Salman Rushdie: "El fundamentalismo es un movimiento pol¨ªtico fascista"
La llamada de tel¨¦fono de Scotland Yard lleg¨® a ¨²ltimas horas de la tarde del viernes. Al principio, pens¨¦ que era el servicio de habitaciones as¨ª que no me que de con el nombre ni el cargo (?inspector? ?sargento? ?MacLeish?): "Un hombre se encontrar¨¢ con usted en el vest¨ªbulo de su hotel el lunes a la una y media de la tarde. Su nombre es Sinclair. Coger¨¢n un taxi juntos y lo pagar¨¢ usted". Dios m¨ªo, pens¨¦, qu¨¦ agarrados. Realmente eran de Scotland Yard. Pero luego pens¨¦ que por qu¨¦ iba a tener que pagar nada Scotland Yard para que yo viese a Salman Rushdie.Sinclair result¨® ser un joven afable y bien parecido con gafas de sol de montura met¨¢lica y traje, que siente simpat¨ªa por la sociedad sin clases de Canad¨¢. Le pregunt¨¦ si por lo general trabaja como escolta de Rushdie. "Normalmente estoy asignado a un miembro del Parlamento", dijo con su acento sobrio y gracioso del norte. Pero no es tan emocionante como este asunto tan encubierto y peligroso". El taxi londinense iba de un lado a otro, sorteando el atestado tr¨¢fico". No parec¨ªa que nadie nos siguiera.
"No me gusta que los polic¨ªas escuchen mis conversaciones", dijo Rushdie. Se levant¨® y cerr¨¦ la puerta. Los dos hombres de Scotland Yard que hab¨ªan llevado a Rushdie a reunirse conmigo ten¨ªan as¨ª el dormitorio de la suite del hotel Claridge, para ellos solos y Rushdie y yo ten¨ªamos el sal¨®n. Sinclair se hab¨ªa ido despu¨¦s de una decepcionante, inspecci¨®n superficial de mi bolsa con el equipo.
"He o¨ªdo decir cosas a gente que me sorprend¨ªa que las dijera", dice Salman Rushdie. "Por ejemplo" he le¨ªdo que Al Alvarez, el poeta, ha dicho: Bueno, Salman siempre quiso ser un escritor famoso y ahora es el escritor. M¨¢s famoso del mundo, as¨ª que le viene bien. Cuando se anunci¨® mi amenaza, el entonces secretario de. Exteriores de Gran Breta?a dijo: 'Al pueblo brit¨¢nico no le gusta este libro, compara a Inglaterra con la Alemania de Hitler. Pens¨¦: "?D¨®nde? Que me ense?e d¨®nde lo digo en el libro".
Pregunta. ?Cree que lo hab¨ªa le¨ªdo y que fue una decisi¨®n propia decir eso?,
Respuesta. Claro que no. A la persona que ocupa ahora la Secretaria de Exteriores, con quien tengo que tratar, le preguntaron una vez que cu¨¢l hab¨ªa sido su labor m¨¢s desagradable en pol¨ªtica. Respondi¨®: 'Leer Los versos sat¨¢nicos'. Hay infinitos comentarios sobre lo arrogante que soy y lo desagradable que soy como persona. Est¨¢n escritos, invariablemente por personas a las que no he visto en mi vida.
P. La gente que no tiene una imagen en los medios de comunicaci¨®n no le cree a usted realmente cuando afirma esto.
R. Hubo una o dos ocasiones en que tuve que ir a los tribunales para recibir disculpas. Por ejemplo, se public¨® una historia sobre m¨ª en la revista estadounidense Esquire que se reprodujo aqu¨ª en la prensa sensacionalista y que dec¨ªa que mis amigos hac¨ªan de proxenetas para proporcionarme mujeres.
P. Pero eso es cosa de los peri¨®dicos sensacionalistas. Supongo que es su oficio. Es como, escribir una novela. Usted se dice: "Bueno, si estuviera en esta situaci¨®n, querr¨ªa mujeres. Ahora bien, ?c¨®mo puedo tenerlas? Se lo pedir¨¦ a mis amigos". Y, de repente, eso pasa a ser la realidad.
R. Hay un sector fuerte de la comunidad period¨ªstica brit¨¢nica que piensa que cada penique gastado en protegerme es un despilfarro. Por lo tanto, cuanto m¨¢s se gasta en mi, m¨¢s despilfarro es. Y si se gasta en qu¨¦ me divierta ?Dios me libre!, ya es algo verdaderamente indecente. Un sector del Partido Conservador piensa as¨ª. Corre una especie de rumor que dice: "Es un bastardo, un maldito escritor ilegible, arrogante, que sabe lo que se hace, se ha metido ¨¦l mismo en problemas con su propio pueblo, y ahora el partido pol¨ªtico y las fuerzas policiales que siempre ha criticado tienen que salvarle el pellejo. ?Por qu¨¦. tenemos que hacerlo? Encima, ?es un inmigrante!". Todas, esas cosas son mortales. Dios es de que no hay escritores arrogantes Nunca los. ha habido, Todos los, escritores son lo m¨¢s modoso que hay.
P. A m¨ª me han censurado pel¨ªculas y me doy cuenta de qu¨¦ nunca podr¨ªa prever a un censor. No s¨¦ c¨®mo piensan porque suelen querer cortar cosas de mi pel¨ªcula que nunca podr¨ªa imaginar que querr¨ªan cortar.
R. Tuve la extra?a experiencia de convertirme en tema de una pel¨ªcula -esta pel¨ªcula p¨¦sima que se hizo en Pakist¨¢n llamada Internatiotial Guerrillas-. Trata de los luchadores por la libertad del Islam que me persiguen e intentan matarme. Soy el malo de la pel¨ªcula. Hay un personaje que se llama como, yo que es autor de Los versos sat¨¢nicos y lleva una serie de atractivos trajes de safari. Cada vez que este tipo aparece en pantalla hay una especie de grito, sat¨¢nico' "dahh dahh".. Y el c¨¢mara siempre le enfoca a los pies. Luego hay un lento movimiento Panoramico, hacia arriba.
P. No, es una inclinaci¨®n. Es un error muy com¨²n y me pongo muy pedante.
R. No. Se lo agradezco. Har¨ªa la misma correcci¨®n pedante sobre la escritura. Y este tipo, yo, vive en lo que aparentemente es una isla, en las Filipinas, protegido por lo que parece ser el Ej¨¦rcito israel¨ª. Varios miembros radicales isl¨¢micos fueron arrestados por los soldados jud¨ª¨®s y conducidos ante el personaje que hace de m¨ª, quien los tortura, los ata, y los raja con espadas. Al final de la pel¨ªcula, en realidad soy ejecutado por la Sagrada Biblia. El Cor¨¢n aparece en el cielo encima de m¨ª y me fr¨ªe a rayos. Esta terrible pel¨ªcula est¨¢ tan mal hecha, que la verdad es que cuesta tom¨¢rsela demasiado en serio, pero lleg¨® a Inglaterra y fue prohibida. Y me vi en la situaci¨®n m¨¢s extra?a. Estoy librando una batalla contra la censura y aparece alguien que- prohibe una pel¨ªcula que llega sobre. m¨ª. Termin¨¦ escribiendo a los censores y les garantic¨¦ que no.emprender¨ªa acciones legales contra ellos. Y les dije que no deseo ser protegido. de ese modo. Es una maravillosa, par¨¢bola sobre c¨®mo la censura no funciona. Si esa pel¨ªcula. hubiese sido prohibida, se habr¨ªa convertido en el mayor ¨¦xito de la ciudad. En su lugar, la prohibici¨®n, se retir¨® tras mi solicitud, y los productores reservaron el cine, m¨¢s grande de Bradford, que es la comunidad musulmana mas numerosa, y no fue nadie. Perdieron una fortuna y la pel¨ªcula no dur¨® m¨¢s de dos semanas en cartel.
P. ?Se le da bien la religi¨®n es religioso?
R. No. Soy completamente ajeno a la religi¨®n. Fui educado en una familia en la que la religi¨®n simplemente no contaba. Y se desvaneci¨® de mi vida. Sin embargo ' me interesa mucho. Porque si creces en la India y. pasas la mayor parte de tu vida escribiendo sobre la India la verdad es que no Puedes escribir sobre la India sin escribir sobre la religi¨®n.
P. Entonces, ?c¨®mo es que le¨ª que se hab¨ªa convertido al Islam?
R. Hace cinco a?os, hubo un momento en que comet¨ª un est¨²pido error. cu¨¢ndo se me acerc¨® un grupo de musulmanes brit¨¢nicos que m¨¢s o menos me convencieron para que dijese algo en favor d¨¦ la fe y me dijeron que, si lo hac¨ªa, se producir¨ªa una r¨¢pida mejora de la situaci¨®n a cambio. Dije cosas muy est¨²pidas durante un par de semanas.
P. Vaya, vaya.
R. Es una de esas cosas de que te convencen con buenas razones, cuando piensas: "Bueno, voy a demostrar a esta gente que no soy su enemigo, quiero tranquilizar las cosas". Y eso te empuja a decir cosas que no deber¨ªas decir porque da la casualIdad que no coinciden con lo que piensas.
P. S¨ª.
R. En el momento en que hice aquella declaraci¨®n, me sent¨ª f¨ªsicamente enfermo porque me dio la impresi¨®n de que de alguna manera hab¨ªa perdido. mi lenguaje. Hasta aquel momento lo ¨²nico que me hac¨ªa seguir adelante era que pod¨ªa defender todo lo que dec¨ªa y que pod¨ªa hablar sobre ello en mi lenguaje habitual, sin tener que utilizar ning¨²n tipo de frase especialmente cautelosa; pod¨ªa simplemente hablar. Y, de repente, me vi en una, situaci¨®n comprometida. As¨ª que r¨¢pidamente di el paso de decir: "Miren, esto era un error, ¨¦sta no es mi postura y, aunque no soy hostil hacia los musulmanes, en general no podr¨ªa considerarme musulm¨¢n sinceramente".
P. Aqu¨ª sentado hablando con usted, me costaba pensar en usted. como un musulm¨¢n practicante y devoto.
R. B¨¢sicamente, me ofrecieron un trato. Qued¨® claro r¨¢pidamente que fue un error haber hecho aquellas declaraciones y que la gente con la que pact¨¦ no era en absoluto de fiar.
P. ?Dice que nunca podr¨¢ volver a Bombay?
R. S¨ª. Eso es, absolutamente terrible para m¨ª. Eso es lo peor de todo, tener dificultades para volver a la India es la peor de todas las privaciones. Porque,, en fin, es mi pa¨ªs. Mi familia sigue all¨ª, mi madre vive en Pakist¨¢n y no se me permite ir a ese pa¨ªs, all¨ª estoy personalmente prohibido.
P. Un pa¨ªs musulm¨¢n es el lugar menos conveniente para usted...
R. Nunca volver¨¦ a Pakist¨¢n, sin duda. Pero eso indica hasta qu¨¦ punto todo esto es una invenci¨®n. Mi madre lleva viviendo all¨ª todo este tiempo y no le ha pasa do absolutamente nada. No ha recibido ni una sola lla mada desagradable.
P. ?Por qu¨¦ no? Porque cree que en la calle...
R. Porque no todo el mundo es igual. Mi madre va al bazar y la gente le pregunta: C¨®mo est¨¢ su hijo? ?No es terrible lo que est¨¢ pasando?".
P. ?S¨ª? Ahora es muy interesante saber eso.
R. Pero es la realidad.
P. La imagen que uno tiene es que la apedrear¨ªan en la calle.
R. Ya lo s¨¦. La gente dice: "Estos musulmanes est¨¢n locos, no pudimos detenerlos y son unos bastardos". Una de las cosas a las que no se ha prestado mucha atenci¨®n es a la cantidad de apoyo musulm¨¢n que he recibido.
P. Saber eso anima.
R. Lo que se llama islamismo no es lo mismo que el Islam. Este asunto pol¨ªtico que llamamos fundamentalismo y del que se' asusta todo el mundo no es un movimiento religioso, sino un movimiento pol¨ªtico, fascista que casualmente utiliza cierto lenguaje religioso.
P. ?Es como el cristianismo fundamentalista en EE UU?
R. Desde luego, pero como en Occidente se tiene menos conocimiento de lo que pasa en estos pa¨ªses hay una tendencia a no entender que esto es un movimiento pol¨ªtico, a decir que es una efusi¨®n espont¨¢nea de los verdaderos sentimientos religiosos de la gente.
P. S¨ª, ya s¨¦ que la gente piensa eso.
R. S¨ª, y adem¨¢s no se da cuenta del hecho de que la gente que est¨¢ m¨¢s oprimida por estos movimientos es musulmana. Eso quiere decir que la gente m¨¢s oprimida . por el r¨¦gimen iran¨ª es la gente de Ir¨¢n.
P. Al final, resulta f¨¢cil pensar que reciben lo que merecen, que de alguna manera es una expresi¨®n de lo que quieren en realidad.
R. Pero no existe una cultura homog¨¦nea que pueda exigir no ser criticada. Por ejemplo, Ir¨¢n es famoso por ser el lugar en el que se cuentan los chistes m¨¢s pornogr¨¢ficos sobre el profeta.
P. ?De verdad?
R. Ir¨¢n tiene fama de ser un lugar donde se cuentan historias verdes, historias verdes religiosas. Es su cultura. Ninguna cultura es una sola cosa.
P. Si alguien hiciese eso ahora en Ir¨¢n, bajo estos...
R. Acabar¨ªan con ¨¦l... Pero es algo que sigue en la calle y en las casas de la gente. Es una cultura irreverente. Mis libros siempre han salido de esa idea de la mezcla, la clase de verdad idealizada y mestiza. Deber¨ªamos evitar a toda costa cualquier versi¨®n elitista de la verdad.
Copyright Los Angeles Times
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