"La derrota es m¨¢s humana"
Una se?ora enlutada se ha colado en el entrenamiento del Deportivo y se acerca a su t¨¦cnico para susurrarle: "?Arsenio, non te vaias!". Pero el maestro ya est¨¢ recogiendo los papeles. Entre la indiferencia de unos pocos -"esos que vienen al f¨²tbol tan amargados como van a la oficina"- y la devoci¨®n de la muchachada, que incluso ha compuesto en su honor un himno agridulce, todo un alegato contra la ingratitud de sus detractores, en el que se proclama que el Deportivo ya no ser¨¢ el mismo sin Arsenio Iglesias paseando cabizbajo por el banquillo.
Arsenio, que cumplir¨¢ 65 a?os la pr¨®xima Nochebuena, no se siente ni triste ni maltratado. Aunque tiene la mente ocupa da en la final de Copa, tampoco es que le obsesione despedirse con un t¨ªtulo. En casi medio siglo de vida f¨²tbol¨ªstica experiment¨® a fondo las sensaciones de la victoria y la derrota. Y percibe que esta ¨²ltima es el estado m¨¢s natural de los seres humanos.
Pregunta. Entre tantas despedidas y ante la inminencia de la final de Copa, ?cu¨¢l es su estado de ¨¢nimo?
Respuesta. Me encuentro muy bien. Son d¨ªas intensos, pero el cuerpo ya est¨¢ habituado a estas cosas.
P. Es curioso que sea el sector m¨¢s joven del p¨²blico el que se est¨¦ volcando con usted.
R. Ya viene de tiempo atr¨¢s. Esos nenos [ni?os] son tan generosos que hasta nos animan en los momentos m¨¢s dif¨ªciles. Hay tambi¨¦n los eternos contras, que son pocos, aunque se hacen notar mucho.
P. Si gana la Copa, le van a aclamar como a un h¨¦roe. Pero si pierde, es probable que le recuerden siempre como a un Poulidor...
R. S¨ª, el ciclista que no ganaba nunca... Tambi¨¦n eso es bonito, hombre. Yo estoy un poco cansado de los ganadores natos. Hay que saber competir, pero tambi¨¦n hay que saber que no siempre se logran los objetivos. El Deportivo tiene una historia muy corta para permitirse el lujo de ser un equipo derrotado. Tiene el gran pasado de un club con se?or¨ªo, aunque sin grandes logros hist¨®ricos. Al Deportivo no hay que pedirle que empiece ya a conquistar t¨ªtulos como el Madrid o el Barcelona.
P. ?Hay m¨¢s humanidad en la derrota que en la victoria?
R. S¨ª, mucho m¨¢s. Es m¨¢s humana la derrota. A veces oyes esas frases manidas: "A m¨ª me gusta ganar hasta en los entrenamientos". Al que le guste perder es que es tonto. Pero en toda disputa hay ganadores y perdedores. El mundo no se gobierna ¨²nicamente por los sentimientos de los que se dicen ganadores natos. Si fuera as¨ª habr¨ªa que acabar con Ruanda y con todos esos pueblos de la tierra que por desgracia son perdedores.
P. Sin embargo, a usted el ¨¦xito le ha sido esquivo. Cuando hab¨ªa alcanzado la gloria, con m¨¢s de 60 a?os, surgen problemas en el club y decide abandonar. ?No se siente maltratado por el f¨²tbol?
R. No, no. Lo ocurrido en los tres ¨²ltimos a?os en el Deportivo lleg¨® casi de improviso, sin pensarlo. Pero anteriormente hab¨ªa tenido mis satisfacciones. Con el H¨¦rcules estuve a punto de jugar la Copa de la UEFA, ascend¨ª a Primera con el Burgos y, el Zaragoza... Para m¨ª fueron logros muy importantes, dentro de lo que entonces era la categor¨ªa de esos equipos. Es cierto que s¨®lo se significan los ¨¦xitos de los ¨²ltimos a?os en el Deportivo. Pero yo tengo muy presentes los otros.
P. Para dedicar m¨¢s de cuarenta a?os a una actividad, hay que sentir una fuerte pasi¨®n por ella.
R. Sobre todo, hay que tomarla con cari?o y con humor para no vivir amargado.
P. ?Y si pudiese rebobinar su vida, volver¨ªa a dedicarse al f¨²tbol?
R. S¨ª, pero ser¨ªa m¨¢s diplom¨¢tico. Contar¨ªa m¨¢s mentiras, je, je. Con eso y un poco de m¨²sica de viol¨ªn, que es muy fina, llegas al fondo de los corazones. No se pueden decir las cosas derechas y secas. Por eso yo contesto a veces a mi manera. Por lo dem¨¢s, tampoco es que haya dejado de hacer nada especial por culpa del f¨²tbol. Me he dedicado a ¨¦l con tanta fuerza que no he tenido tiempo de otras cosas.
P. Valdano y Cruyff dicen a sus jugadores que se diviertan y hablan del f¨²tbol como de una fiesta. Usted parece verlo desde el lado del sufrimiento...
R. No es as¨ª. Yo tengo afecto por Valdano, es una persona que vale la pena. Cuando ¨¦l le dijo a Ra¨²l en su deb¨² aquello de "salga ah¨ª a divertirse" estaba tratando de aliviar al chico. Pero tambi¨¦n le dio otras instrucciones. Todos queremos que la gente juegue bien al f¨²tbol, porque no hay cosa mas hermosa que un buen partido de f¨²tbol. Sin embargo, no siempre te sale lo que pretendes, y, en ese sentido, el f¨²tbol no es s¨®lo diversi¨®n .Tienes que estar preparado para sobreponerte.
P. En el banquillo, nadie lo pasa bien...
R. Tienes una res ponsabilidad que pesa mucho. Los jugadores son 11 y la responsabilidad de cada uno queda m¨¢s diluida. T¨² estas solo. Claro que puedes echarle la culpa a los futbolistas, je, je, pero ¨¦se no es mi estilo.
P. Hay poca gente con tanta experiencia como usted para poder evaluar lo mejor y lo peor del f¨²tbol.
R. Lo mejor, como dicen por ah¨ª, son el bal¨®n y los jugadores. Lo peor son las pasiones y lo que rodea al juego. Antes, el f¨²tbol era m¨¢s de andar por casa, m¨¢s funcional. Ahora se ha montado una burocracia impresionante. Ya es m¨¢s dif¨ªcil saber d¨®nde est¨¢ cada cosa. Pero es un precio que tienes que pagar
P. Usted sostiene que en los m¨¢s de cuarenta a?os que lleva metido en esto, el juego en si apenas ha cambiado.
R. Puskas y Di St¨¦fano seguir¨ªan siendo hoy grandes jugadores y los de ahora tambi¨¦n lo ser¨ªan en aquella ¨¦poca. Lo que ha cambiado es el juego como concepto colectivo. Se estudian los partidos, hay un control mucho m¨¢s severo sobre los espacios y los futbolistas de talento encuentran m¨¢s trabas. El f¨²tbol es mejor ahora, aunque haya perdido espectacularidad en el plano individual. Por ejemplo, a m¨ª me encantan partidos de la Liga italiana donde no ves sobresalir extraordinariamente a nadie, pero hay una enorme disputa, una gran intensidad.
P. ?De verdad que se va? ?No le ha tentado nadie?
R. Ya me han tentado, pero no, es muy dif¨ªcil que vuelva.
P. ?Y qu¨¦ va a hacer los do mingos por la tarde?
R. Ir¨¦ al f¨²tbol, co?o. A lo mejor puedo ayudaros a hacer la cr¨®nica...
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