Atraque perfecto en un puerto espacial
La nave estadounidense 'Atlantis' se acopl¨® ayer a la estaci¨®n rusa 'Mir'
Fue una maniobra perfecta: el transbordador Atlantis se fue acercando despacio por debajo a la estaci¨®n Mir hasta que el anillo de atraque montado en la nave estadounidense se encaj¨® suavemente en otro igual situado en la escotilla de uno de los m¨®dulos de la estaci¨®n, provocando un ligero tambaleo de ambos veh¨ªculos. "Captura" se escuch¨® a los dos comandantes. Eran las tres en punto de la tarde de ayer, hora peninsular, y la operaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil hecha por astronautas hasta ahora culminaba con la uni¨®n de dos artefactos de m¨¢s de 100 toneladas cada uno a 400 kil¨®metros sobre la Tierra.
Dos horas m¨¢s tarde, se abrieron las escotillas de los dos veh¨ªculos y los comandantes Robert Gibson y VIadimir Dezhurov se dieron un hist¨®rico apret¨®n de manos mientras flotaban en el t¨²nel de conexi¨®n. Fue el final feliz de tres a?os de preparativos y el principio de un programa mucho m¨¢s complejo para construir a partir de 1997 una estaci¨®n espacial internacional.Dezhurov hizo un gesto con la mano invitando a Gibson a entrar en la Mir. Detr¨¢s de ¨¦l, con c¨¢maras de v¨ªdeo y de fotos, fueron pasando por el t¨²nel, flotando en microgravedad, sus compa?eros del Atlantis. Entonces, los 10 viajeros espaciales, todos sonrientes, vestidos con chandal azul los de la Mir y azul y rojo los del Atlantis, se juntaron en la estaci¨®n para posar ante las c¨¢maras de televisi¨®n. Unos de pie, otros boca abajo, flotando entre mara?as de cables, se apelotonaron en una escena memorable que m¨¢s parec¨ªa el c¨¦lebre camarote de los hermanos Marx en la pel¨ªcula Una noche en la ¨®pera que el m¨®dulo de mando de un puerto espacial. Las palabras de felicitaci¨®n mutua desde los dos centros de control en tierra fueron recibidas con aplausos por los astronautas.
En paralelo
El atraque, realizado manualmente por los comandantes de la Mir y del Atlantis con ayuda de c¨¢maras y ordenadores, se produjo sobre Rusia. Desde una hora antes, las c¨¢maras a bordo de la Mir mostraban el transbordador estadounidense a 90 metros de distancia con la tierra al fondo y manteniendo la misma velocidad, de 28.000 kil¨®metros por hora. Dos minutos antes de las tres de la tarde se encendieron los motores del Atlantis y comenz¨® la aproximaci¨®n para una operaci¨®n que, impecablemente efectuada, pareci¨® f¨¢cil a pesar de su gran complicaci¨®n.Los movimientos de la nave y de la estaci¨®n estaban exactamente calculados para evitar que en el momento de contacto se produjeran tensiones en los anillos de atraque, o incluso el riesgo de choque, en el peor de los casos. Adem¨¢s, un paso en falso, un movimiento no equilibrado y los dos veh¨ªculos unidos habr¨ªan empezado a girar peligrosamente como dos bailarines.
Los dos gigantescos artefactos seguir¨¢n su trayectoria orbital durante cinco d¨ªas unidos, dando una vuelta a la Tierra cada 90 minutos. Luego el Atlantis se separar¨¢ de la Mir para aterrizar en la Tierra el pr¨®ximo d¨ªa 7 de julio. El ¨²nico acoplamiento parecido se produjo hace 20 a?os durante dos d¨ªas entre una nave estadunidense Apollo y otra rusa Soyuz, que sumaban 27 toneladas y cinco tripulantes.
Despu¨¦s de los saludos, en una misi¨®n considerada por ambas partes un hito tecnol¨®gico pero tambi¨¦n pol¨ªtico, los astronautas iniciaron ayer las operaciones planeadas para sus cinco d¨ªas de vida en com¨²n. De la tierra llevaron ayer v¨ªveres, agua y equipos cient¨ªficos a la Mir. Tambi¨¦n ha llegado en el Atlantis el laboratorio m¨¦dico instalado en el m¨®dulo Spacelab europeo, donde las dos astronautas que forman parte de la tripulaci¨®n del Atlantis pasar¨¢n consulta a la tripulaci¨®n de la Mir para determinar c¨®mo han influido en sus cuerpos tres meses en micro gravedad.
Ni la Mir ni el Atlantis fueron pensados para un acoplamiento como el realizado ayer, lo que ha obligado a desarrollar y montar elementos de conexi¨®n entre ambos. Pero la compatibilidad tecnol¨®gica no ha sido la ¨²nica distancia a salvar por los astronautas e ingenieros de uno y otro lado. Ayer hab¨ªa 15 int¨¦rpretes en el centro de control estadounidense, en Houston, y nueve en el ruso, en Kaliningrado, a pesar de que los 10 viajeros espaciales han tenido que aprender ingl¨¦s o ruso.
Todo esto no es m¨¢s que el principio de la era espacial despu¨¦s de la guerra fr¨ªa. En los pr¨®ximos dos a?os, los transbordadores estadounidenses atracaran en la Mir siete veces (la pr¨®xima en octubre de este a?o), para ir preparando la construcci¨®n de la estaci¨®n espacial internacional Alpha, de 460 toneladas y el tama?o de un campo de futbol.
La precisi¨®n y la puntualidad de la operaci¨®n realizada ayer demostraron la capacidad de ambas potencias espaciales para llevar adelante un programa complicado y especialmente la de la NASA cuando se juega su prestigio y su futuro, al igual que sucedi¨® en 1993 con la reparaci¨®n en ¨®rbita del telescopio espacial Hubble.
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