"M¨¢s 60% de las mujeres no alcanza el orgasmo por la penetraci¨®n"
La sex¨®loga argentina Sonia Blasco acaba de editar en Espa?a un libro con t¨ªtulo delibera damente expl¨ªcito, Camino al orgasmo, en el que condensa su larga experiencia en terapia de grupo con mujeres preorg¨¢smicas. El libro est¨¢ prologado por la ministra Cristina Alberdi.Entre un 10% y un 20% de las mujeres no llega nunca a saber lo que es un orgasmo. Pero el dato m¨¢s singificativo de los estudios realizados hasta ahora es que m¨¢s del 60% no logra el orgasmo por la simple penetraci¨®n. Lo cual significa que, o reciben otro tipo de est¨ªmulos o no llegan a desarrollar completamente su capacidad de goce sexual. Esta dificultad de responder a la penetraci¨®n como se espera que responda desde una cultura sexual tradicionalmente masculina hace que muchas mujeres no disfruten de una vida sexual completa ni plenamente satisfactoria. Y la insatisfacci¨®n repetida provoca en ellas una inhibici¨®n que acaba matando todo deseo sexual.
Pregunta. Usted no utiliza nunca el t¨¦rmino fr¨ªgida. Prefiere el de preorg¨¢smica. ?Por qu¨¦?
Respuesta. A diferencia de los hombres, que pueden sufrir impotencia por razones fisiol¨®gicas, no hay razones biol¨®gicas para que una mujer que no ha sido mutilada no goce la sexualidad plenamente. Es una cuesti¨®n. de saber despertarla. Pero, cuidado: es ella quien ha de descubrir su propio camino. La primera reacci¨®n del feminismo ante la insatisfacci¨®n sexual de la mayor¨ªa de las mujeres fue un grito de rebeld¨ªa: "No existen las mujeres frigidas, sino hombres incompetentes". Efectivamente, no hay mujeres fr¨ªgidas, en sentido estricto, pero esa frase atribuye al hombre la responsabilidad principal de la respuesta sexual f¨¦menina. Y esa concepci¨®n es todav¨ªa una barrera que impide, el goce sexual.
P. Muchas mujeres alcanzan el orgasmo marturb¨¢ndose y, en cambio, en la relaci¨®n de pareja no lo logran. ?A qu¨¦ es debido?
R. Es un problema de ritmos que no acaban de acoplarse. Biol¨®gica y culturalmente, la sexualidad masculina gira en tomo a una excitaci¨®n r¨¢pida seguida de penetraci¨®n. A las mujeres se les ha exigido una respuesta sexual similar, al hombre o adaptada a: ella, cuando biol¨®gicamente su comportamiento sexual es completamente diferente. Para excitarse, las mujeres necesitan un ceremonial de seducci¨®n normalmente m¨¢s largo, en el que la emotividad juega un papel importante. En el hombre, la excitaci¨®n es m¨¢s visual, mientras que en la mujer es m¨¢s tactil y, por tanto, m¨¢s lenta. El hombre, de hecho, se siente inc¨®modo en el juego amoroso prolongado porque tiene miedo de perder la erecci¨®n. En realidad, es pura ignorancia porque puede relajarse y excitarse de nuevo sin problemas. La mujer est¨¢ muy condicionada por este modelo de sexualidad y algunas desisten.
P. Y los mecanismos fisiol¨®gicos del deseo ?son tambi¨¦n diferenles?
R. Fisiol¨®gicamente, el deseo es un impulso producido por la activaci¨®n de un sistema neuronal espec¨ªfico qu¨¦ est¨¢ relacionado con las hormonas. Tanto en el hombre como en la mujer, la principal hormona involucrada en el deseo es la testosterona. ?sta activa los circuitos cerebrales de los que dependen el deseo y el placer. Hay un juego de ida y vuelta: la testosterona estimula el deseo sexual y ¨¦ste a su vez induce, la producci¨®n de testosterona. Uno alimenta a la otra y viceversa. Eso explica que cuanto menos se practica el sexo m¨¢s decrece el deseo sexual. Por el contrario, la insatisfacci¨®n sexual es un fuerte inhibidor del deseo y ¨¦ste incrementa el amor.
P. Usted ha tratado a muchas mujeres preorg¨¢smicas. ?Qu¨¦ diferencias observa respecto a las que s¨ª obtienen satisfacci¨®n sexual?
R. Las mujeres sexualmente satisfechas acostumbran a expresar en el encuentro sexual lo que les gusta o lo que no; dan indicaciones para lograr lo que les produce placer y se muestran activas y un as veces toman ellas la iniciativa de la relaci¨®n otras el compa?ero. Por el contrario, entre las mujeres con una pobre satisfacci¨®n sexual se observan algunas actitudes propias de la educaci¨®n sexual tradicional: suelen ser pasivas, no hablan de la sexualidad y mucho menos de lo que les gusta que les hagan; son incapaces de iniciar ellas el encuentro sexual y est¨¢n m¨¢s interesadas en la satisfacci¨®n del compa?ero que en la propia.P. En su libro establece una estrategia para llegar al orgasmo que comienza con la masturbaci¨®n. ?Por qu¨¦?R. Despu¨¦s de muchos a?os sin respuesta sexual, muchas mujeres han renunciado ya al orgasmo. Cuando se lo replantean, tienen que hacer un esfuerzo de reconocimiento de su propio cuerpo y si lo hacen con el compa?ero es m¨¢s dif¨ªcil, porque se sienten observadas. Si no se han atrevido o no han logrado conseguirlo solas, menos lo conseguir¨¢n con un observador.
P. Muchos hombres querr¨ªan colaborar, pero no saben c¨®mo hacerlo ?qu¨¦ necesita la mujer?
R. Una estimulaci¨®n eficaz en el lugar preciso. Cada mujer tiene unas zonas er¨®genas m¨¢s sensibles que otras, pero todas tienen un punto determinante: el cl¨ªtoris. Es la clave de la excitaci¨®n femenina. Si se produce una penetraci¨®n prematura, la mujer pierde la excitaci¨®n porque, contrariamente a lo que creen muchos hombres, en la penetraci¨®n la estimulaci¨®n de los genitales, y particularmente del cl¨ªtoris, disminuye. Por otra parte, si la vagina no est¨¢ suficientemente lubricada, se produce dolor y el dolor apaga la, excitaci¨®n.
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