Bruselas teme que los comerciantes usen la moneda un¨ªca para subir precios

La moneda ¨²nica debe reportar un ahorro a empresas y consumidores europeos de cinco billones de pesetas anuales. Pero puede convertirse en coartada para alzas indebidas de precios, especialmente en los peque?os comercios. Por eso la Comisi¨®n Europea propone en su libro verde estrictas medidas en defensa del consumidor, que abarcan desde la obligaci¨®n de informar hasta la implantaci¨®n d¨¦ normas sobre el redondeo. El peso de la reconversi¨®n a la moneda ¨²nica recaer¨¢ en el sector financiero.

Los bancos y entidades financieras ser¨¢n los m¨¢s afectados en la fase B, de lanzamiento de la divisa ¨²nica y adaptaci¨®n de las sociedades, que durar¨¢ un m¨¢ximo de tres a?os, seg¨²n prev¨¦ la Comisi¨®n en su Libro verde sobre las cuestiones pr¨¢cticas para la introducci¨®n de la moneda ¨²n ica (ver EL PAIS de ayer). Los bancos se han mostrado "d¨ªspuestos a adaptarse, pero reticentes a realizar grandes inversiones mientras no haya garant¨ªas sobre el calendario y la irreversibilidad" del proceso, constata el texto.Los Gobiernos deber¨¢n tambi¨¦n realizar actuaciones e inversiones, no cuantificadas, ya desde antes que comience la fase B, por ejemplo para tener a punto sus marcos fiscales, porque las empresas podr¨¢n optar, si as¨ª lo desean, a operar contablemente en ecus desde ese momento, sin esperar a la introducci¨®n masiva de billetes y piezas met¨¢licas de la moneda europea. Y deber¨¢n tambi¨¦n adaptar otras leyes, asegurando que el ecu adquiere curso legal (es decir, la condici¨®n por la que un acreedor no puede rechazarlo) y lo pierden las monedas nacionales; que los redondeos de cara al consumidor son equitativos y que los contratos no son revocables, pues la nueva moneda no constituye "una perturbaci¨®n" que tenga efectos jur¨ªdicos de fuerza mayor sobre los mismos.

Las empresas ser¨¢n los otros grandes protagonistas. Deber¨¢n elaborar sus cuentas de resultados y los balances en ecus, as¨ª como los salarios, complementos y fondos de pensiones empresariales, as¨ª como los nuevos contratos, facturas, recibos, pagos a proveedores y contratistas y sistemas de informaci¨®n, lo que requiere un aprendizaje de los administrativos. La Comisi¨®n llama a patronales y colegios profesionales a prepararlo. Cajas registradoras, gasolineras, calculadoras, m¨¢quinas accionadas con monedas (tragaperras y expendedoras de mercanc¨ªas y de billetes) tambi¨¦n deber¨¢n reconvertirse de la moneda. nacional a la denominaci¨®n en ecu", advierte el texto. Ello exigir¨¢ "inversiones significativas", por lo que la Comisi¨®n reclama una decisi¨®n r¨¢pida al menos sobre el tama?o y caracter¨ªsticas de las monedas.

En cuanto a los precios, "la principal dificultad recaer¨¢ en los comerciantes al detalle" porque los consumidores sospechar¨¢n que se les aplican m¨¢s altos precios. Por ello, los exhibidores, mostradores y pizarras con el precio dual "desempe?ar¨¢n un papel crucial para familiarizar al consumidor", y disipar¨¢n temores sobre "aumentos ocultos" de precio con la excusa del cambio. La Comisi¨®n no legislara sobre la obligatoriedad de estos mostradores, aunque los recomendar¨¢. Los Estados miembros deber¨¢n decidir, buscando un "equilibrio entre los intereses del consumidor y los costes" del sistema.

Entre las empresas que m¨¢s deber¨¢n esforzarse en la adaptaci¨®n figuran las que basan su mercadotecnia en impresos: los folletos suelen prepararse con un adelanto de hasta un a?o y medio, por lo que las compa?¨ªas de venta por correo o las que dependen de la promoci¨®n mediante folletos (compa?¨ªas de viajes) "se enfrentar¨¢n a importantes dificultade", porque los tipos de conversi¨®n no se conocer¨¢n hasta iniciarse la fase B. Deben prevenir este problema.

El libro verde, que tras las enmiendas oportunas se someter¨¢ en junio al Consejo Europeo de Cannes, no defiende una fecha para el lanzamiento (fase A), aunque sigue recordando la de 1997, mientras que el informe Maas, del grupo de expertos, se decantaba por 1999. Si se aprueba su periodificaci¨®n y se suman a estas fechas los tres a?os de despliegue de la fase B, el ciudadano no manejar¨¢ billetes denominados en ecus hasta el a?o 2000 o el 2002, lo que ya aventur¨® el Ecofin en su reuni¨®n informal de Versalles.