El Vaticano traslada a Par¨ªs a Mario Tagliaferri, nuncio en la Espa?a socialista
El embajador ha encarnado durante 10 a?os la l¨ªnea m¨¢s intervencionista del Papado
El nuncio apost¨®lico en Espa?a desde hace 10 a?os, Mario Tagliaferri, fue nombrado ayer nuncio en Par¨ªs, para sorpresa de personalidades pol¨ªticas y eclesi¨¢sticas que daban por hecho su traslado a Roma y la p¨²rpura cardenalicia. Ser¨¢ la tercera nunciatura -la primera fue Per¨²- de un embajador vaticano que lleg¨® a Espa?a el, 20 de junio de 1985 v ha conducido las relaciones de la Iglesia cat¨®lica con el Estado espa?ol en la etapa socialista. Su conservadurismo y el f¨¦rreo control ejercido sobre la Conferencia Episcopal ha sido la valoraci¨®n m¨¢s com¨²n de su labor en sectores religiosos y pol¨ªticos.
La Conferencia Episcopal recibi¨® ayer la comunicaci¨®n del nuevo destino de Tagliaferri al mediod¨ªa, por escrito, y eludi¨® todo comentario. Las relaciones entre El¨ªas Yanes y la instituci¨®n con el nuncio son corteses, pero fr¨ªas. Un ejemplo: el obispo secretario, Jos¨¦ S¨¢nchez, se enter¨® del cambio ayer por sus sacerdotes de confianza. Estaba en la Cl¨ªnica Puerta de Hierro, convaleciente de una operaci¨®n.El mombramiento de Tagliaferri no se acompa?a del de su sustituto al frente de la nunciatura en Espa?a, que puede tardar a¨²n unos meses, seg¨²n indicaron ayer fuentes de la Conferencia Episcopal. Roma a¨²n no ha informado sobre el candidato a nuevo nuncio que, adem¨¢s, necesita el placet del Gobierno. En medios pr¨®ximos al Vaticano circulaban ayer tres nombres de posibles sustitutos: Andrea Cordero Lanza de Montezzemolo, actual nuncio en Israel; Gabriel Montalvo, presidente de la Academia Pontificia y pronuncio en Be1grado; y Lajos Kada, nuncio en Bonn, informa Peru Egurbide. Las mismas fuentes consideran que no debe haber excesivas prisas para la sustituci¨®n de Tagliaferr¨ª, ya que el nuncio en Par¨ªs no dejar¨¢ la plaza hasta septiembre. El relevo, se?alan, se inscribe en una actual serie de sustituciones en la diplomacia vaticana, aunque tambi¨¦n puede pesar la posibilidad de un pr¨®ximo cambio gubernamental en Espa?a.
En la direcci¨®n general de Asuntos Religiosos, tampoco quisieron comentar la noticia. Pero en fuentes oficiales ha sorprendido que Mario Tagliaferri "simplemente haya cambiado de destino", a Par¨ªs, rompiendo con una tradici¨®n que otorgaba oficiosamente a la nunciatura en Espa?a la categor¨ªa de un "puesto culminante" en la carrera diplom¨¢tica, de tal modo que, al cesar en su cargo, el nuncio era ascendido al cardenalato y pasaba a desempe?ar una funci¨®n relevante en la curia romana.
Jos¨¦ Mar¨ªa Robles, responsables de Relaciones Exteriores del PP, valor¨® positivamente la trayectoria de Tagliaferri: "Ha sido un gran nuncio, que ha cubierto una etapa muy importante, sin duda con altos y bajos, y complicada, que ha coincidido con la primera ¨¦poca y con el final de los Gobiernos socialistas".
"Lo cierto es que 10 a?os de nunciatura son muchos, y por otra parte Tagliaferri ya hab¨ªa hecho lo principal de su trabajo y de modo perfecto en cuanto a fidelidad al Papa", dice Gonzalo Puente Ojea, en cuyo cese como embajador ante la Santa Sede en 1987 muchos vieron la influencia del nuncio. "Tagliaferri pertenece al n¨²cleo de avanzadilla del Papa, y como tal ha practicado una pol¨ªtica intervencionista, ha propuesto el nombramiento de obispos de su preferencia y, desde luego, no se ha limitado a tratar con Asuntos Exteriores, sino que ha entrado en la Zarzuela, en la Moncloa y donde ha querido, dentro de esa obtenci¨®n de crecientes prerrogativas de hecho y aun de derecho que la Iglesia est¨¢ logrando en Espa?a". En cuanto al destino en Par¨ªs, a Puente Ojea le parece "una culminaci¨®n de carrera. No se le nombra cardenal ni prefecto de congregaci¨®n: pero no es una regla y el Papa puede llevarle al cardenalato no bien le traslade al Vaticano".
"?Buena les ha ca¨ªdo a los franceses"!, reaccion¨® ayer el te¨®logo Enrique Miret Magdalena. "Ha sido un mal nuncio. Con habilidad, ha invadido el plano jurisdiccional episcopal y ha conducido a nuestros d¨¦biles obispos bajo la f¨¦rula de su integrismo.
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