Lasa y Zabala estuvieron secuestrados en un palacio del Ministerio del Interior en San Sebasti¨¢n

S. CARCAR, Jos¨¦ Antonio Lasa y Jos¨¦ Ignacio Zabala fueron secuestrados por guardias civiles en octubre de 1983 y permanecieron cautivos varias semanas en el palacio de La Cumbre en San Sebasti¨¢n -entonces sin uso oficial concreto- hasta su traslado a Alicante, donde fueron asesinados. El palacio pertenec¨ªa entonces a Interior, seg¨²n un portavoz de Patrimonio. Entre 16 y 18 guardias civiles se ocuparon de la custodia y el interrogatorio de los dos presuntos etarras, seg¨²n testimonios de guardias del cuartel de Intxaurrondo. Lasa y Zabala fueron torturados por un equipo reducido de agentes. Posteriormente se les traslad¨® a Alicante en dos coches escoltados por otros veh¨ªculos de vigilancia, en una operaci¨®n coordinada por oficiales.

No fue en un caser¨ªo, ni en un cuartel, ni en una cueva, ni en un zulo. El lugar donde en octubre de 1983 varios guardias civiles ocultaron e interrogaron a los presuntos etarras Lasa y Zabala, tras secuestrarlos en Bayona (Francia), era un edificio del Ministerio de Interior situado en pleno centro de San Sebasti¨¢n: el palacio de La Cumbre. Cuatro meses antes del secuestro, Exteriores hab¨ªa traspasado a Interior la propiedad del inmueble.Seg¨²n distintos testimonios de guardias civiles entonces des tinados en Intxaurrondo, Lasa y Zabala fueron ocultados en el s¨®tano del edificio. El s¨®tano constaba de instalaciones para cocina, ba?o, pasteler¨ªa, bodega y c¨¢mara frigor¨ªfica. En estas ¨²ltimas dependencias, seg¨²n los testimonios de varios guardias, se mantuvo a los presuntos eta rras para su interrogatorio y tortura.

Una entrada daba acceso directo a las cocinas, con lo que los coches dispon¨ªan de una v¨ªa discreta para aproximarse e introducir su carga. Un equipo de agentes de informaci¨®n hac¨ªa los interrogatorios para forzarles a revelar el paradero de miembros de ETA refugiados en Francia. Mientras, otros agentes custodiaban de forma rotatoria el exterior.

Lasa y Zabala ten¨ªan conocimiento del Paradero del etarra Mikel Goikoetxea, a quien ha b¨ªan ayudado a mudarse a su nuevo domicilio de Bayona. El 28 de diciembre de 1983, dos meses despu¨¦s del secuestro, Goikoetxea fue abatido de un tiro de carabina ante su casa.

Un lugar discreto

En total, incluidos los relevos fueron 16 o 18 agentes los que in tervinieron en la operaci¨®n desarrollada en La Cumbre. La vigilancia exterior de los guardias, que incluso dispon¨ªan de una garita, no causaba sorpresa a quien se aproximara al palacio, ya que se trataba de un edificio del Estado, que por otro lado estaba si tuado en un lugar discreto.

En esta operaci¨®n intervinieron varios de los 21 guardias y oficiales de Intxaurrondo a los que la Direcci¨®n de la Guardia Civil impidi¨® investigar por corrupci¨®n, mediante la operaci¨®n de sabotaje Arca de No¨¦, seg¨²n testimonios recabados en el instituto armado.

Tras los interrogatorios se organiz¨® un dispositivo para trasladarlos a Alicante en varios veh¨ªculos. La operaci¨®n fue coordinada por un mando de la Guardia Civil hoy destina do en una provincia del levante, con la colaboraci¨®n de diversos oficiales, repartidos actualmente entre la Comunidad Valenciana, Cantabria y Extremadura.

Seg¨²n diversas fuentes con sultadas, varios guardias que intervinieron en el traslado tambi¨¦n formaban parte del grupo investigado por corrupci¨®n en Intxaurrondo y recibieron la protecci¨®n de la Direcci¨®n de la Guardia Civil frente a estas pesquisas. Lasa y Zabala, seg¨²n las fuentes consultadas, salieron del palacio de La Cumbre vivos, aunque maltrechos. Un comandante, un capit¨¢n y un teniente estuvieron implicados en la soluci¨®n final dada a Lasa y Zabala.

Esa fue la respuesta del.GAL verde [de la Guardia Civil] al secuestro del capit¨¢n de Farmacia Alberto Mart¨ªn Barrios, perpetrado el 5 de octubre de 1983 por ETA, que posteriormente lo asesinar¨ªa. Un grupo de geos de la polic¨ªa hab¨ªa intentado sin ¨¦xito secuestrar al etarra Jos¨¦ Mar¨ªa Larretxea el d¨ªa 18, dos d¨ªas despu¨¦s del secuestro de Lasa y Zabala a manos de guardias civiles. En enero de 1984, en una llamada a una emisora de Alicante los GAL reivindicaron la muerte de Lasa y Zabala.

Al d¨ªa siguiente de anunciarse la muerte, la Guardia Civil realiz¨® una amplia redada en la localidad de Tolosa (Guip¨²zcoa), lugar de donde eran originarios los dos presuntos etarras, que culmino con 14 detenciones. El coronel Enrique Rodr¨ªguez Galindo ha manifestado en conversaciones privadas que las pistas para esta redada llegaron desde Madrid y, en concreto, citaba al coronel C¨¢ndido Acedo.

Identificaci¨®n

Los cad¨¢veres fueron hallados el 20 de enero de 1985 enterrados en una fosa en las proximidades de la localidad de Busot (Alicante), pero su identificaci¨®n s¨®lo fue posible en marzo de este a?o. El hallazgo, tras la investigaci¨®n realizada por el polic¨ªa Jes¨²s Garc¨ªa, conmocion¨® a la opini¨®n p¨²blica. Junto a los cad¨¢veres, entre restos de cal viva, fueron hallados una bala y un casquillo. Posteriormente se encontr¨® un segundo proyectil.

Seg¨²n los informes policiales, Lasa y Zabala formaban parte del denominado comando Gorky de ETA. Seg¨²n las fichas policiales, Lasa hab¨ªa participado presuntamente en un "robo con fuerza" y en un "incendio con estragos", ambos delitos cometidos en Tolosa. Zabala tambi¨¦n estaba acusado de robo en la misma localidad.

La aparici¨®n de los restos de Lasa y, Zabala provoc¨® una aut¨¦ntica tormenta pol¨ªtica en el pa¨ªs. Herri Batasuna instrumentaliz¨® el macabro hallazgo con rapidez y dio una vuelta de tuerca m¨¢s al ambiente de crispaci¨®n que ya se viv¨ªa en el Pa¨ªs Vasco.

Se produjeron graves disturbios callejeros e incluso en el Parlamento de Vitoria, donde el diputado de la coalici¨®n abertzale Mikel Zubimendi arroj¨® cal viva sobre el esca?o vac¨ªo del secretario general de los socialistas vascos, Ram¨®n J¨¢uregui.