Clinton presenta un plan para establecer el equilibrio del presupuesto de EE UU en 10 a?os

La iniciativa antid¨¦ficit presentada el martes por el presidente. Bill Clinton es mucho m¨¢s modesta que la republicana en cuanto a plazos y mucho m¨¢s prudente en cuanto a sacrificios sociales. Pero es suficiente para cubrir los tres principales objetivos de la Casa Blanca: demostrar ante los socios del Grupo de los Siete que Estados Unidos est¨¢ seriamente decidido a combatir el d¨¦ficit, alertara la opini¨®n p¨²blica norteamericana de que es inevitable apretarse el cintur¨®n y tender un puente de negociaci¨®n con el Congreso republicano para equilibrar definitivamente el presupuesto.

"No va a ser f¨¢cil, pero los representantes electos de ambos partidos est¨¢n de acuerdo conmigo en que tenemos que hacer esto y lo haremos... Durante 12 a?os hemos acumulado d¨¦ficit. Ahora tenemos que eliminarlo. Es hora de ordenar este l¨ªo", dijo Clinton en un breve discurso televisado en la noche del martes.Las principales caracter¨ªsticas de la propuesta de la Casa Blanca, en contraste con la presentada anteriormente por los republicanos, son las siguientes:

Clinton quiere hacer los recortes de gastos m¨¢s lentamente, en 10 a?os, no en siete, como pretende la oposici¨®n.

La reducci¨®n total del d¨¦ficit es similar: algo m¨¢s de un bill¨®n de d¨®lares.

El presidente propone menos reducci¨®n de impuestos (111.000 millones de d¨®lares) y menos reducci¨®n de gastos tambi¨¦n.

La Casa Blanca no quiere tocar los programas relativos a educaci¨®n y formaci¨®n profesional, entre otros menores.

Clinton acepta, sin embargo, recortes (178.000 millones de d¨®lares, por 431.000 millones de los republicanos) en gastos que hasta ahora parec¨ªan intocables para los dem¨®cratas, como ayudas en sanidad, a pobres y a jubilados.

El presidente elimina los beneficios fiscales y de subsidios a las empresas y a los ingresos m¨¢s altos.

La propuesta, en su integridad, va a ser con seguridad rechazada por el Congreso de mayor¨ªa republicana, pero abre un campo para la negociaci¨®n porque le da la raz¨®n a la oposici¨®n en varios aspectos:

-1?- Al reconocer la necesidad de establecer un plazo m¨¢ximo para equilibrar por completo el presupuesto.

-2?- Al admitir recortes en Medicaid (asistencia sanitaria a los pobres) y Medicare (asisencia sanitaria a los jubilados), que son los programas que m¨¢s contribuyen al d¨¦ficit.

-3?- Al incluir algunas reducciones de impuestos, aunque sea s¨®lo para la clase media.

Esas concesiones han hecho que la iniciativa del presidente haya sido tambi¨¦n recibida por cr¨ªticas de parte de su propio partido. Una representante dem¨®crata por California, Nancy Pelosi, dijo que Clinton "est¨¢ haciendo el juego a los republicanos". Y dos de las principales figuras de ese mismo partido, su l¨ªder en la C¨¢mara de Representantes, Richard Gephardt, y en el Senado, Thomas Daschle, se han quejado p¨²blicamente de que el presidente haya aceptado recortes en Medicaid y Medicare. "Abrir la puerta a reducir Medicare para que los republicanos paguen sus recortes de impuestos es convertir Medicare en un juego pol¨ªtico", dijo Gephardt.

Otros dem¨®cratas, sin embargo, consideran que el presidente no pod¨ªa quedarse de manos cruzadas mientras los republicanos se convert¨ªan ante la opini¨®n p¨²blica en los ¨²nicos abanderados de la lucha contra el d¨¦ficit. A Clinton le hab¨ªa ido bien en los ¨²ltimos meses su actitud de mantenerse relativamente al margen del debate pol¨ªtico, pero no pod¨ªa permanecer en esa posici¨®n por mucho m¨¢s tiempo sin que su papel comenzase a sonar irrelevante. Con su discurso del martes recupera cierta iniciativa pol¨ªtica en un asunto que es popular en EE UU. Las encuestas revelan que los norteamericanos prefieren la eliminaci¨®n del d¨¦ficit a la reducci¨®n de sus impuestos.

Bill Clinton estaba, al mismo tiempo, urgido a hacer algo que le permitiera llegar con autoridad a la cumbre del Grupo de los Siete (G-7) que comienza hoy en la ciudad canadiense de Halifax. El l¨ªder republicano en el Senado, Bob Dole, que respondi¨® al discurso presidencial, reforz¨® esa imagen de fortaleza de Estados Unidos al afirmar que ahora el Congreso y la Casa Blanca "han convergido en un momento de poderoso potencial". "Hoy creo que nada puede detenernos", dijo Dole al vislumbrar las expectativas de que EE UU acabe con su d¨¦ficit a medio plazo.