La catedral corona a Graf por sexta vez

El t¨ªtulo de Wimbledon pas¨® por las manos de Arantxa, pero se le esfum¨®. Lo toc¨®, lo palp¨®, lo acarici¨®, pero cuando se dispon¨ªa a disfrutarlo, Steffi Graf se lo arrebat¨® sacando a relucir lo mejor de s¨ª misma. No tenla otra alternativa. Cualquier error la habr¨ªa llevado a la derrota. Pero fue capaz de mantenerse serena, ante la tempestad y supo esperar pacientemente a que el tiempo calmara. El sol sali¨® para ella cuando Arantxa perdi¨® su servicio en el und¨¦cimo juego de la tercera manga. Aquel juego dur¨® 20 minutos y fue inolvidable. Despu¨¦s, Arantxa entreg¨® sus armas. Graf la venci¨® por 4-6, 6-1, 7-5 tras 2 horas y 2 minutos de juego espl¨¦ndido.La final fue memorable. La mejor de Wimbledon de los ¨²ltimos a?os. Desde 1991 el p¨²blico no disfrutaba de una tercera manga tan emocionante. Aquel a?o, Graf super¨® a la argentina Gabriela Sabatini por 8-6. Esta vez, la alemana gan¨® su sexto t¨ªtulo en la catedral y el decimos¨¦ptimo de su carrera en el Grand Slam. Ahora est¨¢ ya a s¨®lo un t¨ªtulo de las legendarias Chris Evert y Martina Navratilova.

Pero ganar no le fue f¨¢cil. Se encontr¨® con una Arantxa plet¨®rica de fuerza y con una moral de hierro. Top¨® con una jugadora que no se amedrent¨® en absoluto cuando Graf le mostr¨® su destreza y la potencia de sus golpes. A todo aquello, la espa?ola respondi¨® con imaginaci¨®n, con golpes ganadores, tanto de derecha como de rev¨¦s, con globos y con dejadas. Y en una manga resuelta con una s¨®la bola de break- le hab¨ªa dejado ya claro a Graf que no s¨®lo no renunciaba a la batalla, sino que deber¨ªa mantener un alt¨ªsimo nivel para vencerla.

La segunda manga no hizo justicia a la espa?ola. Arantxa perdi¨® dos veces su servicio, tras tener una ventaja de 40-15. El 6-1 final hac¨ªa presagiar un final precipitado. Sin embargo, las mayores emociones a¨²n no hab¨ªan llegado. El inicio del tercer set aclar¨® las cosas. Nada hab¨ªa cambiado. La batalla segu¨ªa planteada. Nadie se hab¨ªa rendido.

Graf tom¨® la alternativa con un primer break, pero Arantxa, reaccion¨® de inmediato y aprovech¨® su segunda bola de break -ya no tuvo ninguna m¨¢s en todo el partido- para igualar a dos. Cada cual fue manteniendo su servicio hasta que lleg¨® aquel und¨¦cimo juego. Con cinco iguales, un break era decisivo. Y las dos lo sab¨ªan.

No quer¨ªan perderlo. Por eso dur¨® 20 minutos y por eso se jugaron nada menos que 32 puntos. Arantxa tuvo ocho bolas para ganarlo. Steffi, seis. Y se lo llev¨®. Fueron los momentos m¨¢s trepidantes del partido. Las dos ofrecieron lo mejor. Llevaban casi dos horas en la pista y no sent¨ªan ning¨²n cansancio. Corr¨ªan como condenadas, la bola se hab¨ªa transformado en una obsesi¨®n. All¨ª no se perd¨ªan puntos, s¨®lo se ganaban.

En varias ocasiones, el pr¨ªncipe Felipe y la Infanta Cristina -que presidieron el palco real junto a la Duquesa de Kent- no pudieron contener sus emociones y saltaron de su silla, dirigiendo a Arantxa sentidos aplausos. En la tribuna de jugadores, tambi¨¦n Marisa y Emilio, los padres de la jugadora, viv¨ªan intensamente las penas y alegr¨ªas de su hija en la pista.

Pero cuando el partido finaliz¨®, todo se desat¨®. Graf levant¨® los brazos y dej¨® escapar algunas l¨¢grimas, mientras Arantxa se quedaba con los pies clavados en el suelo sin saber exactamente qu¨¦ hacer, ad¨®nde mirar o hac¨ªa d¨®nde dirigirse. "Ninguna de las dos mereci¨®, perder. Has jugado un gran partido", le dijo Steffi mientras la abrazaba en la red. Despu¨¦s, Arantxa se dirigi¨® a su silla y all¨ª permaneci¨®, sentada, reflexiva, un poco triste, hasta que la llamaron para recoger el trofeo.

Poco despu¨¦s, Arantxa volvi¨® a calentar para disputar la final de dobles femeninos junto a Jana Novotna y enfrentarse a Gigi Fern¨¢ndez y Natalia Zvereva. Pero la final fue suspendida por falta de luz cuando hab¨ªa transcurrido una hora y 57 minutos. El resultado era de un set iguales (7-5 para cada pareja) y 4-4 en la tercera manga. La final se reanudar¨¢ hoy tras el Sampras-Becker.