Pacto nacional en Colombia para salvar la presidencia de Samper
Un pacto de unidad nacional, con apoyo de las organizaciones empresariales y las centrales sindicales, bendecido por la Iglesia cat¨®lica y auspiciado por las direcciones del Partido Liberal (PL) y del Partido Conservador (PC), intentaba ayer reacomodar al maltrecho Ernesto Samper en la silla presidencial. Mientras tanto, prosegu¨ªan las revelaciones sobre la filtraci¨®n de dinero procedente del narcotr¨¢fico en la campa?a electoral para la presidencia que dio a Samper el triunfo hace un a?o.
Las escandalosas declaraciones del detenido ex tesorero de la campa?a de Samper, el anticuario Santiago Medina, sobre financiaci¨®n del cartel de Cali, han sido reforzadas por denuncias de los dos medios m¨¢s influyentes: la revista Semana y el diario El Tiempo. La primera public¨®, el martes, el texto de una grabaci¨®n (s¨®lo parcialmente desmentida en un comunicado gubernamental) entre Samper y Elizabeth Montoya de Sarria, esposa del ex polic¨ªa Jes¨²s Sarria, investigado por narcotr¨¢fico.En la conversaci¨®n, la mujer intenta concertar una cita con el candidato y apoyo financiero presumiblemente para la segunda vuelta electoral. Ayer, Samper recibi¨® otra estocada. El diario El Tiempo public¨® un fax en el que Nelson Urrego, sobre quien pesan tres ¨®rdenes de captura, afirma: "Se?ora Eliza [por Elizabeth]. Le ago entrega de el valor de cien mil d¨®lar para apoyar la campa?a del doctor Samper". Urrego hab¨ªa sido rese?ado como narcotraficante de Cali en el libro El hombre que hizo llover coca, del estadounidense Max Mermelstein, ex colaboradora del cartel de Medell¨ªn que luego se convirti¨® en testigo e informante de la agencia antidroga de Estados Unidos (DEA).
Acusaciones demoledoras
Para algunos, las acusaciones son demoledoras y m¨¢s pronto que tarde Samper deber¨¢ caer. Para otros, el Gobierno puede salir a flote si se concreta el pacto de unidad nacional que tiene a la Casa de Nari?o (sede del Gobierno) en febril actividad. El martes, Samper logr¨® congregar en el sal¨®n del Consejo de Ministros a m¨¢s de 80 representantes de los gremios econ¨®micos, sindicatos, episcopado y la Asociaci¨®n de Medios de Comunicaci¨®n.Aunque la propuesta formal era suscribir un acuerdo nacional contra la violencia, el prop¨®sito real era detectar el ambiente para un pacto que les saque las casta?as del fuego. Saulo Arboleda, presidente de Asomedios, sintetiz¨® el consenso a que llegaron: aunque hay circunstancias muy dif¨ªciles "es posible superarlas (...) en el marco de respaldo a la justicia y al estado de derecho y s¨®lo si hay una actitud positiva y conjunta de los diferentes sectores pol¨ªticos, econ¨®micos y sociales".El convenio bipartidista tom¨® m¨¢s forma en un debate parlamentario donde el presidente de la direcci¨®n del PC, Jaime Arias, se?al¨® como res ponsable de un compl¨® contra Samper a un sector del PL, en alianza con Estados Unidos. El ex comandante y ex dirigente del M-19, ahora legislador por una disidencia de esa organizaci¨®n, Carlos Alonso Lucio, fue m¨¢s concreto. Seg¨²n ¨¦l, se trata de "una conspiraci¨®n neoliberal y de derechas, con origen en Estados Unidos", que pretende "la puertorrique?izaci¨®n" de Colombia, en la que el ex presidente liberal y secretario de la Organizaci¨®n de Estados Americanos, C¨¦sar Gaviria, juega un papel decisivo.
Al ministro del Interior, Horacio Serpa, que compareci¨® en el Parlamento, no le son¨® mal esa interpretaci¨®n. Tras afirmar que "el presidente no va a renunciar" pidi¨® que se investigue, "pero que se investigue desde atr¨¢s", desde los Gobiernos de 1982. Tal vez queden muchas ollas que destapar.
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