Un a?o a la sombra por PSV
Carlos Sotos cumpli¨® ayer doce meses en prisi¨®n preventiva
Cuando Carlos Sotos ingres¨® en la c¨¢rcel de Carabanchel, a las 16.30 del d¨ªa 29 de junio de 1994, el nombre del ex gerente de la cooperativa PSV vino a sumarse con todos los honores a los de Mariano Rubio y Manuel de la Concha, por entonces los presos preventivos m¨¢s c¨¦lebres del selecto c¨ªrculo de los delitos monetarios. Otros habr¨ªan de seguir a¨²n los mismos pasos hacia la sombra -entre ellos el hist¨®rico dirigente del PSOE y la UGT Paulino Barrab¨¦s, que comparti¨® con Sotos los cargos y la celda por unas semanas-, pero el ex gerente de PSV ha tenido que ver c¨®mo todos recuperaban su libertad, aunque fuera bajo fianza, mientras ¨¦l se encaminaba hacia el a?o de prisi¨®n preventiva qu¨¦ cumpli¨® ayer.El encarcelamiento de Sotos se produjo tras siete jornadas de declaraciones ante el juez de la Audiencia Nacional Miguel Moreiras, que instru¨ªa -y sigue instruyendo- las diligencias previas del caso PSV, como consecuencia de las querellas presentadas contra los ex responsables de la cooperativa por varios centenares de afectados.
La relaci¨®n de Sotos con las multitudes era de muy distinta ¨ªndole en 1989, cuando el anuncio de la primera campa?a de la PSV suscit¨® el entusiasmo de 2.000 solicitantes y el apetito de diez constructoras. Nadie, ni siquiera en los buenos tiempos, ha disputado a Sotos la propiedad intelectual de la cooperativa. En 1979, antes de meterse en el negocio de la vivienda, Sotos fue concejal por el PCE en Madrid. En 1988 concibi¨® la idea de combinar su empresa inmobiliaria con el gancho social de UGT, y persuadi¨® a Paulino Barrab¨¦s, por entonces secretario de finanzas del sindicato, para crear Iniciativa y Gesti¨®n de Servicios Urbanos (IGS), gestora de la cooperativa de viviendas. Sotos controlar¨ªa el 53% de las acciones de IGS, y UGT el 47% restante. La oferta era simple y atractiva: pisos por debajo de 10 millones y facilidades financieras. Caus¨® furor.
PSV lleg¨® a atesorar fondos para la construcci¨®n de 22.000 viviendas que no acababan de aparecer por ning¨²n lado. Sotos atribu¨ªa el retraso a la lentitud de las licencias y a la falta de financiaci¨®n de los bancos. "Si las licencias se retrasan demasiado", dijo por entonces, "tendr¨¦ que sacar a la gente a la calle".
La gente acab¨® saliendo a la calle para pedir la cabeza de Sotos. Una gesti¨®n lamentable, una expansi¨®n excesiva, el descontrol del gasto y el trasvase irregular de fondos llevaron a la cooperativa al borde de la quiebra, con un agujero de 14.000 millones de pesetas.
Ayer mismo se sab¨ªa que el Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO) -que compr¨® el 75% de la deuda de PSV con los dados de baja- ha pagado hasta el momento 1.800 millones al 20% de estos antiguos cooperativistas. Son s¨®lo una peque?a parte de las 20.000 familias afectadas de un modo u otro por una crisis que a¨²n colea y que ha estado a punto de llevarse por delante a la mism¨ªsima UGT, que quiso ver en el sue?o de Sotos el paradigma de un nuevo estilo de sindicalismo de servicios.
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