Chabrol analiza el drama de una analfabeta airada
El cineasta busca "las motivaciones del comportamiento humano"
Sencillo y afable, jovial a sus 55 a?os, el maestro de la nouvelle vague, Claude Chabrol, present¨® ayer en Venecia La ceremonia, una pel¨ªcula de factura impecable, fiel a su l¨ªnea cinematogr¨¢fica. "EI t¨ªtulo en franc¨¦s La ceremonia explica bien la idea de narraci¨®n de un ritual de ejecuci¨®n, porque en Par¨ªs ir a la ceremonia significaba ser guillotinado. La trama ilustra precisamente eso, la ejecuci¨®n de una familia burguesa a manos de una criada y su amiga, la cartera", afirma Chabrol.
Isabelle Huppert y Sandrine Bonnaire interpretan a dos personajes completamente distintos entre ellos, que se sienten atra¨ªdos por su pasado ambiguo y misterioso. "Ambos se entrelazan. Existe un t¨¦rmino psiqui¨¢trico criminal muy interesante: la locura a dos. Aparentemente son tranquilas hasta que se unen y la actitud de una alimenta a la otra. Juntas se convierten en una amenaza para la sociedad. A m¨ª me interesa la historia porque m¨¢s que explicar sucesos exteriores, busco las motivaciones secretas del comportamiento humano", a?ade con vehemencia Chabrol.Seg¨²n el cineasta franc¨¦s, existe otra clave para entender la pel¨ªcula: la dislexia de la criada que la convierte en analfabeta, marginada y resentida. "Su drama es tratar de esconder su ignorancia, el analfabetismo. Cuando se siente descubierta, se desata en ella la misma violencia con que se defender¨ªa un animal herido". Chabrol gesticula y alterna su discurso con bromas y sonrisas.
El est¨ªmulo de competir
En un momento de la conversaci¨®n que ayer mantuvo con este diario, sujet¨® su corbata y se?alando a los leones dorados del estampado, proclam¨®: "Yo ya tengo mi le¨®n de oro. Aqu¨ª he venido s¨®lo a divertirme. Ah, y no espere que le hable bien de otros directores que se presentan a la Mostra. Puede poner tambi¨¦n que las pel¨ªculas comerciales americanas son un aburrido alarde de maquinitas".A pesar de ser un cl¨¢sico viviente, Chabrol no ha puesto ninguna objeci¨®n para presentarse como un director m¨¢s al concurso veneciano: "A m¨ª la competici¨®n me estimula y a la gente le divierte. Y me importa un r¨¢bano todo lo dem¨¢s". Al ver la pel¨ªcula se dir¨ªa que Chabrol no s¨®lo odia el cine taquillero norteamericano sino tambi¨¦n la telebasura, ya que la criada se relaja con frecuentes sesiones de autoterapia televisiva y permanece durante horas en estado catat¨®nico frente a la pantalla. "No es que odie la televisi¨®n", comenta Chabrol, "al contrario, creo que es un excelente medio de educaci¨®n. Tambi¨¦n nos da una pista sobre lo que ofrecemos a las chachas y a los se?ores para que pasen el rato. Mientras la familia ve Don Giovanni la camarera se entretiene viendo programas infantiles. Simplemente creo que en el consumo de televisi¨®n tambi¨¦n quedan reflejadas las diferencias sociales". Parte de la cr¨ªtica ha visto en la trama de la pel¨ªcula una relectura de la lucha de clases en la Francia que acaba el milenio. "Para m¨ª", agrega Claude Chabrol, "la lucha de clases s¨®lo ha acabado para los ricos. Pero en el filme me sigue interesando m¨¢s la conciencia de una persona que la conciencia de una clase".
Considerado un excelente naturalista, Chabrol se recrea en la descripci¨®n minuciosa de personajes y ambientes, dejando la acci¨®n para el ¨²ltimo minuto. "No creo que a la gente le aburra la acumulaci¨®n de detalles y la descripci¨®n de una atm¨®sfera. Creo que sirven para ir construyendo poco a poco una situaci¨®n l¨ªmite cre¨ªble en la ¨²ltima parte de la pel¨ªcula.
A medida que avanza, La ceremonia se colma de se?ales de alerta: "La bella y rica Se?ora Lelievre (Jacqueline Bisset), que representa todo lo que la cartera hubiese querido ser, el espionaje sistem¨¢tico de los rincones m¨¢s ¨ªntimos de la vida de la familia, el car¨¢cter hura?o de la criada y el descubrimiento de un pasado criminal hacen que el final sea m¨¢s "temido" que "esperado".
Babelia
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