Producto coherente de g¨¦nero

Con Pedro Costa no se sabe muy bien si su inter¨¦s por los cr¨ªmenes le lleva a trabajar en el c¨¦lebre semanario El Caso u ocurre a la inversa, pero la realidad es que toda su actividad cinematogr¨¢fica y televisiva se centra en llevar a la pantalla famosos cr¨ªmenes ocurridos en Espa?a. Tanto en la serie de televisi¨®n La huella del crimen, como en las pel¨ªculas Amantes e Intruso, dirigidas por Vicente Aranda y tambi¨¦n en las que realiza personalmente.Mucho m¨¢s conocido como productor que como realizador, mejor productor que realizador, Pedro Costa rueda tambi¨¦n dos desiguales policiacos ligados a la actualidad nacional, El caso Almer¨ªa (1984) y Redondela (1987). Ahora vuelve a la direcci¨®n con una pel¨ªcula mucho m¨¢s personal; siempre dentro de su l¨ªnea criminal, una especie de complejo ejercicio de estilo, pero que por diferentes motivos no acaba de funcionar como debiera.

En Una casa en las afueras Pedro Costa se encierra en una moderna mansi¨®n perdida en la soledad del campo castellano con un ejecutivo, una mujer, una ni?a, un perro y un ordenador, y consigue una pel¨ªcula que s¨¦, deja ver bastante bien, pero que podr¨ªa ir mucho m¨¢s lejos de haber contado con un gui¨®n m¨¢s s¨®lido, que le hubiese sacado m¨¢s punta y dado m¨¢s vueltas a la situaci¨®n.

A su favor tiene una buena fotograf¨ªa de Federico Ribes, una inspirada m¨²sica de Alberto Iglesias y la excelente ni?a Tania Henche. No s¨®lo es la ¨²nica ni?a del cine espa?ol que habla sin ning¨²n tonillo, sino que en la ¨²ltima parte de la historia mantiene un mano a mano con Juan Echanove y le gana por una amplia diferencia. Adem¨¢s de un buen trabajo de direcci¨®n de Pedro Costa y una siempre interesante Emma Su¨¢rez,

En su contra, adem¨¢s de un gui¨®n poco elaborado, tiene un grave problema de reparto. No es que Juan Echanove ponga cara de raro desde el primer plano y act¨²e como tal desvelando la trama de la historia, sino que su papel debi¨® interpretarlo un actor completamente diferente. Este fallo de reparto hace que se pierdan muchos posibles matices del personaje y su evoluci¨®n no resume lo compleja que hubiese podido ser.

Debido a ello, Una casa en las afueras no llega a ser el brillante ejercicio de estilo planteado, a pesar de que Pedro Costa, en su calidad de realizador, demuestra lo mucho que ha aprendido desde sus comienzos. No obstante, este demasiado fr¨ªo policiaco es producto coherente dentro de un genero que tiene tan poca tradici¨®n en el cine espa?ol.