Unos lunares ef¨ªmeros

Desde los tiempos de Perurena, all¨¢ por los a?os 70, ning¨²n corredor espa?ol hab¨ªa tenido el honor de vestir el maillot de lunares rojos que distingue al mejor escalador. Arsenio Gonz¨¢lez rompi¨® ayer ese ciclo pero fugazmente. S¨®lo un d¨ªa ha mandado el ejemplar gregario de Rominger en esa clasificaci¨®n.?l fue el primer sorprendido en que le llamaran al podio el s¨¢bado casi de medianoche para imponerle esa cotizada prenda. Arsenio hab¨ªa sido simplemente el m¨¢s r¨¢pido en la subida a la cuesta de cuarta que daba un poco de picante al pr¨®logo.

El corredor, sin embargo, estaba preocupado. Sin querer hab¨ªa roto una de las normas del Mapei: nadie debe distraerse con nada ni estar para otras cosas que las necesidades de Rominger. "Te lo juro que ha sido sin querer", le tuvo que decir Arsenio a su director, Juan Fern¨¢ndez. "Es como si me hubiera ca¨ªdo del cielo". Fern¨¢ndez se mostraba ayer comprensivo, pero puso el punto a las ilusiones de Arsenio. "Hombre, si al chaval le apetece, pues que dispute la etapa, pero no creo que sea conveniente que se meta en estas cuestas estrechas a pegarse con los codos para hacerse un hueco". As¨ª, que a Arsenio ni se le vio.

Las cotas de cuarta son como sprints en cuesta. Se necesita un gran trabajo previo de todo el equipo para colocarse y tener posibilidades. Son el coto cerrado de especialistas y necesitados. Cyrille Guirnard, que se queda sin el patrocinio de Castorama para la pr¨®xima temporada, utiliz¨® a, sus corredores para que lanzaran a Francois Simon y conquistar un nuevo maillot.