Cuatro nav¨ªos intentan evitar un golpe de efecto de Greenpeace

La pol¨¦mica sobre las pruebas nucleares reanudadas por Francia en el atol¨®n de Mururoa hizo irrupci¨®n en la cumbre europea de Formentor y en aguas de la bah¨ªa. Desde el lujoso hotel en el que se hospedan los l¨ªderes de la Uni¨®n Europea (UE) se divisa el MV Altair, el barco de la organizaci¨®n ecologista Greenpeace que hoy tiene la intenci¨®n de llevar a cabo un golpe de efecto para denunciar la pol¨ªtica nuclear francesa.Dos patrulleras de la Guardia Civil, otra de la Armada espa?ola, una fragata y un heficoptero vigilan de cerca al buque para impedir que rebase la zona restringida marcada por boyas. El MV Altair y sus tres zodiacs, con cerca de 30 personas a bordo, fondea a una milla y media de la costa. Por si Chirac, no lo hab¨ªa visto, el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, se lo se?al¨® con el dedo desde la terraza del hotel.

El primer ministro de Dinamarca, el socialdem¨®crata Poul Nyrup Rasmussen, fue el primero en lanzar una andanada contra Chirac. "Estamos en contra" de la oferta francesa dijo nada m¨¢s llegar a la isla. Antes que, colocarse bajo el paraguas nuclear de Francia prefiere el de la OTAN. Su hom¨®logo sueco, Ingvar Carlsson, pidi¨® cita para decirle lo mismo.

El holand¨¦s, Wim Kok, tambi¨¦n departi¨® del, asunto con Chirac durante el aperitivo pero el ¨²nico que lo evoc¨® en la reuni¨®n fue el italiano Lamberto Dini. Como Gobierno, dijo en substancia, no tenemos ning¨²n problema con la ¨²ltima campa?a de pruebas nucleares pero hay que tener en cuenta a las opiniones p¨²blicas.

Acaso para defenderse de los ataques que, supon¨ªa, iba a padecer, Chirac lleg¨® a Formentor al frente de la delegaci¨®n m¨¢s numerosa, integrada por siete asesores, am¨¦n de sus numerosos guardaespaldas. Felipe Gonz¨¢lez hab¨ªa pedido a sus hu¨¦spedes que, para preservar el car¨¢cter ¨ªntimo de la reuni¨®n, no acudiesen con m¨¢s de cuatro consejeros.