El acuerdo en el ¨²ltimo momento entre Estados Unidos y Jap¨®n desactiva la guerra comercial
Ambos cedieron lo suficiente -aunque Jap¨®n no tanto como Estados Unidos quer¨ªa- para que las dos grandes potencias econ¨®micas del mundo evitaran ayer in extremis la guerra comercial, gracias a un acuerdo que pretende regular su enorme mercado del autom¨®vil para los pr¨®ximos cinco a?os, y que permitir¨¢ un considerable aumento de las cantidades de veh¨ªculos y repuestos norteamericanos con acceso al mercado nip¨®n. El Bill Clinton dijo que este compromiso es "una importante victoria para las dos partes".
El acuerdo parece ayudar de paso a los coches de fabricaci¨®n europea y de otros pa¨ªses asi¨¢ticos, ya que una de las principales concesiones japonesas es la de la apertura, antes del a?o 2000, de 1.000 nuevos puntos de ventas de autom¨®viles, no s¨®lo norteamericanos, sino no japoneses."Jap¨®n ha acordado que empezar¨¢ verdaderamente a abrir sus mercados de autom¨®viles y de repuestos a las compa?¨ªas norteamericanas. Este acuerdo es espec¨ªfico y medible. Conseguir¨¢ resultados concretos y reales", dijo Clinton al anunciar el ¨¦xito de las conversaciones que se han desarrollado en Ginebra. "Las sanciones ya no son necesarias porque hemos conseguido nuestros objetivos", a?adi¨® el presidente norteamericano. Las sanciones, que deb¨ªan entrar en vigor ayer mismo, hubieran afectado a unos 6.000 millones de d¨®lares de ventas de coches de lujo en Estados Unidos y hubieran provocado represalias japonesas sobre diversos productos norteamericanos.
Estados Unidos ha conseguido s¨®lo parcialmente fijar los objetivos num¨¦ricos que pretend¨ªa para garantizar su introducci¨®n en el mercado nip¨®n. Hay compromisos precisos para la apertura de tiendas de distribuci¨®n (200 por a?o desde 1996), pero no para la venta de autom¨®viles. Hasta ahora, s¨®lo un 7% de comercios japoneses inclu¨ªan marcas extranjeras.
En cuanto a los repuestos, uno de los apartados m¨¢s dif¨ªciles de la negociaci¨®n, tampoco se ha establecido un n¨²mero preciso de adquisiciones japonesas, pero el Gobierno norteamericano considera que existen medidas de control suficientes para garantizar la venta de m¨¢s de 9.000 millones de d¨®lares en el plazo de los pr¨®ximos tres a?os, lo que supone un aumento del 50% sobre las ventas actuales.
Este acuerdo, con el que no se contaba hace apenas 24 horas, es, en todo caso, un mal menor para ambos pa¨ªses. Ni Jap¨®n, que atraviesa por un dif¨ªcil momento econ¨®mico, ni Estados Unidos, donde la recesi¨®n empieza a llamar a la puerta, pod¨ªan permitirse una guerra comercial en estos momentos. "Ambos ganamos", dijo el presidente Clinton al analizar el acuerdo, "y, como resultado, la econom¨ªa global y el mercado laboral de Estados Unidos salen beneficiados".
El compromiso sobre el comercio de autom¨®viles despeja tambi¨¦n uno de los principales obst¨¢culos entre Washington y Tokio, y abre un nuevo campo de colaboraci¨®n que inmediatamente puede traducirse, seg¨²n los expertos, en mayor inversi¨®n nipona en Estados Unidos (Mitsubishi ha anunciado inmediatamente inversiones de 300 millones de d¨®lares en su producci¨®n en Estados Unidos y Toyota ha revelado planes de construir una nueva factor¨ªa en este pa¨ªs que producir¨ªa 100.000 veh¨ªculos al a?o) y en el fortalecimiento del d¨®lar. La debilidad de la moneda norteamericana se hab¨ªa convertido en una pesadilla para las exportaciones niponas.
"Este acuerdo no solucionar¨¢ todos los problemas de nuestras relaciones. Pero por ahora hemos demostrado que la flexibilidad y la buena fe pueden superar diferencias que parec¨ªan insalvables", declar¨® el presidente norteamericano.
Bill Clinton destac¨® que el compromiso alcanzado es deproporciones hist¨®ricas porque corrige dos d¨¦cadas de desequilibrio comercial "al que hab¨ªa que poner fin". "Despu¨¦s de 20 a?os", dijo, "hemos conseguido finalmente un acuerdo que mover¨¢ los coches y los repuestos en ambas direcciones entre Estados Unidos y Jap¨®n
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