La pugna por controlar el consorcio de los realojamientos se resuelve con dos gerentes

VIENE DE LA P?GINA 1Cort¨¦s y Herr¨¢ez aseguraron que este cargo con dos cabezas no es una idea de ¨²ltima hora para salvar la situaci¨®n creada despu¨¦s de una semana de discusiones p¨²blicas, sino que llevaban pensando en ella desde hace tiempo. Descartaron as¨ª que se tratase de una decisi¨®n de urgencia ante la falta de acuerdo que se ha puesto de manifiesto en los ¨²ltimos d¨ªas. El pasado mi¨¦rcoles, el consejero acudi¨® a hacer valer su candidato ante la delegada del Gobierno, Pilar Lled¨®, hecho que el Ayuntamiento interpret¨® como "una pol¨ªtica de hechos consumados" por parte de la Comunidad para imponer su propuesta.

La explicaci¨®n de por qu¨¦ el doble nombramiento no va a suponer un doble gasto al erario p¨²blico la ofreci¨® el concejal de la Vivienda, Sigfrido Herr¨¢ez (miembro del consejo de administraci¨®n del consorcio desde la anterior legislatura). "Los dos nuevos gerentes son funcionarios municipales -uno en la EMV y el otro en el ¨¢rea de Servicios Sociales y Comunitarios-, abandonan sus cargos actuales y pasan a desempe?ar su nueva ocupaci¨®n", explic¨® Herr¨¢ez.

"Por ejemplo, G¨®mez deja la gerencia de la EMV, cargo que desaparece al asumirlo el actual consejero delegado de esta entidad, Luis Armada, por lo que no aumenta el gasto", a?adi¨®. "El caso de Mart¨ªn no lo conozco porque no es de mi ¨¢rea, pero seguro que no va a suponer ning¨²n sobrecosto porque en el Ayuntamiento el crecimiento del personal es cero", concluy¨®.

Ante las preguntas sobre qui¨¦n de los dos gerentes dar¨ªa la ¨²ltima palabra en caso de discrepancias en el agitado d¨ªa a d¨ªa del consorcio, el consejero de Obras P¨²blicas manifest¨® que no hay por qu¨¦ suponer que vaya a haber fricciones. "Son ¨¢reas muy diferentes y la posibilidad de conflictos es m¨ªnima", afirm¨®. Herr¨¢ez a?adi¨® que, "en cualquier caso, el gerente del consorcio est¨¢ supeditado a un consejo de administraci¨®n formado por representantes de las dos instituciones y de la Delegaci¨®n del Gobierno, que son quienes establecen las l¨ªneas de trabajo".

Cort¨¦s descart¨® que el nuevo cargo que ostentar¨¢ Florencio Mart¨ªn vaya a solaparse al de jefa del ¨¢rea social del consorcio, desempe?ado por Rosa Molina. "Eso es como decir que donde hay un consejero no debe nombrarse a un director general, una cosa es la actuaci¨®n directa y otra la toma de decisiones".

Tres cambios de gerente

En sus nueve a?os de existencia el consorcio, un organismo creado en 1986 para erradicar el chabolismo, fundamentalmente gitano, que no fue eliminado por el Programa de Barrios en Remodelaci¨®n, cambia por tercera vez de gerente. El primero fue Jos¨¦ Luis G¨®mez, un arquitecto municipal vinculado al Programa de Barrios en Remodelaci¨®n. En 1988 present¨® por primera vez su dimisi¨®n por falta de apoyo institucional. Regres¨® y en 1993 volvi¨® a dimitir, ya de forma definitiva, en un momento en que las instituciones encargaron un estudio sobre la viabilidad de este organismo. Se quejaba de que sus sugerencias no se ten¨ªan en cuenta.

El siguiente director del consorcio fue Julio Fern¨¢ndez Mato, un abogado vinculado a la gesti¨®n empresarial. Dej¨® su puesto el pasado mes de junio alegando falta de voluntad pol¨ªtica de las administraciones para cumplir sus compromisos. En los ¨²ltimos tres meses, hasta el pr¨®ximo nombramiento oficial de Mart¨ªn y G¨®mez, este organismo ha permanecido descabezado.

Consejero y concejal no adelantaron c¨®mo van a trabajar en el futuro para erradicar la marginaci¨®n de las 895 familias chabolistas a las que se les prometi¨® una vivienda digna para 1991 y de las 1.000 consideradas ilegales por construir su chamizo despu¨¦s del censo de 1986. Para estas cuestiones remitieron a una reuni¨®n que celebrar¨¢n el pr¨®ximo 4 de octubre, a la que tambi¨¦n asistir¨¢ la Delegaci¨®n del Gobierno.

Quedan muchas inc¨®gnitas por resolver. La principal: el ritmo de cada instituci¨®n para aportar pisos. Otro aspecto que deber¨¢n concretar es si se va a seguir realojando familias en nuevos guetos de prefabricados o si se va a dar prioridad al traslado a pisos en altura. Existen 10 campamentos de barracones cuyo ambiente, en la mayor parte de los casos, se ha ido deteriorando, consolid¨¢ndose como n¨²cleos de marginaci¨®n y delincuencia.

Un punto b¨¢sico es resolver qu¨¦ se va a hacer con los ilegales. En los a?os noventa han surgido importantes n¨²cleos de favelas, algunos de ellos habitados por inmigrantes.

Las instituciones tambi¨¦n deber¨¢n decidir c¨®mo evitar que personas con fuertes ingresos por la venta de droga se beneficien de este programa de vivienda social.

Hasta ahora las declaraciones de los actuales representantes municipales y regionales s¨®lo han hecho referencia a la necesidad de que tambi¨¦n el Gobierno central aporte dinero al consorcio a trav¨¦s de la Delegaci¨®n del Gobierno (algo que dej¨® de hacer en 1987) y al deseo de que se elabore un nuevo censo de chabolistas.