L¨ªnea con los ciudadanos
El programa informativo de La 2 'L¨ªnea 900' ha doblado la audiencia en el ¨²ltimo a?o
El ¨¦xito de L¨ªnea 900 se mide en premios. Son tantos y de corte tan diverso -otorgados por grupos ecologistas, festivales de televisi¨®n, ayuntamientos- que Antoni Esteve, director del pro grama, empieza y no acaba. No se olvida tampoco de las 70.000 llamadas recibidas en los cuatro a?os de vida del programa y el efecto de algunos reportajes. El del camino que pasaba por una finca en Ciudad Real y que obligaba a los vecinos, que no pod¨ªan utilizarlo, a realizar un recorrido de 70 kil¨®metros para llegar al pueblo de al lado, por ejemplo. El mismo itinerario su puso a los viajeros apenas 10 kil¨®metros el d¨ªa despu¨¦s de la emisi¨®n del programa gracias al decreto del presidente de Castilla La Mancha sobre el acceso a los caminos. O el militar que estuvo a las ¨®rdenes de Hitler. Alemania solicit¨® su extradici¨®n despu¨¦s que L¨ªnea 900 emitiera un reportaje sobre la extrema derecha.La preparaci¨®n de otro material est¨¢ muy presente en la memoria del equipo. "Nos toc¨® el honor de entregar a El Vaquilla", recuerda Esteve. L¨ªnea 900 preparaba un reportaje sobre la reinserci¨®n de Juan Jos¨¦ Moreno Cuenca que todav¨ªa no se ha emitido a pesar del valor indiscutible del material conseguido: "No quisimos subirnos al carro de una utilizaci¨®n de aquel material con fines espectaculares". Antoni Esteve es tajante: "No nos gusta el lloriqueo. Normalmente nos hemos parado donde otros programas empiezan", dice en referencia a los reality shows. En el modelo de televisi¨®n que encarna L¨ªnea 900 no cabe el espect¨¢culo. "Nunca hemos utilizado voces afectadas ni actores para simular situaciones".
"Siempre hemos intentado trabajar con equipos reducidos para ganarnos la confianza de la gente, para que nuestra presencia no distorsionara la situaci¨®n". De esos escr¨²pulos dice Esteve que no implican una renuncia a la audiencia, pero tampoco la obtendr¨ªan a cualquier precio. Fuera de la temporada veraniega, "los domingos, en La 2, a las 21.30, estamos para competir con los goles de La Primera y con Hermanos de leche en Antena 3. A esa hora, muchas televisiones sacan su artiller¨ªa pesada". [Hasta el 24 de septiembre, se repiten de forma intermitente los mejores L¨ªnea 900 de la temporada a las 20.00]. A pesar de la competencia, el programa ha doblado la audiencia en el ¨²ltimo a?o y ha alcanzado casi los dos millones de espectadores, con una media que va de 1,5 a 1,6 millones.
Los programas de reportajes son una especie en extinci¨®n en la fauna televisiva. "Nuestro programa no deja de ser un lujo. Estos espacios son demasiado caros para televisiones que buscan rentabilidad a corto plazo", dice Esteve.
A pesar de ser un informativo, L¨ªnea 900 huye de la actualidad, "porque ya se ocupan otros de ella". Esteve la audiencia en el ¨²ltimo a?o aboga por una televisi¨®n prometeica: Si Prometeo quit¨® el sol a los dioses para acercarlo a los hombres, tendr¨ªa que haber una televisi¨®n que se acercara a los hombres, que reflejara las gran des cuestiones de la vida de la gente que no se tratan en las conferencias de prensa y el resto de la actualidad, que "muchas veces oculta la realidad".
Sin procesos, judiciales
"A veces hemos utilizado v¨ªdeos dom¨¦sticos y c¨¢maras ocultas, ¨¦stas siempre para certificar cosas". Despu¨¦s nunca han emitido el material obtenido. Siempre que han recurrido a la c¨¢mara oculta ha sido para denunciar una situaci¨®n de ilegalidad, y siempre en espacios p¨²blicos, abiertos o cerrados. "Lo cierto es que a pesar de tocar temas fronterizos, de que hemos tenido muchas presiones, no hay un proceso judicial abierto contra el programa". Hubo un caso, el tema de la adopci¨®n de ni?os rusos, "pero al final el juez retuvo al demandante". La mayor¨ªa de los reportajes hacen acusaciones directas, con nombres y apellidos, pero las acciones emprendidas contra los reportajes no han pasado nunca de unas diligencias previas".
Los 122 reportajes emitidos durante estos cuatro a?os por L¨ªnea 900 tienen algo en com¨²n: su intenci¨®n, absolutamente deliberada, de no ser neutrales. "Tomamos partido por los d¨¦biles, por los consumidores, por la democracia, por las opciones de defensa de la naturaleza dice el director del programa. Y cuando una historia parte de la marginaci¨®n, asegura, "siempre buscamos historias positivas, de personajes que se rebelan contra la marginaci¨®n".
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