Juegos florales

El primer final en alto no encendi¨® ni un ¨¢pice el tono mortecino que manda en las declaraciones de los guionistas de la Vuelta. Ausentes los voceras, los Javier M¨ªnguez o Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, amantes de buscar pol¨¦micas cotidianas para animar el cotarro, en los pasillos de la ronda s¨®lo se oyen las quejas de Manolo Saiz porque s¨¦ le critica su forma de llevar la carrera, cuando su equipo, el ONCE, es el ¨²nico que intenta levantar las etapas. Ni siquiera Juan Fern¨¢ndez otro de la vieja escuela, quiere entrar en el juego. Ganas tiene -"Manolo Saiz es un h¨¦roe", dice-, pero enseguida rectifica y proclama que se guarda lo que piensa. Entonces se entrega a los juegos florales.La finalidad es apartarse de la responsabilidad, una posici¨®n que quema, y entregar los galones a otros. "Claro, Olano puede ganar la Vuelta, pero se contentar¨ªa con terminar en el podio", dice el director del Mapei de su pupilo. Quiz¨¢ lo haya aprendido de Ugrumov y el entorno del Gewiss, que ponen cara de susto cuando se les pregunta por sus posibilidades. "Es que los del ONCE est¨¢n que sacan el c¨®rner y van a rematarlo", a?ade Fern¨¢ndez, continuando con su tarea exculpatoria.

Los escondidos

Los que pueden actuar de francotiradores, tampoco se est¨¢n destacando por echar sal en las heridas. "Se ha confirmado lo que se vio en el pr¨®logo, que aquello no fue una casualidad. Pero seguro que hay por ah¨ª hombres escondidos, como Virenque o Pantani", fue el an¨¢lisis de la jornada, plano, aunque real y enigm¨¢tico, de Eusebio Unzue, director del Banesto, un equipo que no pudo colocar a ninguno de sus fuertes por delante debido a la ca¨ªda que sufri¨® Aparicio.

Si los jefes van as¨ª por la Vuelta, sus corredores no ser¨¢n los primeros en romper hostilidades. Por lo menos no Abra ham Olano, que sigue segundo, aunque detr¨¢s de otro l¨ªder. "No me ha sorprendido que Jalabert ganara as¨ª", dijo el corredor de Anoeta. "Sin embargo me ha extra?ado que Z¨¹lle no intentara saltar. Esperaba que fuera ¨¦l el que lo hiciera, pero, claro, llevando a Jalabert delante no pod¨ªa". El ciclista guipuzcoano, primer maillot amarillo de los tres que lleva la Vuelta, empez¨® a ver qui¨¦nes ser¨¢n los hombres m¨¢s complicados. "Esperaba a Riis m¨¢s fuerte", dijo con cierto alivio. "Pero lo de Ugrumov me pare ce normal. Es un hombre que ir¨¢'de menos a m¨¢s y en la ¨²ltima semana ser¨¢ terrible".

El ganador del Naranco, Laurent Jalabert, no aprovech¨® su victoria para postularse como l¨ªder del ONCE. "He demostrado en el Tour que puedo andar bien en carreras de tres semanas", dijo Jalabert, "pero los momentos clave de esta Vuelta, la contrarreloj y el Tourmalet, son m¨¢s para Z¨¹lle que pa a m¨ª. El l¨ªder siempre es ¨¦l".