Jupp¨¦ elogia al "hombre de Estado" Chirac por afrontar la impopularidad en inter¨¦s de Francia

La socialista Martine Aubry resumi¨® ayer a la perfecci¨®n el problema que afronta el presidente franc¨¦s al reanudar los ensayos nucleares en el atol¨®n de Mururoa, en el Pac¨ªfico Sur: "Jacques Chirac confunde de nuevo la soledad con la independencia". Las encuestas ratificaban la apreciaci¨®n, pues un 59% de los franceses se mostraba contrario a la decisi¨®n presidencial. El primer ministro, Alain Jupp¨¦, hablaba, por su parte, de "la grandeza del hombre de Estado que afronta una impopularidad pasajera para preservar a medio y largo plazo, los intereses esenciales del pa¨ªs". Mientras, los escasos datos facilitados por los militares permiten suponer que el siguiente ensayo nuclear ser¨¢ en Fangataufa y tendr¨¢ una potencia de 150 kilotones.

El diario Le Monde defin¨ªa el comportamiento`de Chirac a partir del complejo de Albert Lebrun, en recuerdo del presidente franc¨¦s que entre 1932 y 1940 no supo -en realidad no ten¨ªa poder para ello- modernizar el Ej¨¦rcito franc¨¦s para que pudiese hacer frente al Ej¨¦rcito alem¨¢n.El grupo ecologista Los Verdes ha sido el m¨¢s duro y catastrofista en sus cr¨ªticas, ya que ha calificado la prueba nuclear de "crimen contra la humanidad" y ha pedido a los ayuntamientos que hagan ondear la bandera tricolor a media asta. Para Jupp¨¦, algunas de las reacciones, nacionales e internacionales, son "sorprendentes y rozan la histeria". Dijo no comprender el hecho de que Ias pruebas de otras potencias nucleares no hayan sido contestadas con igual vivacidad" y opin¨® que la, preocupaci¨®n por el medio ambiente no es el motor de la campa?a internacional de intoxicaci¨®n, ya que el comercio desempe?a. un papel mucho m¨¢s importante", seg¨²n ¨¦l, en todo el movimiento de protesta.

Tal como ya hizo Chirac, Jupp¨¦ tambi¨¦n quiso vincular la explosi¨®n a una futura pol¨ªtica de defensa europea, de manera que Francia pondr¨ªa su fuerza de disuasi¨®n al servicio "de la paz y la seguridad en el continente".

Lo cierto es que la opini¨®n p¨²blica francesa, que no ve con buenos ojos la reanudaci¨®n de los ensayos, que considera innecesarios, s¨ª se muestra, en cambio, partidaria de mantener en activo la llamada fuerza de disuasi¨®n nuclear, y en esa ambig¨¹edad se apoya Chirac, que adem¨¢s ya prometi¨® que las ocho explosiones previstas podr¨ªan reducirse si los t¨¦cnicos consideraban que pod¨ªan recabar toda la informaci¨®n necesaria con menos disparos. S¨®lo los votantes del Frente Nacional son mayoritariamente favorables a la reanudaci¨®n de las pruebas nucleares, mientras que la base social de la actual mayor¨ªa aparece m¨¢s que dividida.

El principal riesgo que corre el presidente Chirac es que se desencadene un boicoteo internacional contra los productos franceses. Este peligro se ha intentado contrarrestar a trav¨¦s de una labor de informaci¨®n exhaustiva, organizada por el Ministerio de Defensa, y poniendo de relieve las debilidades del an¨¢lisis de Greenpeace.

La bomba Thetis, explosionada bajo el atol¨®n de Mururoa, no debe satisfacer "objetivo militar alguno". Considerada de poca potencia -menos de 20 kilotones-, su misi¨®n es de "car¨¢cter estrictamente cient¨ªfico" y los datos recogidos por los expertos situados en el atol¨®n tienen por objeto acelerar la capacidad francesa para disponer de un l¨¢ser con el que realizar microexplosiones o simulaciones.

Todos los datos, facilitados en cuentagotas por los servicios de informaci¨®n militar, permiten suponer que el siguiente ensayo se realizar¨¢ en Fangataufa y que tendr¨¢ una potencia muy superior, del orden de los 150 kilotones, siendo en este caso el objetivo de la prueba comprobar la operatividad de las cabezas nucleares que deber¨¢n equipar el misil M-45 de submarinos que entrar¨¢n en servicio en 1996.