Las etapas son para Italia

Ha pasado medio a?o ciclista y los ciclistas italianos han conseguido 98 triunfos, m¨¢s que suizos, belgas y espa?oles juntos. Victorias logradas en cl¨¢sicas y en etapas, en llegadas masivas y en escapadas, en peque?as pruebas por etapas y en las contrarreloj. A falta de pan buenas son tortas. Un ciclismo reconvertido: si no hay hombre Tour -Gimondi gan¨® el ¨²ltimo para los transalpinos hace 30 a?os- se crean 100 hombres etapa.Los dos ¨²nicos italianos con car¨¢cter de largas pruebas por etapas son Chiappucci y Pantani. Los dos corren en el mismo equipo, el Carrera, y los dos son imprevisibles. El diablo y el diablito. Dinamiteros en la monta?a y despilfarrado res en las contrarreloj, acaban por convertirse a la religi¨®n oficial, a la veneraci¨®n por el triunfo parcial.

Italia es el pa¨ªs con m¨¢s profesionales y el que m¨¢s equipos presenta en el Tour. Cada uno para hacer la guerra por su cuenta. El Mercatone Uno es de los que tiene la seguridad de sacar tajada. Un nombre lo dice todo: Mario Cipollini, el mejor sprinter del momento, el hombre que se permite mirar por detr¨¢s del hombro en las llegadas. Los j¨®venes y prometedores mercatones Casagrande y Bartoli quedan aparcados para mejor ocasi¨®n.

El MG, o sea Gian Carlo Ferretti, es el inventor del paradigma, el marco de referencia del ciclismo italiano: d¨¦nme nueve corredores normales, pero con mentalidad de ganadores, que yo les har¨¦ disciplinados y autosuficientes. No tendr¨¢n un l¨ªder, a cada uno se le dar¨¢ un trabajo y de cada uno se exigir¨¢ seg¨²n su capacidad.

Los ¨²nicos en discordancia con esa ley son los del Gewiss, el equipo de Berzin y Pantani, que deber¨¢n sacrificar sus reales posibilidades de triunfo menores a cambio de un apoyo total a los dos l¨ªderes ex sovi¨¦ticos.