El sepelio de las v¨ªctimas del asalto acaba en una protesta contra el Gobierno
Budi¨®nnovsk estaba ayer de duelo. Enterraba a las primeras 30 personas muertas por las balas del comando checheno, que ha comenzado a cumplir su amenaza de vengar y de llevar la guerra al interior de Rusia. Cada muerto ten¨ªa su propio cortejo f¨²nebre. Pero ya en el cementerio, en el este de la ciudad, muchos se un¨ªan al mitin que all¨ª organizaron las autoridades locales. Si ¨¦stas pensaron que la gente se limitar¨ªa a llorar a sus muertos, se equivocaron. El mitin se convirti¨® en un acto de protesta contra la corrupci¨®n de la Administraci¨®n de Budi¨®nnovsk y contra el Gobierno en general.
"?Abajo el Gobierno!". "?Basta ya de contemplar c¨®mo nos roban!", dijo un orador, mientras otro llam¨® a formar un frente com¨²n contra la Administraci¨®n local. Pero lo m¨¢s preocupante fue que el mitin demostr¨® que tienen raz¨®n los que temen que la actual crisis acabe deteriorarando las relaciones inter¨¦tnicas en la regi¨®n."Esto es una guerra de musulmanes contra cristianos. Los musulmanes nos est¨¢n echando poco a poco de nuestras tierras", dijo en su discurso el diputado VIadimir Kudenovski. Y Alexandr Kotov¨®i, un polic¨ªa de 47 a?os, llam¨® a expulsar de la provincia a los que profesan el islam: "?Que los musulmanes se vayan a un estado musulm¨¢n! Nosotros tambi¨¦n podemos criar corderos y cultivar fruta. Afortunadamente hay hermanos que no se quedan de brazos cruzados. Los cosacos de la aldea de Arjanguelskoie [a unos 20 kil¨®metros al sur de Budi¨®nnovsk], han capturado a otros chechenos y los matar¨¢n si mueren los rehenes de nuestro hospital. ?Que sepan esas v¨ªboras que no saldr¨¢n ilesos!". El discurso de Kotevoi fue saludado con aplausos y gritos de ?Mueran los chechenos!".
Exceptuando el cementerio, la sede de la polic¨ªa y la calle que lleva al hospital, Budi¨®nnovsk es una ciudad desierta. las tiendas est¨¢n cerradas, los restaurantes no funcionan, las f¨¢bricas est¨¢n paradas. S¨®lo trabajan las panader¨ªas y la central telef¨®nica, el primer edificio que el mi¨¦rcoles se tomaron los chechenos. A pocos pasos, frente a la alcald¨ªa, a¨²n humea la Casa de los Pioneros, que fue el edificio que m¨¢s sufri¨® durante el ataque de los guerrilleros.
Las huellas del paso de los chechenos por el centro de la ciudad a¨²n no han desaparecido: en medio de la calle, todav¨ªa permanecen un autob¨²s completamente quemado, un coche calcinado, una camioneta sin cristales y agujereada por las balas.
En la calle Kalinina, que lleva al hospital, peque?os grupos de personas relatan una y otra vez la tragedia que vivieron y la pesadilla que a¨²n no ha terminado. De pronto sale una ambulancia y algunos, los m¨¢s valientes, corren a averiguar a qui¨¦n transporta. Minutos despu¨¦s, llega un muchacho en bicicleta y sonr¨ªe: "Han liberado a una madre con su hijo peque?o y a una anciana", dice. Los vecinos -muchos tienen parientes entre los rehenes- se agitan y en sus ojos aparece una peque?a luz de esperanza de que todo termine bien.
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