Los cuarentaytantos

Hay muchas personas que se cuestionan, por ejemplo, si existen Dios, los ovnis, el monstruo del lago Ness, o si es verdad que hay mujeres que utilizan un 40 o m¨¢s en el calzado. Yo me cuestiono, entre otras muchas, las tres primeras, pero de ninguna manera la cuarta, pues tengo un ejemplo en casa. Tengo, adem¨¢s, la certeza de que entre los que dudan de la cuarta se encuentra la inmensa mayor¨ªa de fabricantes de calzado. Y es que, en verdad, casi nadie pondr¨ªa en una lista de grandes problemas de la humanidad (y lo entiendo) el de las mujeres que no encuentran calzado adecuado a partir del n¨²mero 40. Hay determinadas ¨¦pocas del a?o en que este problema ser¨ªa para ellas el primero de la lista, y es cuando llega el momento de comprar zapatos nuevos. Despu¨¦s de recorrer todas las zapater¨ªas de Sevilla y Huelva es lo m¨¢s probable volver a casa agotados (porque yo tambi¨¦n voy), decepcionados, y ella pensando que es un bicho raro, porque de tantos miles de zapatos bonitos, de dise?o, de formas, de altura de tac¨®n, resulta que en ninguna parte tienen el n¨²mero 40 o 41.

?Tienen que resignarse a esos zapatos feos y obsoletos que se denominan tallas especiales o tienen que acudir, sin padecer ninguna anomal¨ªa o enfermedad, a la ortopedia...?

?Por favor!, a los se?ores fabricantes de calzado les ruego que hagan zapatos del 40, 41, 42.... porque hay miles de mujeres que los calzan, y cada vez habr¨¢ m¨¢s. Y a los profesionales de la venta de calzado, que reclamen, por favor, zapatos de se?ora y de se?orita de ¨¦sos tan bonitos y de ¨²ltima moda, pero los cuarentaytantos.-