Abrabam Olano funciona

Abraham Olano funciona. Tiene decisi¨®n, piernas y cabeza. La actuaci¨®n del corredor guipuzcoano en la ascensi¨®n al Naranco fue la ¨²nica n¨ªtida, sin aristas, dentro de una nebulosa llamada Vuelta en la que la estrategia del despiste ha tomado el mando. Nadie sabe si los fuertes trabajan para ganar etapas o para cimentar el triunfo final a bas¨¦ del se gundo a segundo. El lema es el s¨ª, pero... Rinc¨®n, Ugrumov y Riis perdieron m¨¢s tiempo de la cuenta en s¨®lo tres kil¨®metros, pero ni aun as¨ª son descartables. La cantinela que se ha impuesto es la de "la tercera semana decidir¨¢". Jalabert, un ganador nato, se vaci¨® un d¨ªa m¨¢s, aunque con recompensa: etapa y liderato.El primer final en alto s¨®lo ha servido para descomprimir la general por abajo, pero no, a¨²n es pronto y el Naranco una tachuela, para que, los grandes se dieran dentelladas. En -un abanico de dos minutos todav¨ªa transitan 37 corredores. Ning¨²n posible favorito se ha descolgado. El carrusel funciona por delante: cada d¨ªa, un l¨ªder. Y van tres. A Pianegonda, que reemplaz¨® a Olano, le ha sustituido Jalabert, uno qu¨¦, ya visti¨® de amarillo en el Tour.Curiosamente, dentro de un equipo, el ONCE, que acapara el protagonismo con sus t¨¢cticas ofensivas. "El enemigo es Olano", proclama Manolo S¨¢iz. Pero ?qui¨¦n es el amigo? ?Es acaso un Jalabert que parece empe?ado en quemar todas sus energ¨ªas antes de que la Vuelta llegue a sus puntos calientes? ?O Bruyneel, que est¨¢ siempre delante sin aspavientos? ?O un Mauni en el que parece no confiar? ?O acaso Z¨¹lle, el l¨ªder designado? Si el jefe del ONCE es el suizo, el bloqueo manda. Todos los de su conjunto -impecable trabajo de equipo ayer para ganar la etapa- se empe?aron en -una faena de endurecer la carrera para ver por d¨®nde anda cada uno, pero Z¨¹lle no se decidi¨® a coger m¨¢s frutos. Se peg¨® a la rueda de Olano, tal como hac¨ªa tras Indur¨¢in en el Tour, y ni siquiera aceler¨® para intentar robar al guipuzcoano cuatro segundos de bonificaci¨®n.

Olano tiene un ¨ªdolo, Rominger, y un cuerpo a lo Indur¨¢in. Su estilo es un h¨ªbrido de los dos. Ambicioso y agresivo como el suizo, tranquilo y cerebral como el navarro. Cree saber cu¨¢l es la rueda buena y no pierde la calma. Act¨²a sibilinamente: deja de v¨¦rsele repentinamente y de pronto aparece en el lugar en el que debe. Tiene madera.