La detenci¨®n de un disidente da?a las relaciones EE UU-China

Casi dos d¨¦cadas de cuidadosa aproximaci¨®n entre China y Estados Unidos est¨¢n en peligro en estos momentos como consecuencia de una serie de discrepancias que culminaron con la detenci¨®n en Pek¨ªn del activista de los derechos humanos Harry Wu, que posee nacionalidad norteamericana desde 1994. La ocasi¨®n ha sido aprovechada por los dirigentes republicanos del Congreso para defender la necesidad de establecer relaciones diplom¨¢ticas con Taiwan, el territorio separado de China en 1949.El Gobierno estadounidense se encuentra bajo fuerte presi¨®n para actuar en favor de Harry Wu, que podr¨ªa incluso ser condenado a muerte si es declarado culpable del delito de espionaje que le imputan las autoridades chinas. Al mismo tiempo, el Gobierno de Pek¨ªn ha advertido que el reconocimiento de Taiwan supondr¨ªa "una grave amenaza para la paz y la estabilidad mundial".

"Vamos a hacer todo lo posible para proteger los derechos de Wu", ha asegurado el portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns, quien admiti¨® que las relaciones entre EE UU y China "est¨¢n obviamente atravesando por algunas dificultades". Pero, aparte de conseguir permiso para una visita a Wu de su consul en Pek¨ªn, el Gobierno norteamericano no ha podido hasta ahora hacer mucho.

La oposici¨®n republicana considera que la Administraci¨®n tiene que poner fin a lo que considera una actitud demasiado condescendiente hacia Pek¨ªn. Ahora, el presidente Bill Clinton renueva a China cada a?o el estatuto de naci¨®n m¨¢s favorecida sin condicionarlo a la situaci¨®n de los derechos humanos en ese pa¨ªs. El m¨¢s famoso disidente chino, Wei Jingsheng, fue detenido el a?o pasado y todav¨ªa permanece incomunicado. Y hace apenas dos semanas fue detenido tambi¨¦n uno de los l¨ªderes del movimiento a favor de la democracia.