La noche del dan¨¦s
El miedo. Las derrotas se traducen en miedo. Miedo a jugar, miedo a adelantarse, miedo a intentar, miedo a arriesgarse, miedo a divertirse. El Madrid jug¨® los primeros 45 minutos lastrado por un miedo que nace de sus nueve derrotas en lo que va de temporada. En la segunda mitad se trag¨® el miedo, fue arriba con coraje y cobr¨® el premio.Laudrup. Quiz¨¢ porque ha perdido menos partidos que otros fue siempre la excepci¨®n. Invent¨® mucho y se confirm¨® como la estrella de este equipo, En especial en el primer tiempo, precisamente porque en ese periodo de mitad de campo para adelante todos menos ¨¦l estuvieron con las luces apagadas.
Espesar. El Grasshoppers es un equipo mal¨ªsimo, que se present¨® sin m¨¢s intenci¨®n que espesar el partido. Adelant¨® un poquito la defensa y concentr¨® cinco hombres en la media, para espesar la zona de creaci¨®n del Madrid. Lo consigui¨® durante medio partido.
Las altas. Son la receta infalible en casos as¨ª, pero las del Madrid est¨¢n sin gas. Arnavisca est¨¢ irreconocible y Rinc¨®n estuvo negado. Pr¨¢cticamente perdido. Michel no puede tener la presencia dominante en su banda de tiempo atr¨¢s, pero su aportaci¨®n se ped¨ªa a gritos desde mediada la primera parte. La precisi¨®n de sus centros es todo un vq1or y el partido estaba para ¨¦l, porque los suizos esperaban atr¨¢s y no le exig¨ªan esfuerzos largos. Soler intent¨® siempre llegar al fondo pero no est¨¢ fino.
Milla. Lo de siempre. Eficacia sin lucimiento. Tr¨¢nsito r¨¢pido del medio campo y buen criterio para el reparto de juego. Es el eje natural de este equipo.
Zamorano. Necesitaba los goles tanto como el propio equipo. Su baja forma es alarmante y pretende taparla con precipitaci¨®n. A menos goles, m¨¢s precipitaci¨®n. Se estaba hundiendo en un pozo de confusiones. Estos goles pueden, ayudarle a salir a flote, como a todo el Madrid.
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