Un error disipa la euforia colombiana en la lucha contra el 'c¨¢rtel de Cali'
A Phanor Anzabaleta, n¨²mero cuatro del cartel de Cali, se le empez¨® a conocer ayer como el hombre de las tres huellas. Los grandes titulares con los que la prensa colombiana inform¨® de su captura en la medianoche del martes quedaron en evidencia cuando el jefe del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Ramiro Bejarano, dijo que las huellas dactilares de Arizabaleta, en poder de tres entidades estatales diferentes, "no coinciden" entre s¨ª. El globo de la euforia policial se desinflaba y dejaba en entredicho el s¨ªndrome del triunfo que durante el ¨²ltimo mes ha acompa?ado la persecuci¨®n de, los jefes del cartel de Cali.
Para aumentar la confusi¨®n, al hombre detenido en una modesta residencia del centro de Valledupar, capital del departamento del Cesar (noroeste de Colombia) se le hallaron cuatro carn¨¦s de identidad con nombres distintos y una licencia de piloto de aviaci¨®n. Quien en el primer momento dijo ser Arizabaleta, cambi¨® luego su versi¨®n y se identific¨® como el piloto personal de Miguel Rodr¨ªguez Orejuela, n¨²mero dos del cartel de Cali. Para dar credibilidad a su ment¨ªs, intent¨® sobornar con 1,5 millones de d¨®lares (180 millones de pesetas) a los polic¨ªas que le detuvieron.No hab¨ªan transcurrido 10 horas desde el aparatoso allanamiento en el que la polic¨ªa crey¨® haber cogido en sus redes a otro de los peces gordos de la mafia de la coca¨ªna, cuando el fiscal del Cesar, Efra¨ªn Aponte, dijo que todo indicaba que el detenido era un piloto venezolano llamado Denis Espina y dedicado al negocio de los autom¨®viles. "No es un pez gordo [del narcotr¨¢fico], ni siquiera llega a sardina", reconoci¨® Aponte.
Mientras, los servicios secretos colombianos se introduc¨ªan en el laberinto de la triple identidad de Arizabaleta, de 57 a?os y el ¨²nico capo con un brillante expediente acad¨¦mico. Hace una semana, Arizabaleta hizo llegar a un juzgado de Cali un mensaje anunciando su rendici¨®n "para los pr¨®ximos d¨ªas", y desment¨ªa ser el autor del asesinato del jefe de la polic¨ªa judicial de Buga, el sargento Martino Mu?oz, ocurrido el pasado d¨ªa 1.
La euforia policial hab¨ªa comenzado con la detenci¨®n del gran jefe del cartel, Gilberto Rodr¨ªguez Orejuela, El Ajedrecista, el pasado d¨ªa 11 en una lujosa residencia de Cali. Ahora est¨¢ preso en en la celda 26 del penal de La Picota, en Bogot¨¢.
El d¨ªa 19, despu¨¦s de un viaje de 10 horas iniciado en Cali y camuflado en un cami¨®n que transportaba madera, lleg¨® a la capital para rendirse ante el ministr¨® de Defensa, Fernando Botero, Henry Loaiza, El Alacr¨¢n, implicado en el descuartizamiento de 107 personas. El d¨ªa 23, tambi¨¦n en un batall¨®n de polic¨ªa de Bogot¨¢ y ante Botero, se someti¨® a la justicia V¨ªctor Pati?o, El Papi, acusado de controlar el tr¨¢fico de coca¨ªna a trav¨¦s de redes en Venezuela, B¨¦lgica, Holanda, Espa?a y Canad¨¢.
Fuertes recompensas
Por ahora siguen vigentes los anuncios de se busca, ofreciendo recompensas de 1,8 millones de d¨®lares (216 millones de pesetas) por la captura de Miguel Rodr¨ªguez Orejuela, El Se?or, quien seg¨²n sus abogados est¨¢ dispuesto a rendirse. Sobre ¨¦l pesan siete ¨®rdenes de detenci¨®n por narcotr¨¢fico y blanqueo de dinero negro en juzgados de Colombia y Estados Unidos. Con ¨¦l compite en la supremac¨ªa de la organizaci¨®n mafiosa Jos¨¦ Santacruz, Chepe, cuyos antecedentes judiciales datan de la d¨¦cada de los sesenta, cuando estuvo involucrado en el secuestro de dos ciudadanos suizos. A partir de entonces se vincul¨® al clan de los Rodr¨ªguez, y se le atribuye la consolidaci¨®n del mercado de la coca¨ªna en Nueva York.
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