Alemania y las lecciones de la historia
El mundo entero considera al 8 de mayo de 1945 el d¨ªa de la liberaci¨®n. Tambi¨¦n para Alemania esta fecha significa la liberaci¨®n del terror del funesto sistema del llamado Tercer Reich. El genocidio cometido contra el pueblo jud¨ªo por ese r¨¦gimen dictatorial y cruel no tiene precedentes en la historia.Despu¨¦s de 1945 se concedi¨® a los alemanes la oportunidad de construir el orden constitucional m¨¢s democr¨¢tico de su historia y la aprovecharon, con el apoyo total de sus amigos occidentales.
Cincuenta a?os despu¨¦s de la II Guerra Mundial, los alemanes han extra¨ªdo lecciones de la historia: la guerra, los prejuicios, el odio y el nacionalismo deben superarse, incluso el nuevo ego¨ªsmo nacional de la Europa actual, que se ha convertido en la mayor amenaza para nuestro continente porque puede producir r¨¢pidamente nuevos nacionalismos y, por tanto, chovinismo.
Dado que este ego¨ªsmo comienza en los corazones y las mentes de la gente, debemos luchar juntos por extraer las lecciones apropiadas de la historia, de los cap¨ªtulos oscuros, pero tambi¨¦n de aquellos cap¨ªtulos que nos producen esperanza. La oportunidad de un nuevo futuro europeo s¨®lo se puede aprovechar siguiendo un curso verdaderamente cooperador. Alemania ha buscado ese curso de completo acuerdo con sus socios europeos y en estrecha amistad con Estados Unidos.
Durante las ¨²ltimas d¨¦ cadas, la Rep¨²blica Federal de Alemania ha reconocido su responsabilidad hist¨®rica contribuyendo sustancialmente al proceso de unificaci¨®n europea y a la Alianza del Atl¨¢ntico Norte. Ayud¨® a superar el enfrentamiento Este-Oeste mediante tratados con sus vecinos de Europa central y oriental e impulsando el proceso del CSCE (el proceso de la Conferencia so bre Seguridad y Coopera ci¨®n en Europa, que surgi¨® en los setenta del acuerdo de derechos humanos de Helsinki).
El historial constante de fiabilidad y cooperaci¨®n de Alemania ha sido la clave de su fruct¨ªfera integraci¨®n en las comunidades occidentales y en la comunidad internacional en con junto. Estos principios siguen guiando la conducta responsable de la pol¨ªtica exterior alemana.
El mundo entero ha cambiado espectacularmente desde la revoluci¨®n pac¨ªfica que tuvo lugar en Europa en 1989-1990. Hoy se pide a la Uni¨®n Europea y a sus Estados miembros, entre ellos Alemania, que asuman sus responsabilidades globales. Para cumplir estas responsabilidades son indispensables la cooperaci¨®n total y el di¨¢logo orientado a la obtenci¨®n de resultados, basados en los valores e intereses comunes compartidos por Jap¨®n, Estados Unidos y la Uni¨®n Europea. Las posturas divergentes no deben entra?ar ning¨²n riesgo de ruptura y deben tratarse de forma progresiva en el tri¨¢ngulo formado por EE UU, Jap¨®n y Europa. Este camino es el correcto y debe seguirse en¨¦rgicamente.
Con la unificaci¨®n europea en progreso, los lazos entre Estados Unidos y Europa deben profundizarse ininterrumpidamente. La asociaci¨®n transatl¨¢ntica tiene urgente necesidad de una redefinici¨®n clara y una ejecuci¨®n en¨¦rgica. En vista de los desaf¨ªos globales a los que nos enfrentamos -desde el desempleo masivo en todo el mundo a la no proliferaci¨®n nuclear-, el Atl¨¢ntico no debe ensancharse; las relaciones deben estrecharse. La situaci¨®n en Europa central y oriental, as¨ª como en la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, es de crucial importancia.
Apertura al Este
La Uni¨®n Europea va por delante de otros en la admisi¨®n de la necesidad de prestar su apoyo r¨¢pidamente, no por nobles sentimientos de caridad, sino por su propio inter¨¦s de estabilidad, seguridad y bienestar econ¨®mico. Es por esa raz¨®n por la que la Uni¨®n Europea ofrece a las nuevas democracias de Europa central y oriental la posibilidad de convertirse en miembros de la Uni¨®n. La UE ha reconocido su responsabilidad al establecer acuerdos de asociaci¨®n con varios de sus vecinos de Europa central y oriental. La perspectiva de pertenecer por completo a la Uni¨®n Europea representa para los ciudadanos de estos pa¨ªses en proceso de reforma "la luz al final del t¨²nel" durante esta dif¨ªcil fase de transformaci¨®n. Un calendario claro de admisi¨®n ser¨ªa un aliento bienvenido para ayudarles a tomar las duras decisiones necesarias.
Ya no es posible ning¨²n avance en solitario en Europa. Es necesario admitir la unidad del continente de Europa como un todo. A la larga, Europa occidental no puede estar bien si Europa oriental sigue mal.
Evidentemente, Rusia sigue siendo un factor primordial en la pol¨ªtica mundial. La voluntad occidental de intensificar sus relaciones con Rusia refleja la aceptaci¨®n de la importancia de Rusia. No debemos ignorar a Rusia ni siquiera porque actualmente est¨¦ pasando por un periodo de inestabilidad. Dado que tanto Estados Unidos c¨®mo la Uni¨®n Europea consideran a Rusia un aliado estrat¨¦gico, lo suyo es que Occidente entero afirme claramente su inter¨¦s permanente en una Rusia democr¨¢tica y estable que respete los derechos humanos en todas partes, tanto en el interior como en el exterior.
Las estructuras existentes en Europa -la Uni¨®n Europea, la OTAN, el programa Asociaci¨®n para la Paz, la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (antiguamente CSCE)- est¨¢n fortaleciendo sus lazos a fin de construir una arquitectura de seguridad en Europa.
A la larga puede resultar necesario un consejo de seguridad regional europeo. En este sentido, la cumbre del CSCE, celebrada el pasado diciembre en Budapest, ha preparado hasta cierto punto el terreno para establecer esa estructura m¨¢s fuerte. De acuerdo con esto, el CSCE se ha convertido en la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa.
Nosotros los alemanes estamos obligados por nuestra Constituci¨®n a trabajar por la unificaci¨®n de Europa y servir a la paz mundial. Nuestra Carta Magna pone al hombre, con su unicidad y su dignidad, en el centro de nuestro Estado y nuestra sociedad.
La dignidad del hombre y el respeto de los derechos humanos, ¨¦stos son los valores que compartimos con nuestros socios europeos y estadounidenses. Nuestro compromiso probado con estos valores son el cap¨ªtulo de esperanza de la historia de Alemania. Es la base firme de nuestros esfuerzos por construir un futuro mejor en Europa y en el resto del mundo.
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