Estaba la mar rizada

Mar¨ªa del Mar Bonet lleva en su melena, todas las brisas del Mediterr¨¢neo, pero ella es serena como un lago. El concierto de La Riviera fue lacustre, sosegado y barroco. Su talante esc¨¦nico es, a primera vista, distante. Pero s¨®lo a primera vista, porque la Bonet es una apolog¨ªa de la alegr¨ªa de vivir. Estaba la mar rizada. Si te dejas envolver por su voz y por esas melod¨ªas m¨¢gicas, la cantante mallorquina te embruja.La noche fue un periplo sensual por el Mare Nostrum. Hab¨ªa aires de habanera, de boleros arrastrados, tonadas ibicencas, jotas de siega, suspiros de mezquita, panderos del Nilo, c¨¢nticos sardos, napolitanos, turcos. Mar¨ªa del Mar Bonet es pionera de fusiones porque las lleva dentro. S¨®lo hay un peque?o lunar en su propuesta: se echa de menos una cierta direcci¨®n esc¨¦nica. La sencillez tambi¨¦n precisa de coreograf¨ªa.

Junto con piezas de su repertorio habitual, Mar¨ªa del Mar interpret¨® varias canciones de su reciente disco, Salmaia. Hubo momentos especialmente brillantes, como la bell¨ªsima canci¨®n A las puertas del olvido, dedicada a Ovidi Montllor; el derroche de humor de Per Hip¨®crates, o una joya como La m¨²sica.