Gonz¨¢lez acepta "con sentimiento" la dimisi¨®n de Manglano como director de los servicios secretos

El presidente del Gobierno acept¨® ayer "con verdadero sentimiento" la dimisi¨®n del director general del Cesid, teniente general Emilio Alonso Manglano, quien present¨® su renuncia el pasado lunes tras estallar el esc¨¢ndalo de las escuchas ilegales realizadas por el principal servicio secreto espa?ol. El fiscal general del Estado, Carlos Granados, tiene ya el encargo del Ejecutivo de actuar contra el responsable de la sustracci¨®n de las cintas. En su comparecencia a puerta cerrada ante la Comisi¨®n de Secretos Oficiales del Congreso, el vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra, puso nombre al principal sospechoso: el coronel Juan Perote, ex responsable de la Agrupaci¨®n Operativa del Cesid y amigo del ex banquero Mario Conde. El Gobierno dar¨¢ explicaciones en el Pleno del Congreso la semana pr¨®xima, previsiblemente, por boca de Felipe Gonz¨¢lez.

Al t¨¦rmino de la reuni¨®n que, por espacio de tres horas y media, mantuvo con la comisi¨®n, Narc¨ªs Serra anunci¨® p¨²blicamente que Felipe Gonz¨¢lez hab¨ªa aceptado "con verdadero sentimiento" el cese del militar que durante 14 a?os ha dirigido a los esp¨ªas espa?oles, no sin recordar que ¨¦ste ha prestado "servicios impagables" a la democracia espa?ola."Por el momento", seg¨²n sus palabras, ¨¦ste es el ¨²nico cese derivado del caso, ya que ni ¨¦l ni el ministro de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, que le acompa?¨® ante la comisi¨®n y fue testigo mudo de la rueda de prensa, se han planteado la dimisi¨®n. A puerta cerrada ambos hab¨ªan descartado expresamente la posibilidad de abandonar sus cargos.

El Gobierno ha pedido comparecer la semana pr¨®xima ante el pleno del Congreso para debatir el esc¨¢ndalo. Aunque la intenci¨®n inicial es que el vicepresidente afronte el debate, Serra no excluy¨® que sea el propio Gonz¨¢lez quien ofrezca las explicaciones, y pospuso la decisi¨®n definitiva hasta hoy.

P¨²blicamente, Serra y Garc¨ªa Vargas eludieron se?alar al presunto responsable del espionaje a destacadas figuras de la vida p¨²blica espa?ola, incluido el Rey, ya que s¨®lo cuentan con "hip¨®tesis de trabajo, no confirmadas". A puerta cerrada, los dos miembros del Gobierno s¨ª apuntaron al principal sospechoso: el coronel Juan Alberto Perote Pell¨®n, responsable durante diez a?os de la Agrupaci¨®n Operativa del Cesid, la secci¨®n encargada de las acciones clandestinas del centro.

Seg¨²n la versi¨®n que ofrecieron, Perote traicion¨® la confianza depositada en ¨¦l por Manglano, quien le hab¨ªa fichado para el servicio secreto en 1982, poco despu¨¦s de asumir la direcci¨®n del mismo. Perote grab¨® conversaciones privadas, sin relaci¨®n alguna con los objetivos del Cesid, que tiene encomendada la defensa de la seguridad del Estado frente a amenazas exteriores o interiores.

El coronel, que fue separado del centro en noviembre de 1991, se llev¨® consigo copia de las grabaciones, as¨ª como numerosos documentos secretos, cuya cuant¨ªa e importancia desconoce todav¨ªa el Gobierno, y recientemente las habr¨ªa hecho llegar al diario El Mundo a trav¨¦s de una tercera persona, a la que no se aludi¨® por su nombre, aunque qued¨® claro que se trataba del ex presidente de Banesto Mario Conde.

El primer indicio que tuvo el centro de la tormenta que se avecinaba fue la publicaci¨®n, en marzo pasado, de la existencia de una cinta grabada al ex presidente Adolfo Su¨¢rez durante la visita que realiz¨® al Cesid en 1978 y de la que, en un primer momento, se responsabiliz¨® al ex agente secreto Jos¨¦ Luis Cortina. Ya en mayo, el nombre de Perote apareci¨® en la lista de testigos propuestos por Mario Conde en el caso Crill¨®n, para probar que el informe sobre sus negocios fue encargado por Serra y pagado con los fondos reservados del Cesid. El pasado martes, Perote y Conde se reunieron en secreto en Madrid en un chal¨¦ del ex director general de Banesto e ¨ªntimo amigo de Conde, Fernando Garro.

Aunque Serra y Garc¨ªa Vargas reconocieron la dificultad de probar estas imputaciones, anunciaron a los diputados que el Gobierno ha instado al fiscal general del Estado para que act¨²e contra el coronel como presunto autor de un delito de revelaci¨®n de secretos, castigado por el C¨®digo Penal Militar con hasta 10 a?os de c¨¢rcel. Ante los periodistas, la ¨²nica menci¨®n que hizo Serra a Perote fue para recordar que ¨¦ste ha calificado la difusi¨®n de los documentos del Cesid de "batalla dentro de una guerra" y preguntarse por el sentido de estas palabras.

El vicepresidente y el ministro aseguraron, durante su reuni¨®n con los parlamentarios, que se est¨¢ echando un pulso al Estado democr¨¢tico mediante la utilizaci¨®n con fines de chantaje pol¨ªtico de estos documentos sustra¨ªdos al servicio de informaci¨®n.