Supremo contraste
La sentencia de las torres de KIO es un magn¨ªfico ejemplo para los estudiantes de derecho sobre la versatilidad de la norma.El Tribunal Superior de Justicia de Madrid estableci¨® en octubre de 1991 que los dos edificios iban a pasar por encima del planeamiento urbano; y cuatro a?os despu¨¦s, el Supremo ha pensado exactamente lo contrario, con las mismas normas. La ¨²nica diferencia entre uno y otro momento es que las dos torres ahora ya estaban terminadas.
No se trata aqu¨ª de un caso penal, donde las conductas humanas se puedan escurrir entre pruebas y peritos. Es simplemente un caso contencioso-administrativo, donde ni siquiera influyen la moral y las costumbres de la ¨¦poca.
Tiempo ha habido, desde luego, para que incluso cambiaran los h¨¢bitos de los ciudadanos y lo socialmente permitido, porque el Supremo ha tardado nada menos que cuatro a?os en revisar una sentencia. Con tanto margen, si hubiera ratificado el fallo de sus colegas del Tribunal Superior, ahora habr¨ªa que hablar de c¨®mo se derriban dos plantas de cada uno de los edificios inclinados.
Pero el tribunal no ha determinado tal soluci¨®n. Ha preferido una sentencia laber¨ªntica que no ayuda mucho a comprender sus razonamientos ni a desentra?ar el enigma de la suprema contradicci¨®n entre unos jueces y otros. Y que abre puertas inquietantes a la excepci¨®n urban¨ªstica. Una: si el estudio de detalle puede contravenir las normas del Plan General, no ten¨ªan por qu¨¦ preverse s¨®lo dos plantas de m¨¢s en cada torre. Pod¨ªa incluso haberse construido un solo edificio, que sumase os 125.000 metros cuadrados que se pactaron con los due?os, aunque as¨ª se hiciera trizas el criterio de que un metro cuadrado de suelo da derecho a s¨®lo dos metros cuadrados de "edificabilidad". Otra: a partir de ahora, los planeamientos urban¨ªsticos admiten, desde el punto de vista jur¨ªdico, ser enmendados seg¨²n convenga mediante un mecanismo -el estudio de detalle- que hasta hoy se cre¨ªa de rango legal inferior. Los ciudadanos temerosos tienen motivos para sentirse m¨¢s preocupados.
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