Solbes, "Quienes queden fuera de la moneda ¨²nica deberan ser mas ortodoxos"

"Los pa¨ªses que queden fuera de la moneda ¨²nica deber¨¢n ser ortodoxos", vaticin¨® ayer el ministro espa?ol de Econom¨ªa, Pedro Solbes. Todav¨ªa no se ha decidido qui¨¦n formar¨¢ -parte de la uni¨®n monetaria -en 1999, lo m¨¢s seguro-, y ya todos se declaran mareados por qu¨¦ les suceder¨¢ a los excluidos del n¨²cleo duro, La receta es austeridad.As¨ª, se cambi¨® ayer el borrador de conclusiones preparado por los sherpas. "La moneda ¨²nica es la ¨²nica soluci¨®n duradera a estas dificultades", dec¨ªa. El plenario discuti¨® a fondo: los brit¨¢nicos se opon¨ªan a esa menci¨®n, en coherencia con su opting out conseguido, en Maastriclit y al escepticismo del Gobierno de Major.

Otros, como Espa?a e Italia, aunque creen que la moneda resolver¨¢ estos problemas, temen verse excluidos, -por su actual suspenso en los requisitos de convergencia. Por eso, necesitan reforzar ante sus opiniones- el mensaje de austeridad como condici¨®n previa de su acceso al para¨ªso del ecu o como quiera que acabe llam¨¢ndose, lo que se decidir¨¢ probablemente en Madrid, en diciembre: ecu y euro son las denominaciones favoritas.

"Ha sido un debate muy interesante", opin¨® Solbes. Al final, la presi¨®n combinada de esc¨¦pticos e incumplidores borr¨® la menci¨®n a la moneda ¨²nica como remedio de todos los males. Se la sustituy¨® por la perseverancia en la convergencia econ¨®mica: el control de la infla cion, d¨¦ficit, deuda y tipos de inter¨¦s.

El primer ministro italiano, Umberto Dini, y su ministro de Finanzas, angustiados por los actuales vaivenes de la lira, lograron tambi¨¦n matizar la conclusi¨®n de que las "turbulencias monetarias afectan al buen funcionamiento del mercado ¨²nico y obstaculizan la prosecuci¨®n de un crecimiento armonioso y equilibrado". S¨®lo afectar¨¢n a todo ello "s¨ª son permanentes", se acord¨®. Peque?o respiro a la lira, y moneda de cambio para que Roma levantase su reserva al octavo FED, el fondo para los ACP.

Estos escarceos entretuvieron al personal, incapaz de llegar a un acuerdo sobre el escenario de introducci¨®n de la moneda ¨²nica: c¨®mo ser¨¢ el pase de las divisas nacionales al ecu o sus sustituto, si en un proceso - continuo, tal como defiende la Comisi¨®n en su Libro Verde, o mediante una especie de big bang retrasa do, decidido entre los privilegia dos en el ¨²ltimo momento como pretende el alem¨¢n Theo Waigel. El litigio qued¨® pendiente de sentencia. Tambi¨¦n para Madrid.