fue repetida durante todo el d¨ªa por los colaboradores de Chirac. Fran?ois Baroin, su portavoz de campa?a, hizo un aut¨¦ntico marat¨®n de emisoras de radio y televisi¨®n para repetir que exist¨ªa indudablemente "un fen¨®meno Jospin", que el candidato socialista hab¨ªa conseguido atraerse a amplias capas del electorado y que hab¨ªa que reconocerle ese m¨¦rito. "La elecci¨®n est¨¢ abiera", dijo Baroin. "Podemos ganar, si queremos. Pero podemos perder, si nos descuidamos".
Jacques Chirac procur¨® atar todos los cabos. Incluido el de la unidad de la derecha, que pareci¨® quedar ya anudado en el multitudinario mitin de La Bagatelle, en Par¨ªs, el s¨¢bado pasado.
Reuni¨®n con Balladur
Por si no queda claro que su enemistad con Edouard Balladur hab¨ªa quedado zanjada, al menos de momento, anunci¨® que hoy s¨¢bado se reunir¨ªa de nuevo, en un mano a mano a solas, con el a¨²n primer ministro. Giscard, Barre, Balladur, todos los barones de la derecha est¨¢n detr¨¢s de Chirac.
Aritm¨¦ticamente, deber¨ªa ser suficiente para alcanzar la victoria. Pero las urnas, como se demostr¨® en la primera vuelta, no saben de ciencias exactas.
En Ly¨®n, ante un p¨²blico menos numeroso de lo esperado Jacques Chirac repiti¨® sus bien conocidos temas de campana: la sociedad francesa estaba "reventada", y tambi¨¦n lo estaba la expresi¨®n pol¨ªtica. "Cerca de un 40% de nuestros compatriotas", se?al¨®, "depositaron [el 23 de abril] un voto de descontento y de rechazo. Ese voto de protesta debe ser escuchado".
Los franceses, dijo, aspiraban a "m¨¢s seguridad, a situar la lucha contra el paro en el coraz¨®n del debate pol¨ªtico, a reducir la marginaci¨®n en todas sus formas, a que Francia recuperara una ambici¨®n a la altura de su pasado". El de Chirac fue un discurso dirigido en distintas direcciones. Hubo apelaciones al orden p¨²blico y al control de la inmigraci¨®n, para agradar a los votantes del Frente Nacional y a los sectores m¨¢s derechistas del gaullismo. Hubo cantos a la construcci¨®n europea, para agradar al centrismo. Y se omiti¨® toda cuesti¨®n pol¨¦mica, especialmente la propuesta de refer¨¦ndum para ratificar los acuerdos de la conferencia. intergubernamental de la Uni¨®n Europea en 1996.
Fue su portavoz, Fran?ois Baroin, quien ayer matiz¨® que tal refer¨¦ndum no entra?aba "ning¨²n rechazo a Maastricht ni a la moneda ¨²nica, ya aceptados", sino que supon¨ªa "una ratificaci¨®n democr¨¢tica de un nuevo tratado". "Lo que salga de la conferencia de 1996 ser¨¢ un nuevo tratado", abund¨® Barre en el mitin de Ly¨®n, "y lo normal es ratificarlo como se hizo con el de Maastricht en 1992, mediante un refer¨¦ndum".
En el mitin hubo tambi¨¦n largos pasajes dedicados a atacar a Lionel Jospin y a identificarle con el presidente Fran?ois Mitterrand. y con su "triste legado". "Que nos diga", se?al¨® refiri¨¦ndose a Jospin, "que las nacionalizaciones fueron un error. Que fue irresponsable regularizar la situaci¨®n de cientos de miles de inmigrantes clandestinos. Que fue absurdo relanzar la guerra escolar, hasta el punto de hacer salir a la calle a m¨¢s de un mill¨®n de franceses".
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