Dos a?os esperando a PSV
La cooperativa de UGT entrega sus viviendas a 108 familias vascas
"?Os acord¨¢is cuando iba a las reuniones. con la tripa cada vez m¨¢s grande? Nos hab¨ªamos casado justo para entrar a vivir en 1993 en la casa que constru¨ªa la cooperativa PSV y llevamos los dos ¨²ltimos a?os pagando una renta y con el agujero del piso. Nunca pens¨¦ que un sindicato me pudiera acabar enga?ando". Carmen Ruiz, trabajadora de una zapater¨ªa, se visti¨® ayer como para ir a una boda 0 al bautizo de su hijo Benjam¨ªn, de 16 meses. Pero todo eso lo habr¨ªa celebrado hace casi un par de a?os si la cooperativa de viviendas PSV, de UGT, no hubiera fracasado. Ayer, junto a su marido, Txema R¨¢bago, funcionario de la Diputaci¨®n, posaba feliz ante un edificio granate. ?Su casa! La primera promoci¨®n de PSV que llega a buen puerto en Espa?a tras la suspensi¨®n de pagos de la cooperativa ugetista en diciembre de 1993.Un total de 108 viviendas, situadas en el barrio bilba¨ªno de Txurd¨ªnaga fueron entregadas ayer simb¨®licamente a sus propietarios de la mano del consejero de Vivienda, Patxi Ormaz¨¢bal. El calvario de estas familias hab¨ªa comenzado mucho antes. Tras firmar el contrato con la cooperativa, en febrero de 1993, y entregar a cuenta 300 millones de pesetas, la entidad financiera comenz¨® a darse cuenta de que algo no funcionaba. El dinero no estaba en las cuentas acordadas y, despu¨¦s de hacer n¨²meros, advirtieron que cerca de 160 millones de los cooperativistas se hab¨ªan volatilizado. A los 10 meses explotaba la bomba PSV.
"El esqueleto del edificio estaba terminado. En octubre nos ten¨ªan que entregar las llaves. Todo iba sobre ruedas, pero...". Carmen escucha atentamente a su marido, hace memoria y tercia en la conversaci¨®n. "Nos hab¨ªamos casado para entrar a vivir ya, a¨²n no se me notaba el embarazo. Y, de repente, desapareci¨® un dinero que era nuestro".'
Lejos de dar el sue?o por perdido, la mayor¨ªa de los cooperativistas -s¨®lo el 10% de las familias afectadas se deslig¨® del proyecto- empez¨® a moverse. Las reuniones de cooperativas con el anterior consejero de Vivienda y la iniciativa del parlamentario de Eusko Alkartasuna (EA) Patxi Ormaz¨¢bal, entonces en la oposici¨®n y ahora al frente de la consejer¨ªa, fructificaron. El Gobierno decidi¨® revocar la adjudicaci¨®n del suelo a PSV "por incumplimiento de contrato" y exigir a la contratista Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) que se convirtiera en promotora a cambio de la concesi¨®n para finalizar la obra.
"Nosotros ve¨ªamos que el tema iba a tener un sobrecoste. Justo el dinero que hab¨ªan robado: 160 millones". Txema se rasca la barba y mira al cielo desde el amplio patio interior. La figura de: Carlos Sotos, ex gerente de PSV en prisi¨®n desde el 29 de junio de 1994, aparece. "El se?or Sotos est¨¢ bien donde est¨¢ mientras no nos devuelva el dinero que nos ha robado por la jeta. Ah¨ª ten¨ªa que estar el resto de su vida". Su mujer le dice que guarde silencio. Ya casi todo da igual. En sus manos tienen un piso de protecci¨®n oficial de 88 metros cuadrados con el suelo reci¨¦n barnizado. Eso s¨ª, con un sobrecoste de 720.000 pesetas.
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