?Est¨¢ el Estado espa?ol en quiebra?
?Por qu¨¦, si las elecciones ser¨¢n en marzo, no prepara el Gobierno un Presupuesto alegre (menos riguroso), que acompa?e a la recuperaci¨®n? De esta forma utilizar¨ªa las cuentas p¨²blicas con un sentido com¨²n electoral y dar¨ªa gusto a sus hipot¨¦ticos acompa?antes en el voto de las Cortes. ?Por qu¨¦ presenta ahora el Gobierno, poco antes de que se abra la precampa?a electoral real, un ajuste dram¨¢tico en el sector naval que va a dar l¨¢grimas a los implicados, pero tambi¨¦n muchas preocupaciones al Ejecutivo?En definitiva, ?por qu¨¦ el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, ha escogido el calvario econ¨®mico en los estertores de esta legislatura, en vez de engrasar -en su beneficio- con la econom¨ªa las asperezas de la pol¨ªtica? Gonz¨¢lez ha olvidado los dichos tan promisorios de "despu¨¦s de m¨ª, el diluvio" o el que venga detr¨¢s que arree" -con la perspectiva m¨¢s que posible de que quien llegue sea un Partido Popular que, adem¨¢s, sigue silbando cada vez que se le pregunta por sus intenciones econ¨®micas- y pretende poner coto al sector p¨²blico en coherencia con lo que necesita para estar presente en la uni¨®n econ¨®mica y monetaria.
Esta decisi¨®n, que necesita de unos Presupuestos muy sacrificados, intenta corregir algunos de los desequilibrios a los que se ha llegado en los ¨²ltimos tiempos, aunque haya sido con afanes bienintencionados de redistribuci¨®n o con la finalidad de dotar a los ciudadanos de un m¨ªnimo Estado del bienestar.
Al comienzo de la d¨¦cada de los ochenta, el nivel de la deuda p¨²blica espa?ola era de 2,8 billones de pesetas (el 18,4% del producto interior bruto), lo que supone m¨¢s de un mill¨®n de pesetas por ciudadano; tal incremento en el endeudamiento p¨²blico ha ido acompa?ado de un crecimiento de la presi¨®n fiscal de 10 puntos del producto interior bruto. Un aumento de la presi¨®n- fiscal del 37% y una deuda p¨²blica 15 veces superior es el resultado de la expansi¨®n del sector p¨²blico, que de representar en 1980 el 33% del PIB ha pasado a absorber el 50% del mismo. Y, pese a estas cifras, todav¨ªa no hemos alcanzado los est¨¢ndares de los pa¨ªses de nuestro entorno, en los que la presencia p¨²blica es superior.
Si a esta deuda expl¨ªcita de las administraciones p¨²blicas se le suma la deuda impl¨ªcita de la Seguridad Social, correspondiente a los compromisos derivados de las pensiones ahora en vigor y de los derechos adquiridos de los trabajadores actualmente cotizantes, la deuda total de las administraciones p¨²blicas sobrepasar¨ªa los 184 billones de pesetas, tres veces el producto interior bruto.
Estos c¨¢lculos y estas hip¨®tesis han sido hechos p¨²blicos por los profesores Jos¨¦ Barea y Mar¨ªa Dolores Dizy, que acaban de sacar un libro titulado expresivamente ?Est¨¢ el Estado espa?ol en quiebra? En este texto hay una cr¨ªtica de la pol¨ªtica econ¨®mica de los sucesivos gobiernos socialistas: "`El proceso secuencial d¨¦ficit p¨²blico-pol¨ªtica monetaria muy restrictiva-tipos de inter¨¦s elevados-entrada de ahorro exterior para financiar el d¨¦ficit sobrevaloraci¨®n del tipo de cambio de la peseta-fuerte d¨¦ficit exterior-crisis y paro-aumento del d¨¦ficit p¨²blico, ha producido un proceso acumulativo de d¨¦ficit p¨²blico y de d¨¦ficit exterior que ha destruido el tejido industrial espa?ol y ha tenido un efecto negativo sobre el crecimiento, provocando una fuerte crisis econ¨®mica y una situaci¨®n alarmante de paro".
Ahora, los Presupuestos pretenden dar marcha atr¨¢s, aunque su necesaria dureza sea, parad¨®jicamente, motivo adicional para que los socialistas no ganen las elecciones.
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