B¨¦lgica limita al sur con el 'sprint'
Acabado el can¨ªbal y su ep¨ªgono Van Impe, B¨¦lgica, un pa¨ªs donde el ciclismo es religi¨®n, no gana el Tour desde hace 16 a?os. Los estudiosos hablan de aumento de nivel de vida, lo que ahuyenta a los j¨®venes del sacrificio de lo pedales; otros apuntan a que el dinero f¨¢cil que se gana en las kermesses, competiciones de circuito urbano por todos los pueblos de B¨¦lgica, ha fomentado un tipo de ciclista encerrado en sus fronteras y con poco que decir en los espacios abiertos, hasta cuando sopla el viento, su monopolio de toda la vida.Ya nadie teme a los belgas en el llano. Son ellos los que se descuelgan. Su presencia en el Tour se reduce a un oportunista -o sprinter- y a un desganado.
Wilfried Nelissen determina la forma de correr del ¨²nico equipo belga invitado a la grande boucle. El Lotto se vaciar¨¢ en las etapas llanas y abandonar¨¢ en la monta?a. Perder¨¢ parte de su libertad del a?o pasado, cuando, sin Nelissen, funcionaba la barra libre. El sprinter llega con el est¨®mago vac¨ªo y mucha hambre. Dispuesto a dar espect¨¢culo. Hace dos a?os fue -con Cipollini y Abduyap¨¢rov- uno de los primeros bailarines en la danza del maillot amarillo amenizada por las etapas de llano y las bonificaciones. El a?o pasado cay¨® el primer d¨ªa. Un polic¨ªa se cruz¨® en el sprint de Armmentieres y le dej¨® con las ganas, y con los dientes en el asfalto, junto a Jalabert.El que no tiene ganas es Johan Museeuw. La ¨¦poca del Tour es agua pasada para un hombre que comenz¨® luchando por el maillot verde y ganando el sprint de los Campos El¨ªseos para avanzar en madurez y aspiraciones. Su coto de caza est¨¢ formado por cl¨¢sicas. Carreras de un d¨ªa en busca de la extenuaci¨®n, sin pensar en madrugar el d¨ªa siguiente para atracarse de m¨¢s kil¨®metros.Museeuw es m¨¢s resistente que veloz. Poco tendr¨¢ que decir ante los especialistas. Y tampoco tendr¨¢ un equipo sometido a su causa. Corre en el Mapei de Rominger.
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