Los vendedores de carteles taurinos"t¨ªpicos" tendr¨¢n, que meterse en un quiosco
Los puestos de venta de carteles taurinos en los que el comprador puede compartir cartel con los toreros m¨¢s famosos de la historia est¨¢n en peligro de extinci¨®n si no les renueva las licencias para este a?o. Seg¨²n comentan. los cinco vendedor7. que est¨¢n ubicados al lado del Museo del Prado, el problema es que la Jefatura de Mobiliario Urbano es exige un puesto que pueda ser homologado con el mobiliario urbano actual
La misma jefatura les hizo un boceto orientativo, en septiembre de 1994 (en la imagen), fecha en que empezaron los problemas. Hasta ahora los vendedores han presentado cuatro proyectos sin que hayan recibido. ninguna respuesta favorable o en contra, y la concesi¨®n de licencias est¨¢ paralizada. desde enero pasado. La situaci¨®n empez¨® a ser angustiosa para estos cinco hombres desde que el viernes la Polic¨ªa Municipal les oblig¨® a desmontar sus quioscos y a marcharse de la zona.Ayer por la ma?ana se reunieron con Ana Mar¨ªa Huerta, secretaria de la concejala del distrito Centro, Mar¨ªa Antonia Su¨¢rez, y las versiones de los vendedores son distintas.-
Seg¨²n Carmen Polo, mujer de uno de los vendedores, su, impresi¨®n es que las cosas van por buen camino y que es posible que, de los cuatro proyectos que ellos han presentado, uno de los dos ¨²ltimos se pueda homologar. Sin embargo, Antonio Arce, de 38 a?os, es mucho m¨¢s esc¨¦ptico y dice que la homologaci¨®n de los proyectos que ellos, han presentado "ni est¨¢ clara ni lo va a estar nun- ca", porque lo que quieren es prohibir la venta ambulante.
De momento, las patrullas de la polic¨ªa local se limitan a pasar delante de. la zona donde cada d¨ªa acuden a trabajar San tiago Lozano, Manuel Contreras, Andr¨¦s Capiscol, Manuela Palacio y Antonio Arce.
Santiago Lozano Maldonado, de 67 a?os, vive de su puesto de carteles taurinos desde hace 17 a?os, cobra 500 pesetas por un cartel taurino con el nombre del- comprador grabado -aunque el precio no, aparece expuesto en los tenderetes-, es aut¨®nomo y dice que, para ¨¦l el panorama se presenta 14 muy negro", porque necesita seguir cotizando dos a?os m¨¢s para poder cobrar la jubilaci¨®n. Tiene tres, hijos y uno de ellos est¨¢ en paro.
Santiago ya le gan¨® un contencioso al Ayuntamiento. en 1991, la primera vez que le denegaron1a licencia de venta en la v¨ªa p¨²blica. La licencia se le renov¨® durante un a?o. Ahora esa sentencia est¨¢ recurrida y espera otro- juicio. Entre abogados y los dos proyectos de mobiliario que ha presentado. ha gastado 350.000 pesetas.
Este vendedor es el que m¨¢s an¨¦cdotas recuerda de los a?os que lleva gan¨¢ndose la vida junto al Museo del Prado. Al principio, dice, los carteles costaban 50 pesetas. "Era cuando los guiris te dec¨ªan 'm¨ª querer ser toreado?, para pedirte que les pusieras. 1 su nombre junto a El Cordob¨¦s. Este torero ha sido siempre el torero m¨¢s soficitado".
El tir¨®n de El Cordob¨¦s
"Ahora es distinto", comenta Santiago. Las ventas se reparten entre El Cordobes, si se trata de americanos o japoneses y Enrique Ponce, El Litri o el coleccionista de ropa interior femenina, Jesul¨ªn de Ubrique. Tambi¨¦n ¨¦l ha evolucionado. Se desenvuelve en ingl¨¦s, italiano y chapurrea bastante fluidamente el japon¨¦s. Por supuesto de venta ha pasado gente tan variopinta como la brasile?a Sonia Braga con el actor Robert Redford; el primer ministro israel¨ª, Simon Peres, o, el portavoz del PNV en el Congreso, I?aqui Anasagasti.La mayor¨ªa de los vendedores. del Prado viven de esta actividad desde 1978. En un principio estaban ubicados en la carrera de San Jer¨®nimo, delante del hotel Palace, pero en 1987 el Ayuntamiento los traslad¨® al paseo del Prado. Su horario de trabajo es de 9 de la ma?ana a 7 de la tarde, suelen vender unos 30 carteles diarios en verano y en invierno, dicen, "seg¨²n la suerte".
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