Un corredor estadounidense de 22 a?os muere desangrado en el s¨¦ptimo encierro
El toro arroll¨® al muchacho cuando se incorporaba de una ca¨ªda y le seccion¨® la aorta
El norteamericano Matthew Peter Tassio, de 22 a?os, falleci¨® ayer desangrado a los pocos minutos de ser corneado por un toro de la ganader¨ªa de Torrestrella en el s¨¦ptimo encierro de San Ferm¨ªn. Hac¨ªa 15 a?os que nadie mor¨ªa en el encierro. El estadounidense, que fue empitonado en el abdomen con rotura de la aorta, hizo en un 13 de julio la v¨ªctima n¨²mero 13, despu¨¦s de que tambi¨¦n un d¨ªa 13 un toro de Guardiola matara a dos mozos.
El parte m¨¦dico certific¨® la existencia de vida en el muchacho durante 49 minutos, desde que fue ingresado, pero realmente ya estaba muerto cuando lleg¨® al hospital. Los datos personales se obtuvieron del pasaporte ensangrentado que permanec¨ªa en el bolsillo del muchacho.Matthew Peter Tassio comenz¨® a morir 41 segundos despu¨¦s de que, a las ocho de la ma?ana, se disparara el cohete que daba anuncio al comienzo del encierro de los toros de Torrestrella. El chico esperaba al final de la cuesta de Santo Domingo, cay¨® entre la multitud, los mozos comenzaron a saltar por encima de ¨¦l; pudo incorporarse cuando, ante la inminencia del paso de la manada, se despej¨® el recorrido, pero volvi¨® a tropezar con otro mozo que tambi¨¦n trataba de levantarse. Quedaron los dos solos en medio del estrecho pasillo de corredores apelotonados a la entrada de la plaza del Ayuntamiento. Matthew, guardando el equilibrio- con dificultad, busc¨® ganar la acera, ofreci¨® su costado derecho al toro y ¨¦ste le revent¨®.
El toro asesino se llamaba Castellano, un colorado de 575 kilos, que se adelant¨® a la manada y arroll¨® a Matthew. No le quiso coger, sino que se lo encontr¨® en su camino. Gir¨® la cabeza hacia la derecha, donde se levantaba el chico, y la punta de lanza de media tonelada de peso, lanzada a 28 kil¨®metros por hora, que es la velocidad que a la que los atletas corren los 800metros a ritmo de r¨¦cord mundial, penetr¨® sin dificultad por una zona blanda y vital del cuerpo. Castellano not¨® el contacto y quiso apartar aquello que hab¨ªa enganchado. Sacudi¨® la cabeza, enderez¨® el cuello y lanz¨® a Matthew 15 metros por delante. Cuando ¨¦ste cay¨®, pas¨® a su lado, le mir¨®, le puso el pit¨®n a escasos cent¨ªmetros de la cara y continu¨® la carrera. Matthew mor¨ªa. Estaba semisentado, con las manos apoyadas atr¨¢s, intent¨® levantarse y cay¨®. La forma como se derrumb¨® y la terrible hemorragia que sufr¨ªa vaticinaban el final. El temerario comportamiento de los miembros de la Cruz Roja, que saltaron al recorrido sin fijarse si ven¨ªan m¨¢s toros, y la manera tan vertiginosa como fue trasladado al hospital, no hicieron si no confirmar que se trataba de un percance sin precedentes en los ¨²ltimos sanfermines.
La cogida, de ayer es la segunda mortal que protagoniza un toro de Torrestrella en la historia de esta ganader¨ªa, que data de 1954, despu¨¦s de que matara a un banderillero en Bilbao. Matthew es el segundo extranjero que muere en un encierro de San Ferm¨ªn y el primer norteamericano.
"Quiz¨¢ mi cara fue la ¨²ltima que vio"
?ngel Ben¨ªtez, de 33 a?os, t¨¦cnico de RNE en Pamplona y voluntario de la Cruz Roja desde 1985, grit¨® a sus compa?eros: "?Es muy grave, tenemos que parar la hemorragia como sea!". Dos horas m¨¢s tarde no le import¨® reconocer que dijo lo de "muy grave" por no ser fatalista: "Primero fue ver c¨®mo ca¨ªa; despu¨¦s, aquella tremenda herida por la que sal¨ªa sangre a borbotones y, para terminar, ese rostro que se quedaba sin vida por momentos. En mi interior sab¨ªa que se mor¨ªa. Me siento abrumado, porque quiz¨¢ mi cara fue la ¨²ltima que vio y no le pude ayudar".
La obsesi¨®n del puesto de la Cruz Roja que atendi¨® a Matthew era taponar la hemorragia, porque de lo contrario no llegar¨ªa con vida ni siquiera a la ambulancia. ?ngel Ben¨ªtez le tom¨® el pulso en la yugular. "A¨²n lo ten¨ªa", recuerda, "respir¨® dos veces, comenz¨® a tener convulsiones y dificultades respiratorias. Estaba claro que la cornada le hab¨ªa destrozado zonas internas y vitales del cuerpo. Su reanimaci¨®n ten¨ªa que ser inmediata, porque tres minutos de parada respiratoria conlleva grav¨ªsimas lesiones irreparables y unos pocos minutos m¨¢s, la muerte".
En la ambulancia continuaron tapon¨¢ndole la herida para detener la hemorragia. "Estaba inconsciente, muy p¨¢lido, y cuando a base de compresas y presiones logramos que dejara de sangrar pens¨¦ que se salvaba, pero llegando al hospital tuvo una parada respiratoria. Le mantuvimos vivo aplic¨¢ndole ox¨ªgeno", relata Jos¨¦ Mar¨ªa Rueda, de 22 a?os, empleado de una gasolinera y en la Cruz Roja desde 1988.
En el hospital nada hubo que hacer. F¨¦lix Carmona, director de comunicaciones del Gobierno de Navarra, presenci¨® el ingreso de Matthew. "Lleg¨® con un 10% de sangre, debido a la terrible hemorragia interna que hab¨ªa sufrido. Pas¨® directamente al quir¨®fano, porque ya est¨¢bamos advertidos de la gravedad del percance". Minutos despu¨¦s, los m¨¦dicos certificaron su muerte. ?ngel y Jos¨¦ Mar¨ªa conocieron la noticia en el centro de la Cruz Roja. Todos los compa?eros que hab¨ªan sido testigos directos de la agon¨ªa de Matthew apretaron los dientes para que no se les saltaran las l¨¢grimas.
Babelia
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