Contra el muermo en las autopistas

I. G. MARDONES Tantos a?os a la espera de buenas carreteras para que los conductores se amuermen y acaben estrell¨¢ndose.

No se puede afirmar que ¨¦se sea un acontecimiento corriente en las autopistas y autov¨ªas de reciente construcci¨®n en Espa?a. No hay datos que lo avalen, pero...

La ¨²nica autopista de la que se sabe al mil¨ªmetro los h¨¢bitos de quienes la recorren, los percances y los accidentes que sufren y sus causas es la A-7 entre Tarragona y Alicante.

Probablemente, es la que menos curvas tiene de todas las existentes en el pa¨ªs. Discurre lamiendo la falda del per¨ªmetro monta?oso que festonea el Mediterr¨¢neo. A un lado, la cadena, de un gris¨¢ceo mon¨®tono; al otro, el perfil mar¨ªtimo, invariable a lo largo de 403,8 kil¨®metros.

La empresa concesionaria, Aumar, detect¨® en los inicios del decenio de los 80 que los datos de siniestralidad situaban esta carretera por encima de las dem¨¢s. As¨ª, encarg¨® a un equipo del Instituto Universitario de Tr¨¢fico y Seguridad Vial (Intras), de Valencia, averiguar el porqu¨¦ de que fuera as¨ª cuando se trata de un trazado rectil¨ªneo, sin contrastes geogr¨¢ficos destacables.

Tras examinar los 5.291 accidentes entre 1981 y 1990 y encuestar a 623 usuarios, el equipo compuesto por Luis Montoro, Enrique Carbonell, Jaime Sanmart¨ªn y Francisco Tortosa concluy¨® que la mayor¨ªa se produjeron por el aburrimiento de los conductores: un 39,4%, por di1tracci¨®n, y un 27,5%, Por sue?o o desvanecimiento.

En el mismo estudio suger¨ªan que para elevar el nivel de seguridad de la autopista ser¨ªa conveniente instalar biondas (barreras met¨¢licas de protecci¨®n) entre las medianas con el fin de evitar que las salidas de la calzada llevasen a los veh¨ªculos hacia la direcci¨®n contraria y originasen choques frontales y una multiplicaci¨®n de las v¨ªctimas.

En otro aspecto, propon¨ªan intervenciones encaminadas a invitar a los usuarios a no conducir m¨¢s de dos horas ni m¨¢s de 200 kil¨®metros seguidos. Hab¨ªa que incrementar las ¨¢reas de descanso y generar elementos que rompiesen la monoton¨ªa le la conducci¨®n.

El n¨²mero de zonas de reposo en la A-7 est¨¢ muy ajusado y los usuarios, a la vista e sus largos trayectos -muchos proceden de Francia- y el alto peaje que abonan por transitarla, no encuentran ning¨²n aliciente para pararse en los enclaves de servicios y vaciar a¨²n m¨¢s sus bolsillos en gastos adicionales. Los puntos de descanso son pocos, aislados y sin protecci¨®n, lo que los ha convertido en blanco ideal para los ladrones.

El grupo del Intras pretende vencer esa resistencia de los conductores a la parada, con ideas sugerentes como dotar a esas ¨¢reas con amplios lugares de relax en las que no haya que echar mano a la cartera. La idea es instalar en ellas duchas de vapor y un mayor alumbrado nocturno para que no haya que huir por miedo a la oscuridad en algunos casos, como en las pr¨®ximas a Benidorm (Alicante), la penumbra las ha convertido en cobijo amoroso de las parejas.

Para Carbonell, subdirector del Intras, la clave para combatir la fatiga o a monoton¨ªa no est¨¢ s¨®lo en dise?ar las autopistas con curvas abiertas como se pensaba antes, sino en estimular los mecanismos psicol¨®gicos que rompan el aburrimiento sin interferir la atenci¨®n requerida para conducir como hace la publicidad.